Los policías bolivianos acuerdan dialogar con el Gobierno

Las unidades policiales aceptaron deponer sus medidas de presión y volver al diálogo para conseguir un pago extraordinario

Mabel Azcui
Cochabamba, El País
El mando policial de Bolivia y los líderes de suboficiales, sargentos clases y policías han convenido reanudar el diálogo, a partir del martes en La Paz, y suspender todas las medidas de presión para negociar la fusión de un pago extraordinario, denominado bono de seguridad, a sus ingresos.


Los miembros de base de la Policía han protagonizado, desde el jueves pasado, un movimiento de protesta expresado en el repliegue a los cuarteles de suboficiales, sargentos, clases y policías en sus días de descanso, además de la vigilia de centenares de familiares ante las puertas de las unidades policiales del país hasta lograr la atención de las autoridades.

A última hora del domingo y a lo largo del lunes, las unidades policiales aceptaron deponer sus medidas y volver a la mesa de diálogo.

“No ha sido nada fácil convencer a los camaradas para hacer una pausa en las medidas de presión a fin de reanudar el diálogo con nuestro Comando”, ha explicado el secretario ejecutivo de la Asociación de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (ASSCLAPOL) de Cochabamba, José Cáceres.

El suboficial Cáceres confirmó la suspensión de todas las medidas de presión en todas las unidades policiales del país, excepto Potosí, que revisaba su posición para lograr una solución al conflicto. “Es una decisión responsable ante la ciudadanía y el país, pues desde este lunes estaba programada la radicalización de las medidas de protesta. Aquí no hay perdedores ni ganadores, sino una actitud responsable”, ha señalado.

En principio, las mesas técnicas debían de reunirse el lunes muy temprano. Sin embargo, debido al duelo por la muerte de un policía asignado al cuerpo de seguridad de la Presidencia del Estado Plurinacional, las conversaciones se iniciarán el martes en La Paz, a donde llegaron delegaciones de base de todo el país.

La demanda de casi un 70% de 37.000 miembros de la Policía consiste en la incorporación de un pago extraordinario de 400 Bolivianos (57 dólares) al salario básico de 1.200 Bolivianos mensuales. El bono reconoce las horas y servicios extraordinarios para dar protección a la ciudadanía boliviana.

El gobierno ha rechazado esta petición y ha planteado que se estudie su sostenibilidad en el futuro. Además, ha pedido el análisis de los costos de esta fusión en el Presupuesto General de la Nación de la gestión 2015. El ministro de Interior, Carlos Romero, ha reiterado, en declaraciones a medios locales, los beneficios que la Policía ha recibido durante el gobierno del presidente Evo Morales.

Romero ha demostrado, con cuadros y cifras, que el salario de los policías ha subido en 124 veces entre 2006 y 2013, y ha mencionado que la aplicación de la curva inversamente proporcional ha aumentado en 15% de cabos y policías.

“Estamos dispuestos a hacer números y a considerar los efectos colaterales de nuestra petición. Para nosotros incide positivamente en un aumento por antigüedad, el aguinaldo, el bono de Educación y en la jubilación”, admite el suboficial Cáceres pero hace notar que ni con esa fusión los miembros de ASSCLAPOL pueden nivelar sus ingresos a los que se percibe en otras dependencias de la función pública.

La asociación policial de Cochabamba va a presentar, el martes en La Paz, una propuesta que recoge el “plan estratégico integral para lograr la transformación de verdad de la institución”, ha informado Cáceres. La propuesta abarca tanto el mejoramiento de la infraestructura de las unidades policiales, como las facilidades de educación, capacitación y de servicios de salud y mejoras salariales, “que puede aplicarse en el mediano y largo plazo” en una institución modelo, alejada de todas estas expresiones de protesta por sus derechos y aspiraciones, explica el dirigente policial.

Desde La Paz se ha informado que la ASSCLAPOL ha solicitado la participación como observadores del Defensor del Pueblo y de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos. Ambas instituciones recordaron que presenciaron el acuerdo de los policías y el Gobierno en 2012 para aumentar el salario a 2.020 y el denominado bono de seguridad de 400 a 620 Bolivianos. En 2013, se designaron comisiones técnicas para revisar el cumplimiento del acuerdo, que sigue pendiente de resultados.

La suspensión de las medidas de presión “no significa que el reclamo se haya debilitado. No. Y sería un error que se desate una persecución contra quienes han llevado la voz de los camaradas”, ha advertido Cáceres.

Las delegaciones, integradas por policías de base, están acompañadas por esposas y madres de los miembros de la Policía. El grupo ha estado apoyando el pedido con vigilias y hasta ayunos voluntarios. Las mujeres levantaron las medidas pero, como todos, estarán atentas al desarrollo de las negociaciones en La Paz.

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