La minería ilegal en Honduras es "la esclavitud del siglo XXI"
Tegucigalpa, EP
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha calificado este miércoles las condiciones en las que trabajan los mineros de la zona sur de Honduras como "la esclavitud del siglo XXI" y ha añadido que trabajará para garantizar su seguridad, después de que ocho trabajadores quedaran atrapados la semana pasada en una de estas minas ilegales.
Por ello, el gobierno de Honduras ha anunciado que intervendrá en la mina artesanal de San Juan Arriba, ubicada en el municipio de El Corpus, departamento de Choluteca, para garantizar la seguridad de los obreros que allí trabajan. En este complejo en situación irregular se produjo el suceso que ha conmocionado al país.
"Vamos a intervenir para que una buena cantidad de hectáreas quede para una alianza público-comunitaria y que los mineros, la gente humilde, sean socios y no sigan siendo explotados o de alguna manera perversa mal conducidos", ha añadido el mandatario, en unas declaraciones que publica el diario hondureño 'El Heraldo'.
En lo que respecta al suceso, Hernández ha recordado que no es la primera vez que ocurre un accidente en el sector y ha denunciado que "solo 30 minutos antes de que ocurriera la tragedia en San Juan Arriba, (los responsables de la mina ilegal) sacaron a punta de pistola a los inspectores de la Secretaría del Trabajo".
El presidente ha anunciado que durante el tiempo que tarde el proceso de conversión de la actual mina, el Ejecutivo se va a encargar de atender a las 600 familias que dependen de la minería en San Juan Arriba, con el objetivo de que puedan llegar a tener "un verdadero beneficio".
Unos 40 compañeros de los mineros que permanecen desaparecidos desde la semana pasada tras el derrumbe de la mina ilegal San Juan Arriba, en el sur de Honduras, han continuado por su cuenta la búsqueda después de que las autoridades decidieran ayer suspenderla por el riesgo de nuevos desprendimientos y ante la certeza de que no seguirían vivos.
Las autoridades y los equipos de rescate decidieron suspender la búsqueda en base a un informe elaborado por tres geólogos y un ingeniero en minas que confirma la existencia de una falla de 300 metros que atraviesa la mina y que en cualquier momento podría provocar un derrumbe total.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha calificado este miércoles las condiciones en las que trabajan los mineros de la zona sur de Honduras como "la esclavitud del siglo XXI" y ha añadido que trabajará para garantizar su seguridad, después de que ocho trabajadores quedaran atrapados la semana pasada en una de estas minas ilegales.
Por ello, el gobierno de Honduras ha anunciado que intervendrá en la mina artesanal de San Juan Arriba, ubicada en el municipio de El Corpus, departamento de Choluteca, para garantizar la seguridad de los obreros que allí trabajan. En este complejo en situación irregular se produjo el suceso que ha conmocionado al país.
"Vamos a intervenir para que una buena cantidad de hectáreas quede para una alianza público-comunitaria y que los mineros, la gente humilde, sean socios y no sigan siendo explotados o de alguna manera perversa mal conducidos", ha añadido el mandatario, en unas declaraciones que publica el diario hondureño 'El Heraldo'.
En lo que respecta al suceso, Hernández ha recordado que no es la primera vez que ocurre un accidente en el sector y ha denunciado que "solo 30 minutos antes de que ocurriera la tragedia en San Juan Arriba, (los responsables de la mina ilegal) sacaron a punta de pistola a los inspectores de la Secretaría del Trabajo".
El presidente ha anunciado que durante el tiempo que tarde el proceso de conversión de la actual mina, el Ejecutivo se va a encargar de atender a las 600 familias que dependen de la minería en San Juan Arriba, con el objetivo de que puedan llegar a tener "un verdadero beneficio".
Unos 40 compañeros de los mineros que permanecen desaparecidos desde la semana pasada tras el derrumbe de la mina ilegal San Juan Arriba, en el sur de Honduras, han continuado por su cuenta la búsqueda después de que las autoridades decidieran ayer suspenderla por el riesgo de nuevos desprendimientos y ante la certeza de que no seguirían vivos.
Las autoridades y los equipos de rescate decidieron suspender la búsqueda en base a un informe elaborado por tres geólogos y un ingeniero en minas que confirma la existencia de una falla de 300 metros que atraviesa la mina y que en cualquier momento podría provocar un derrumbe total.