Francia dice que los pilotos del avión de Swiftair pidieron regresar

Las autoridades temen que los datos de las cajas negras no sean legibles

Gabriela Cañas
París, El País
La segunda caja negra del avión español de Swiftair, operado para Air Algérie, que se estrelló el pasado jueves en Malí, provocando la muerte de 118 personas, ya está en París. El ministro de Asuntos Exteriores Laurent Fabius, en comparecencia pública, ha asegurado que esta segunda caja ha llegado a primera hora de la mañana al aeropuerto de Charles de Gaulle y que ya la están examinando en las dependencias de la oficina de análisis de accidentes (BEA). A su lado, el secretario de Estado de Transportes Frédéric Cuvillier dejó entrever un problema grave a la investigación: no se sabe si los datos son legibles.


Esta segunda caja es la que habría registrado los últimos minutos de conversación en la cabina de la aeronave siniestrada. La otra caja, en París desde el sábado, es la que registra los datos del avión en el momento de la catástrofe, como la altura, la velocidad o la presión en cabina. Es el análisis de ambas cajas de manera conjunta lo que podría despejar la incógnita de lo ocurrido en esta tragedia en la que viajaban 54 franceses y cuya tripulación —de seis miembros— era española.

Francia mantiene desde el primer momento que la hipótesis más probable es que se haya tratado de un accidente, bien provocado por el mal tiempo (había una intensa tormenta en la zona del siniestro), bien por un fallo mecánico, por la impericia de la tripulación o por un cúmulo de alguno de esos factores. La actividad terrorista en la zona es de baja intensidad y se descarta que un misil impactara en el avión. Sin embargo, el Gobierno de François Hollande mantiene todas las hipótesis abiertas. "Lo único seguro", ha dicho hoy Fabius, es que había una tormenta "y que el piloto pidió a la torre de control desviarse y, después, dar media vuelta".

La escasez de novedades sobre esta terrible catástrofe no impide que el Gobierno francés siga mostrando un apoyo prioritario tanto a la investigación de una catástrofe que ha dejado el avión "pulverizado", como ha indicado el propio Fabius, como a los familiares de las víctimas. Según el responsable de la política exterior gala, las autoridades están dispuestas a atender "las peticiones legítimas" de las familias de visitar el lugar de la tragedia.

España, con diez expertos en accidentes aéreos, está colaborando estrechamente, según Fabius, en la investigación de los hechos. La dirección de la investigación del siniestro del MD-83 de Swiftair en principio está en manos de las autoridades de Mali, por ser el país donde se produjo, pero Bamako ha pedido asistencia a Francia, y en particular al BEA.

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