¿Fue peor el 'Mineirazo' que el 'Maracanazo'?


Brasil, DPA
Un día después de la peor derrota de su historia (1-7 ante Alemania), Brasil se pregunta si la debacle de Belo Horizonte, que ya ha sido popularmente bautizada como el 'Mineirazo' por el nombre del estadio, supera al 'Maracanazo', la pérdida del Mundial de 1950 ante Uruguay (1-2) que provocó la mayor conmoción de la historia del fútbol del país.


"Brasil necesita el Mundial para exorcizar el fantasma del Maracanazo. Un fantasma que vive durante más de 50 años". Las palabras del viceministro de Deportes brasileño, Luis Fernandes, en Madrid a 100 días del comienzo de la Copa del Mundo, ilustraban el sentimiento generalizado; la victoria era necesaria para acabar con el que se consideraba el peor recuerdo de su historia.

Poco más de cuatro meses después, el debate se centra en qué fue peor, perder un Mundial que se creía ganado o ser humillado en su propia casa. Y se establecen comparaciones:

1.- Una pesadilla para una nueva generación. El 63 por ciento de la población de Brasil no había nacido cuando se produjo el 'Maracanazo'. El 16 de julio de 1950, tan sólo presenciaron el partido 174.000 espectadores, según los datos oficiales de la FIFA, varios millones lo escucharon por la radio o lo leyeron en la prensa al día siguiente y el "boca a boca" hizo el resto, lo que aumentó su carácter de leyenda. Ahora, la transmisión con audiencias millonarias y las redes sociales han convertido al "Mineirazo" en la pesadilla de una nueva generación de aficionados. Todos saben qué ocurrió realmente.

2.- La respuesta de la afición. "El Maracaná sólo lo han logrado silenciar tres personas; Frank Sinatra, el Papa y yo". Alcides Ghiggia explicaba de esta forma la conmoción que provocó su gol en el Maracaná. Porque los jugadores uruguayos aseguraban que, al comienzo del partido no se oían entre ellos de la algarabía que había en las gradas y que, de pronto, todo quedó en silencio, lo que marcó a los brasileños. En Belo Horizonte, la respuesta de la afición canarinha distó del silencio: Silbaron a sus jugadores y hasta corearon con "olés" y aplaudieron las jugadas de los alemanes.

3.- Trayectorias distintas. La selección de 1950 llegó al partido contra Uruguay avalada por las goleadas a Suecia (7-1) y España (6-1), otras dos potencias. La selección brasileña de Scolari sufrió lo indecible con Chile, a la que derrotó en la tanda de penaltis, y acabo pidiendo la hora frente a Colombia (2-1).

4.- Brasil no era favorita. O por lo menos se le discutía esa condición. Las ruedas de prensa previas al partido en Belo Horizonte se centraron en si Brasil, sin Neymar, seguía siendo favorita. En 1950 nadie apostaba por Uruguay. La prensa brasileña ya había compuesto sus portadas con el titular de "Brasil campeona del mundo". Ahora, la afición canarinha estaba preparada para una derrota, lo que no esperaba era una humillación.

5.- Un futuro incierto. Brasil tardó ocho años en recuperarse del Maracanazo. Lo hizo de la mano de Pelé, Garrincha y una generación de artistas que recuperaron el orgullo del país. Ahora, nadie sabe hacia dónde virará, porque Scolari dejó de lado la tradición del fútbol brasileño. Su plan era simple, una defensa fuerte, Neymar y mucho sentimiento. Cuando cayó lesionado Neymar, dio prioridad a la parte emocional. Alemania le ganó con fútbol. La escuela brasileña, que en los últimos años ha dado prioridad a la condición física sobre el talento, se encuentra sin nada atractivo detrás del barcelonista.

Lo que dice la prensa brasileña

Vejamen, vergüenza en el país del fútbol, humillación: la prensa brasileña no ahorró críticas el miércoles contra su selección y su entrenador, y exigió un cambio de rumbo tras la caída estrepitosa ante Alemania que "revivió el trauma de 1950".

"Selección sufre la peor derrota de la historia", tituló a toda página el diario Folha de Sao Paulo, sobre una enorme fotografía muy oscura donde apenas destaca el trágico marcador 7-1 del estadio Mineirao de Belo Horizonte donde se jugó el partido.

El diario recuerda que por segunda vez Brasil perdió su oportunidad de ser campeón en casa, aunque hace una diferencia entre el Mundial de 1950, cuando cayó por 2-1 contra Uruguay en una final "trágica", y éste: "La derrota de 2014 estuvo marcada por la humillación".

"El infierno de Dante", tituló su columna de opinión el comentarista deportivo Juca Kfouri, que en su texto para Folha dijo que Brasil retrocedió tanto en su fútbol que "invertimos las prioridades".

"Esta derrota tiene que servir para hacer de esta merecida lección una base para los nuevos tiempos" tal como los alemanes hicieron después de su Mundial de 2006, comentó, y pidió castigo a los corruptos del fútbol y saneamiento de las finanzas de los clubes.

"Tiempo de cambio", escribió el diario O Estado de Sao Paulo. "El fútbol brasileño necesitará un choque de gestión e inversiones en estructura para intentar borrar el fiasco de la Copa del Mundo en los próximos años", planteó.

Rediseño del organigrama y cargos más profesionales es el primer paso para la remodelación, insistió O Estado.

Y abundó: "No hay ni rastro del fútbol de Pelé, Garrincha, Romario, Ronaldo y tantos otros, en un proceso de desconfiguración que se aceleró a lo largo de los últimos años".

"Felicitaciones", escribió con ironía en su portada el popular rotativo Extra, sobre una enorme fotografía en blanco y negro del gol de Alcides Ghiggia que dio el triunfo a Uruguay en el 'Maracanazo'.

¿Para quién las felicitaciones? "Para los vicecampeones de 1950, que siempre fueron acusados del mayor vejamen del fútbol brasileño. Ayer conocimos lo que es un vejamen de verdad", añadió Extra en el subtítulo.

"¡Vete tú al infierno, Felipao!", tituló el popular diario O Dia de Rio de Janeiro, señalando que el técnico, "responsable de la peor humillación de la Seleçao en más de un siglo de historia", mandó al infierno la semana pasada a quienes no gustaran su manera de hacer las cosas.

Para O Dia, los problemas de la Seleçao van desde la presión que sintió por ganar en casa, un mediocampo "estático" y "sin creación" hasta la 'Neymardependencia': "Contra Alemania, la selección no resistió sin el camisa 10", que quedó fuera del mundial en cuartos de final tras sufrir una fractura en una vértebra lumbar en el partido con Colombia.

Hasta el diario Valor, una publicación económica muy seria y respetada en Brasil, se sumó al sentir general: "Vejamen de la selección choca al país", tituló el periódico, que se pregunta "cuál será el impacto del desastre en la campaña presidencial que ya comenzó".

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