Holanda extradita a Estados Unidos a un jefe de sicarios del cártel de Sinaloa
Rodrigo Aréchiga, El Chino Ántrax, enfrentará un juicio en una corte de San Diego (California) por tráfico de drogas
Luis Pablo Beauregard
México, El País
El presunto narcotraficante José Rodrigo Aréchiga Gamboa, conocido como El Chino Ántrax, llegó la tarde de este jueves a San Diego California procedente de Holanda escoltado por agentes del Servicio de Marshals, afirmó en un comunicado la DEA, la agencia estadounidense antidrogas. El imputado, que ha sido señalado como líder de un grupo de sicarios llamado Los Ántrax, al servicio del poderoso cártel de Sinaloa, fue extraditado para enfrentar un juicio en una corte de California que lo acusa de conspirar para traficar metanfetaminas, cocaína y marihuana. De ser hallado culpable sería enviado a un penal de alta seguridad para purgar la cadena perpetua.
El Chino Ántrax fue detenido el 30 de diciembre en el aeropuerto de Ámsterdam minutos después de haber bajado de un vuelo de KLM procedente de la Ciudad de México. Las autoridades le hallaron un pasaporte a nombre de Norberto Sicairos García, una persona que había fallecido tres años atrás. Llevaba varios teléfonos móviles y tres billetes de avión. La DEA asegura que Aréchiga ha tendido “significativas cirugías estéticas” y ha tratado de “alterar sus huellas dactilares” para engañar a las autoridades. Para su detención fueron necesarias técnicas forenses.
Estados Unidos había solicitado la extradición del presunto narcotraficante desde el pasado 3 de enero. A finales de junio una la corte de Haarlem falló en contra del acusado y aprobó su envío a América. “La Corte autoriza la extradición a Estados Unidos de José Rodrigo Aréchiga Gamboa para ser enjuiciado por delios cometidos en el periodo 2008-2013”, dice el fallo citado por el diario mexicano Reforma. La DEA cree que como jefe del grupo de sicarios era también el encargado de "proveer seguridad a los cargamentos de narcóticos y de otras operaciones".
Dennis Wolters, el abogado holandés del imputado, explicó que si existen nuevas acusaciones que surjan en Estados Unidos, como podría ser el asesinato o lavado de dinero, estas deberán de ser consultadas con la Justicia holandesa, ya que fue la responsable de su detención.
Aréchiga era conocido como un narco “vanidoso” en Sinaloa. Creció en un humilde barrio de Culiacán, la capital del Estado y con el tiempo llegó a ser guardaespaldas de los hijos de Ismael Zambada, el Mayo, el capo mayor de la organización. Cerca de la cúpula de la organización el dinero comenzó a fluir y eso transformó a ese niño que tuvo poco cuando pequeño.
Las autoridades holandesas y estadounidenses han admitido su sorpresa al ver expuesta la vida de lujos de Aréchiga en sus cuentas de redes sociales. En Instagram, una plataforma para compartir fotografías, tenía más de 100.000 seguidores que le seguían la pista mientas presumía sus viajes a Madrid, Las Vegas, Japón, Oriente Medio y hasta festivales de música electrónica en Bélgica. Cada imagen que subía tenía el rosto borrado. Hoy, Aréchiga tendrá que dar la cara ante la Justicia de Estados Unidos por los delitos que ha cometido.
Luis Pablo Beauregard
México, El País
El presunto narcotraficante José Rodrigo Aréchiga Gamboa, conocido como El Chino Ántrax, llegó la tarde de este jueves a San Diego California procedente de Holanda escoltado por agentes del Servicio de Marshals, afirmó en un comunicado la DEA, la agencia estadounidense antidrogas. El imputado, que ha sido señalado como líder de un grupo de sicarios llamado Los Ántrax, al servicio del poderoso cártel de Sinaloa, fue extraditado para enfrentar un juicio en una corte de California que lo acusa de conspirar para traficar metanfetaminas, cocaína y marihuana. De ser hallado culpable sería enviado a un penal de alta seguridad para purgar la cadena perpetua.
El Chino Ántrax fue detenido el 30 de diciembre en el aeropuerto de Ámsterdam minutos después de haber bajado de un vuelo de KLM procedente de la Ciudad de México. Las autoridades le hallaron un pasaporte a nombre de Norberto Sicairos García, una persona que había fallecido tres años atrás. Llevaba varios teléfonos móviles y tres billetes de avión. La DEA asegura que Aréchiga ha tendido “significativas cirugías estéticas” y ha tratado de “alterar sus huellas dactilares” para engañar a las autoridades. Para su detención fueron necesarias técnicas forenses.
Estados Unidos había solicitado la extradición del presunto narcotraficante desde el pasado 3 de enero. A finales de junio una la corte de Haarlem falló en contra del acusado y aprobó su envío a América. “La Corte autoriza la extradición a Estados Unidos de José Rodrigo Aréchiga Gamboa para ser enjuiciado por delios cometidos en el periodo 2008-2013”, dice el fallo citado por el diario mexicano Reforma. La DEA cree que como jefe del grupo de sicarios era también el encargado de "proveer seguridad a los cargamentos de narcóticos y de otras operaciones".
Dennis Wolters, el abogado holandés del imputado, explicó que si existen nuevas acusaciones que surjan en Estados Unidos, como podría ser el asesinato o lavado de dinero, estas deberán de ser consultadas con la Justicia holandesa, ya que fue la responsable de su detención.
Aréchiga era conocido como un narco “vanidoso” en Sinaloa. Creció en un humilde barrio de Culiacán, la capital del Estado y con el tiempo llegó a ser guardaespaldas de los hijos de Ismael Zambada, el Mayo, el capo mayor de la organización. Cerca de la cúpula de la organización el dinero comenzó a fluir y eso transformó a ese niño que tuvo poco cuando pequeño.
Las autoridades holandesas y estadounidenses han admitido su sorpresa al ver expuesta la vida de lujos de Aréchiga en sus cuentas de redes sociales. En Instagram, una plataforma para compartir fotografías, tenía más de 100.000 seguidores que le seguían la pista mientas presumía sus viajes a Madrid, Las Vegas, Japón, Oriente Medio y hasta festivales de música electrónica en Bélgica. Cada imagen que subía tenía el rosto borrado. Hoy, Aréchiga tendrá que dar la cara ante la Justicia de Estados Unidos por los delitos que ha cometido.