Louis Van Gaal desafía a Johan Cruyff con su ‘catenaccio oranje’

Río de Janeiro, As
El técnico chileno Jorge Sampaoli criticó tras el partido ante Holanda de la primera fase el esquema rácano y ultraconservador utilizado por los de Van Gaal: “No han hecho nada. Los únicos que fuimos a por el partido fuimos nosotros. Ellos no querían atacar”. Miguel Herrera, su homólogo mexicano, lo repitió después de caer eliminados frente a los holandeses en los octavos: “No es la Holanda de la que tanto se hablaba. Es un conjunto vulnerable y México lo dejó bien a las claras”.


Acusaciones directas hacia lo que siempre fue el estilo de un país con gusto por la posesión y por llevar el peso de los encuentros. Y sí, es cierto, algo ha cambiado con Van Gaal. El técnico revolucionó a la selección oranje con una convocatoria inédita y llena de jóvenes inexpertos, a los que ha puesto jugar con un 5-3-2 que nada tiene que ver con el histórico 4-3-3.

Su planteamiento es sencillo. Arriba tiene dos flechas en Van Persie y Robben, por detrás un enlace en Sneijder y el resto, independientemente de su rol y condición, se dedica exclusivamente a defender. “¿Qué es ser un equipo ofensivo?”, contestó con fiereza el técnico cuando se le preguntó por su poca intención de atacar en partidos anteriores. “Yo tengo que plantear un sistema para ganar los partidos y este me está permitiendo ganarlos”.

Su mentor e ideólogo de la escuela holandesa, Johan Cruyff, no ha tardado en criticar su estilo. Lo hizo pese a que Holanda goleó a la actual campeona España y se clasificó como primera de grupo y con pleno de puntos. “Está en octavos, pero su fútbol es muy discreto”, acusó Johan. Otras voces autorizadas como Jorge Valdano también lo han hecho.

Lo cierto es que los resultados y los números avalan al futuro técnico del United. En cuatro partidos ha conseguido cuatro victorias, ha sumado 12 goles —más que ningún otro en el Mundial— y ha pasado a cuartos como líder de grupo, apeando a la campeona del mundo España y a una de las revelaciones, México. Y todo ello con una idea contragolpeadora y una media de posesión del 46%, muy lejos de los baremos que siempre manejó este equipo.

“Quizá no es un estilo bonito, pero nos está funcionando muy bien”, explica Robben al referirse al cambio de mentalidad. Holanda, el país del fútbol total, el del estilo de toque que implantó Cruyff, el que maravillaba con sus extremos, se debate entre el juego y los resultados. No gusta el fondo pero sí el fin. La cuestión es esa.

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