EE UU se involucra de lleno en la búsqueda de un alto el fuego en Gaza
La suspensión de vuelos, prorrogada 24 horas más, preocupa a los israelíes
Carmen Rengel
Jerusalén, El País
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, constató este miércoles que se están dando “algunos pasos” para avanzar hacia un alto el fuego entre Israel y Hamás. Sin embargo, para cortocircuitar cualquier exceso de optimismo, recalcó que queda “mucho trabajo por hacer” para que cesen las hostilidades. Esa fue su conclusión tras entrevistarse en Ramala con el presidente palestino, Mahmud Abbas, y con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Jerusalén.
Kerry defendió que el acuerdo propuesto por Egipto, que ejerce de mediador —y que consiste en una tregua total por ambas partes y, luego, un proceso de negociación en El Cairo—, es la mejor opción para poner fin a la cruenta operación sobre Gaza. Kerry se reunió este miércoles por la noche con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. El estadounidense abandonó Israel rumbo a El Cairo sin que trascendiera ninguna novedad.
Las negociaciones arrancaron con un nuevo escenario, el generado por el presidente Abbas tras hacer suyas las exigencias de Hamás para cesar en sus ataques. De madrugada, en un encuentro en el palacio presidencial de Ramala, el máximo órgano de decisión palestino había respaldado la demanda de que cese el bloqueo impuesto sobre la Franja desde que Hamás se hizo con el poder en 2007. Es la reclamación clave esencial de los islamistas, que también exigen la liberación de palestinos arrestados en las redadas para localizar a los tres jóvenes judíos asesinados en Cisjordania en junio.
Este cierre de filas supone una notable novedad respecto a la postura del rais palestino en la última gran operación israelí, Pilar Defensivo, en noviembre de 2012, cuando su papel mediador fue menor y cuando su llamamiento al fin del cerco fue poco encendido, desplazado como estuvo del proceso de toma de decisiones. Ahora Abbas sabe que Hamás no va a querer ceder para volver al statu quo previo a esta crisis, necesita darle ese aval para arrastrarlo a la mesa de negociaciones y, además, así evidencia su compromiso real con su nuevo socio, con quien el pasado 23 de abril firmó la paz tras siete años de disputas, abriendo las puertas a un Gobierno de unidad que da sus primeros pasos en mitad de las bombas.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) emitió un comunicado en el que fijó claramente este apoyo a Hamás. “Sus demandas para poner fin a la agresión [por parte de Israel] y de que se levante el bloqueo en todas sus formas son las demandas de todo el pueblo palestino”, resaltó Yasser Abed Rabbo, miembro de su comité ejecutivo. Habló además de su “confianza” en que Gaza “no sea vencida” gracias al apoyo, “a través de todos los medios posibles”, del resto de los palestinos.
Hamás aún no pertenece a la OLP pero justo uno de los puntos del acuerdo de unidad contempla que, en los próximos meses, integre bajo su abrigo a todas las facciones palestinas para lograr una única cabeza política. Eso implica también, como ha recordado Abbas reiteradamente, asumir todos los acuerdos previos rubricados por la OLP, en los que reconoce la legitimidad de Israel y rechaza el uso de toda forma de violencia.
Israel, más allá de los despachos, centraba este miércoles su atención en el veto de las grandes compañías aéreas de Estados Unidos y Europa a todo viaje al aeropuerto internacional de Ben Gurion, por motivos de seguridad, después de que el martes un cohete de las milicias impactase en la localidad anexa de Yehud. Todas ellas, desde las aglutinadas en la Administración Federal de Aviación de EE UU hasta firmas potentes europeas como Lufthansa o Air France, renovaron al menos 24 horas su decisión. El Ministerio de Transporte ofreció el sureño aeródromo de Ovda, a tres horas y media de Jerusalén, pero la noche de este miércoles sólo la italiana Neos había aceptado esta alternativa. De los 55.000 pasajeros previstos para este miércoles, aterrizaron 32.000, confirmó el ministerio. “Cerrar el espacio aéreo de Israel es una victoria de la resistencia”, se felicitó un portavoz de Hamás, según la agencia palestina Maan.
Los muertos civiles se elevaron este miércoles a tres en Israel al fallecer un trabajador tailandés. El Ejército informó de que más de 2.000 proyectiles disparados desde Gaza han impactado en su territorio en estas dos semanas, 60 este miércoles. Los militares caídos en combate con Hamás ascienden a 32. Al entierro de uno de ellos, un joven norteamericano recién reclutado y que vivía solo en el país, acudieron 30.000 personas, convocadas por redes sociales. Más de 50 reservistas han firmado una carta, publicada en The Washington Post, en la que rechazan servir en el Ejército por la “opresión” que ejerce sobre Palestina.
Carmen Rengel
Jerusalén, El País
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, constató este miércoles que se están dando “algunos pasos” para avanzar hacia un alto el fuego entre Israel y Hamás. Sin embargo, para cortocircuitar cualquier exceso de optimismo, recalcó que queda “mucho trabajo por hacer” para que cesen las hostilidades. Esa fue su conclusión tras entrevistarse en Ramala con el presidente palestino, Mahmud Abbas, y con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Jerusalén.
Kerry defendió que el acuerdo propuesto por Egipto, que ejerce de mediador —y que consiste en una tregua total por ambas partes y, luego, un proceso de negociación en El Cairo—, es la mejor opción para poner fin a la cruenta operación sobre Gaza. Kerry se reunió este miércoles por la noche con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. El estadounidense abandonó Israel rumbo a El Cairo sin que trascendiera ninguna novedad.
Las negociaciones arrancaron con un nuevo escenario, el generado por el presidente Abbas tras hacer suyas las exigencias de Hamás para cesar en sus ataques. De madrugada, en un encuentro en el palacio presidencial de Ramala, el máximo órgano de decisión palestino había respaldado la demanda de que cese el bloqueo impuesto sobre la Franja desde que Hamás se hizo con el poder en 2007. Es la reclamación clave esencial de los islamistas, que también exigen la liberación de palestinos arrestados en las redadas para localizar a los tres jóvenes judíos asesinados en Cisjordania en junio.
Este cierre de filas supone una notable novedad respecto a la postura del rais palestino en la última gran operación israelí, Pilar Defensivo, en noviembre de 2012, cuando su papel mediador fue menor y cuando su llamamiento al fin del cerco fue poco encendido, desplazado como estuvo del proceso de toma de decisiones. Ahora Abbas sabe que Hamás no va a querer ceder para volver al statu quo previo a esta crisis, necesita darle ese aval para arrastrarlo a la mesa de negociaciones y, además, así evidencia su compromiso real con su nuevo socio, con quien el pasado 23 de abril firmó la paz tras siete años de disputas, abriendo las puertas a un Gobierno de unidad que da sus primeros pasos en mitad de las bombas.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) emitió un comunicado en el que fijó claramente este apoyo a Hamás. “Sus demandas para poner fin a la agresión [por parte de Israel] y de que se levante el bloqueo en todas sus formas son las demandas de todo el pueblo palestino”, resaltó Yasser Abed Rabbo, miembro de su comité ejecutivo. Habló además de su “confianza” en que Gaza “no sea vencida” gracias al apoyo, “a través de todos los medios posibles”, del resto de los palestinos.
Hamás aún no pertenece a la OLP pero justo uno de los puntos del acuerdo de unidad contempla que, en los próximos meses, integre bajo su abrigo a todas las facciones palestinas para lograr una única cabeza política. Eso implica también, como ha recordado Abbas reiteradamente, asumir todos los acuerdos previos rubricados por la OLP, en los que reconoce la legitimidad de Israel y rechaza el uso de toda forma de violencia.
Israel, más allá de los despachos, centraba este miércoles su atención en el veto de las grandes compañías aéreas de Estados Unidos y Europa a todo viaje al aeropuerto internacional de Ben Gurion, por motivos de seguridad, después de que el martes un cohete de las milicias impactase en la localidad anexa de Yehud. Todas ellas, desde las aglutinadas en la Administración Federal de Aviación de EE UU hasta firmas potentes europeas como Lufthansa o Air France, renovaron al menos 24 horas su decisión. El Ministerio de Transporte ofreció el sureño aeródromo de Ovda, a tres horas y media de Jerusalén, pero la noche de este miércoles sólo la italiana Neos había aceptado esta alternativa. De los 55.000 pasajeros previstos para este miércoles, aterrizaron 32.000, confirmó el ministerio. “Cerrar el espacio aéreo de Israel es una victoria de la resistencia”, se felicitó un portavoz de Hamás, según la agencia palestina Maan.
Los muertos civiles se elevaron este miércoles a tres en Israel al fallecer un trabajador tailandés. El Ejército informó de que más de 2.000 proyectiles disparados desde Gaza han impactado en su territorio en estas dos semanas, 60 este miércoles. Los militares caídos en combate con Hamás ascienden a 32. Al entierro de uno de ellos, un joven norteamericano recién reclutado y que vivía solo en el país, acudieron 30.000 personas, convocadas por redes sociales. Más de 50 reservistas han firmado una carta, publicada en The Washington Post, en la que rechazan servir en el Ejército por la “opresión” que ejerce sobre Palestina.