Iker Casillas se enfrenta a un futuro que se encuentra cada vez más lejos del Madrid
Madrid, El Confidencial
Límite 1 de agosto. Esa es la fecha que han marcado los dirigentes del Real Madrid para resolver todas las incógnitas que rodean a la portería madridista. El enredo continúa vigente. No hay solución y el asunto comienza a inquietar por la zona noble del Bernabéu. Todos saben que el problema existe y que el futuro de la portería blanca cada día apunta más a una imposible convivencia entre Iker Casillas y Diego López. El capitán tiene que recuperar esa alegría perdida y cada día que pasa parece que en el Real Madrid es más complicado que lo logre.
Radio Nacional apuntó el pasado fin de semana hacia la salida de Iker Casillas. Verdad o no, lo cierto es que la sensación que hay en el ambiente madridista apunta a un adiós del portero como solución a una crisis iniciada en diciembre de 2012, momento en el que Mourinho decidió sentar al portero en La Rosaleda en un partido de Liga ante el Málaga.
Tras la reunión que mantuvo el todavía capitán blanco con Florentino Pérez horas después de ganar la Champions, el contacto entre el jugador y el club se produce a través de Carlo Cutropía, agente de Casillas, y José Ángel Sánchez, director general del club blanco. Hasta el próximo lunes, los internacionales españoles no regresan a los entrenamientos y será el momento para comprobar cómo y en qué estado se encuentra un jugador comprometido con el conjunto blanco desde el día que pisó la antigua Ciudad Deportiva.
En esas conversaciones se ha hablado de lo complicado del ambiente que hay creado alrededor de la figura de Casillas, de la aparición de supuestos equipos interesados en su fichaje... acompañadas de dudas respecto a la conveniencia de su continuidad en el Real Madrid.
Los mensajes hablan, cada día de manera más insistente, de un adiós de Casillas. Las señales que se emiten giran todas alrededor de una despedida a veinte años de compromiso con el club blanco. El momento de forma de uno y otro portero, al menos por lo visto en la pasada Liga, final de Champions y Mundial, apunta a que el titular será Diego López, algo que resultaría muy duro para Casillas, circunstancia que le está empujando a adoptar la solución del cambio de aires. Por otro lado, el portero gallego tiene claro que su sitio está en el Real Madrid. No tiene dudas pese a las reiteradas llamadas del Nápoles de Benítez.
Lo sucedido en el Mundial no fue lo deseado por el Real Madrid en ninguno de los dos supuestos, ni en el de la continuidad, ni en el de una posible venta. Las dudas de la final de la Champions aumentaron en Brasil, ayudando a que esa nebulosa que hay en el Bernabéu, y que pide su marcha, aumente y tenga razones para hacerlo.
Esas lagunas no han ayudado para que alguno de esos equipos que habían llamado a la puerta de Casillas insistan en el interés en contratar al campeón del mundo en 2010. Los tres años de contrato, a razón de nueve millones de euros, no ayudan a encontrar un posible destino. Por el momento, el jugador no ha dicho claramente que quiera abandonar la disciplina del Real Madrid. Se filtra el interés, pero por el momento de ahí no ha pasado. Lo que sí tiene claro, tanto él como los dirigentes del club, es que el futuro no pasa por seguir de blanco.
Límite 1 de agosto. Esa es la fecha que han marcado los dirigentes del Real Madrid para resolver todas las incógnitas que rodean a la portería madridista. El enredo continúa vigente. No hay solución y el asunto comienza a inquietar por la zona noble del Bernabéu. Todos saben que el problema existe y que el futuro de la portería blanca cada día apunta más a una imposible convivencia entre Iker Casillas y Diego López. El capitán tiene que recuperar esa alegría perdida y cada día que pasa parece que en el Real Madrid es más complicado que lo logre.
Radio Nacional apuntó el pasado fin de semana hacia la salida de Iker Casillas. Verdad o no, lo cierto es que la sensación que hay en el ambiente madridista apunta a un adiós del portero como solución a una crisis iniciada en diciembre de 2012, momento en el que Mourinho decidió sentar al portero en La Rosaleda en un partido de Liga ante el Málaga.
Tras la reunión que mantuvo el todavía capitán blanco con Florentino Pérez horas después de ganar la Champions, el contacto entre el jugador y el club se produce a través de Carlo Cutropía, agente de Casillas, y José Ángel Sánchez, director general del club blanco. Hasta el próximo lunes, los internacionales españoles no regresan a los entrenamientos y será el momento para comprobar cómo y en qué estado se encuentra un jugador comprometido con el conjunto blanco desde el día que pisó la antigua Ciudad Deportiva.
En esas conversaciones se ha hablado de lo complicado del ambiente que hay creado alrededor de la figura de Casillas, de la aparición de supuestos equipos interesados en su fichaje... acompañadas de dudas respecto a la conveniencia de su continuidad en el Real Madrid.
Los mensajes hablan, cada día de manera más insistente, de un adiós de Casillas. Las señales que se emiten giran todas alrededor de una despedida a veinte años de compromiso con el club blanco. El momento de forma de uno y otro portero, al menos por lo visto en la pasada Liga, final de Champions y Mundial, apunta a que el titular será Diego López, algo que resultaría muy duro para Casillas, circunstancia que le está empujando a adoptar la solución del cambio de aires. Por otro lado, el portero gallego tiene claro que su sitio está en el Real Madrid. No tiene dudas pese a las reiteradas llamadas del Nápoles de Benítez.
Lo sucedido en el Mundial no fue lo deseado por el Real Madrid en ninguno de los dos supuestos, ni en el de la continuidad, ni en el de una posible venta. Las dudas de la final de la Champions aumentaron en Brasil, ayudando a que esa nebulosa que hay en el Bernabéu, y que pide su marcha, aumente y tenga razones para hacerlo.
Esas lagunas no han ayudado para que alguno de esos equipos que habían llamado a la puerta de Casillas insistan en el interés en contratar al campeón del mundo en 2010. Los tres años de contrato, a razón de nueve millones de euros, no ayudan a encontrar un posible destino. Por el momento, el jugador no ha dicho claramente que quiera abandonar la disciplina del Real Madrid. Se filtra el interés, pero por el momento de ahí no ha pasado. Lo que sí tiene claro, tanto él como los dirigentes del club, es que el futuro no pasa por seguir de blanco.