El chino Xi suscribe 29 acuerdos con Castro en la visita a Cuba
El presidente chino llega a La habana a tomar el pulso a las reformas
Maye Primera
Miami, El País
El presidente Xi Jinping aterrizó el martes en La Habana y suscribió con su homólogo Raúl Castro 29 nuevos acuerdos en las áreas de finanzas, biotecnología, agricultura, infraestructuras y energías renovables. Entre los convenios firmados en el palacio de la Revolución destacan uno para la cooperación en el ciberespacio, una línea de crédito de Pekín para construir una terminal en el puerto de Santiago de Cuba, informa el portal de noticias Cuba debate, citado por Efe.
En el ámbito económico, ambas partes acordaron protocolos para controlar la calidad del tabaco y del azúcar que Cuba exporta a China. También intercambios en biotecnología, el desarrollo de energías renovables y vigilancia ambiental.
Antes, el presidente Xi había visitado al líder cubano Fidel Castro, al que presentó “el respeto” del pueblo chino, y del que alabó su “buen estado de salud” a las puertas de los 88 años. "Usted es el fundador de las causas de la revolución y la construcción de Cuba y también de la relación entre China y Cuba", le dijo Xi.
Estaba previsto que Xi y Castro trataran las nuevas condiciones establecidas en la Ley para la Inversión Extranjera, aprobada por Cuba en marzo pasado. Entre otros cambios, la norma permitirá que los inversores foráneos traigan su propia mano de obra para desarrollar construcciones en la isla, un aspecto que ha lastrado la ejecución de las obras pactadas por Pekín y La Habana en los últimos 15 años.
Xi viaja para conocer de primera mano las reformas económicas adelantadas por Cuba, sobre todo en el área de la inversión extranjera, con miras a concretar viejos y nuevos negocios que, pese a la histórica relación política entre ambos Gobiernos, no han llegado a ejecutarse. Esta es la cuarta y última escala de la gira que durante la última semana ha emprendido Xi por América Latina y que lo ha llevado antes a Brasil, Argentina y Venezuela, donde ha firmado préstamos millonarios y decenas de acuerdos de cooperación. El Gobierno de Raúl Castro aspira a que ocurra lo mismo en la isla, pero antes China deberá cerciorarse de que Cuba ha cumplido con los deberes.
“China ha tocado el clarín para la profundización integral de la reforma, en tanto que Cuba ya se encuentra impulsando de forma integral la actualización del modelo económico, lo cual constituye nuevas e importantes oportunidades de desarrollo para los lazos chino-cubanos”, ha dicho Xi Jinping en un comunicado difundido por los medios oficiales cubanos tras su llegada a La Habana.
Tanto Raúl como Fidel Castro han subrayado esta semana el papel clave de la inversión china para el desarrollo de la región, con importantes reservas petroleras, minerales y de agua dulce. “Tenemos el desafío de trabajar por la industrialización de nuestros recursos naturales y agrícolas, de incrementar y diversificar las exportaciones, y (…) alcanzar una balanza comercial más equilibrada, en lo que pueden desarrollar un papel de importancia los vínculos con la República Popular China”, dijo Raúl Castro en Brasilia el pasado 17 de julio, durante el encuentro que sostuvo Xi con los líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En un artículo publicado el lunes en Granma y firmado por Fidel Castro, el viejo líder afirma también que “el aporte que Rusia y China pueden hacer en la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico de Suramérica y el Caribe es decisivo”.
China, sin embargo, mantiene en Cuba importantes negocios petroleros y está a cargo de la explotación de varios pozos en la costa norte de la isla. En junio de 2011, el entonces vicepresidente chino Xi Jinping firmó en La Habana 13 acuerdos energéticos y económicos, entre ellos, dos proyectos para ampliar la refinería de petróleo de Cienfuegos y construir una planta de gas líquido junto con Venezuela. A fines de ese mismo año, Pekín terminó la construcción de la plataforma Scarabeo-9 para perforación en aguas profundas de la Zona Económica Exclusiva de Cuba, en el golfo de México. A pesar de estos altibajos, China es el segundo socio comercial de Cuba, tras Venezuela, con un intercambio comercial bilateral que pasó de 590 millones de dólares (unos 438 millones de euros) en 2004 a 1.400 millones de dólares en 2013.
En los últimos 17 años, Raúl Castro ha viajado a Pekín tres veces: en 1997 y 2005 para conocer el “experimento chino” de reforma económica sin apertura política, y en 2012, en busca del apoyo de sus viejos socios a la renovación de su modelo socialista. Su aspiración es concretar la participación china en la Zona de Desarrollo Especial del puerto del Mariel, la mayor apuesta cubana para atraer inversión extranjera y superar el estancamiento económico.
Maye Primera
Miami, El País
El presidente Xi Jinping aterrizó el martes en La Habana y suscribió con su homólogo Raúl Castro 29 nuevos acuerdos en las áreas de finanzas, biotecnología, agricultura, infraestructuras y energías renovables. Entre los convenios firmados en el palacio de la Revolución destacan uno para la cooperación en el ciberespacio, una línea de crédito de Pekín para construir una terminal en el puerto de Santiago de Cuba, informa el portal de noticias Cuba debate, citado por Efe.
En el ámbito económico, ambas partes acordaron protocolos para controlar la calidad del tabaco y del azúcar que Cuba exporta a China. También intercambios en biotecnología, el desarrollo de energías renovables y vigilancia ambiental.
Antes, el presidente Xi había visitado al líder cubano Fidel Castro, al que presentó “el respeto” del pueblo chino, y del que alabó su “buen estado de salud” a las puertas de los 88 años. "Usted es el fundador de las causas de la revolución y la construcción de Cuba y también de la relación entre China y Cuba", le dijo Xi.
Estaba previsto que Xi y Castro trataran las nuevas condiciones establecidas en la Ley para la Inversión Extranjera, aprobada por Cuba en marzo pasado. Entre otros cambios, la norma permitirá que los inversores foráneos traigan su propia mano de obra para desarrollar construcciones en la isla, un aspecto que ha lastrado la ejecución de las obras pactadas por Pekín y La Habana en los últimos 15 años.
Xi viaja para conocer de primera mano las reformas económicas adelantadas por Cuba, sobre todo en el área de la inversión extranjera, con miras a concretar viejos y nuevos negocios que, pese a la histórica relación política entre ambos Gobiernos, no han llegado a ejecutarse. Esta es la cuarta y última escala de la gira que durante la última semana ha emprendido Xi por América Latina y que lo ha llevado antes a Brasil, Argentina y Venezuela, donde ha firmado préstamos millonarios y decenas de acuerdos de cooperación. El Gobierno de Raúl Castro aspira a que ocurra lo mismo en la isla, pero antes China deberá cerciorarse de que Cuba ha cumplido con los deberes.
“China ha tocado el clarín para la profundización integral de la reforma, en tanto que Cuba ya se encuentra impulsando de forma integral la actualización del modelo económico, lo cual constituye nuevas e importantes oportunidades de desarrollo para los lazos chino-cubanos”, ha dicho Xi Jinping en un comunicado difundido por los medios oficiales cubanos tras su llegada a La Habana.
Tanto Raúl como Fidel Castro han subrayado esta semana el papel clave de la inversión china para el desarrollo de la región, con importantes reservas petroleras, minerales y de agua dulce. “Tenemos el desafío de trabajar por la industrialización de nuestros recursos naturales y agrícolas, de incrementar y diversificar las exportaciones, y (…) alcanzar una balanza comercial más equilibrada, en lo que pueden desarrollar un papel de importancia los vínculos con la República Popular China”, dijo Raúl Castro en Brasilia el pasado 17 de julio, durante el encuentro que sostuvo Xi con los líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En un artículo publicado el lunes en Granma y firmado por Fidel Castro, el viejo líder afirma también que “el aporte que Rusia y China pueden hacer en la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico de Suramérica y el Caribe es decisivo”.
China, sin embargo, mantiene en Cuba importantes negocios petroleros y está a cargo de la explotación de varios pozos en la costa norte de la isla. En junio de 2011, el entonces vicepresidente chino Xi Jinping firmó en La Habana 13 acuerdos energéticos y económicos, entre ellos, dos proyectos para ampliar la refinería de petróleo de Cienfuegos y construir una planta de gas líquido junto con Venezuela. A fines de ese mismo año, Pekín terminó la construcción de la plataforma Scarabeo-9 para perforación en aguas profundas de la Zona Económica Exclusiva de Cuba, en el golfo de México. A pesar de estos altibajos, China es el segundo socio comercial de Cuba, tras Venezuela, con un intercambio comercial bilateral que pasó de 590 millones de dólares (unos 438 millones de euros) en 2004 a 1.400 millones de dólares en 2013.
En los últimos 17 años, Raúl Castro ha viajado a Pekín tres veces: en 1997 y 2005 para conocer el “experimento chino” de reforma económica sin apertura política, y en 2012, en busca del apoyo de sus viejos socios a la renovación de su modelo socialista. Su aspiración es concretar la participación china en la Zona de Desarrollo Especial del puerto del Mariel, la mayor apuesta cubana para atraer inversión extranjera y superar el estancamiento económico.