Dilma Rousseff ve "inadmisible" la injerencia del Santander y se reunirá con Botín para aclarar el incidente

Río de Janeiro, EP
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, considera "inadmisible y lamentable" la injerencia del Banco Santander en el proceso electoral, ha dicho, en referencia al informe que un analista de la entidad envió a sus clientes de mayor poder adquisitivo advirtiendo de que la reelección de la presidenta podría empeorar el ritmo de la economía del país.


A pesar de que este domingo el presidente de Santander, Emilio Botín, presente en Río de Janeiro con motivo del III Encuentro Internacional de Rectores de Universia en la ciudad, dijo que el informe lo hizo un analista "sin consultar a quien debía", Rousseff considera que lo que hizo "esa persona" traspasa los límites de lo tolerable al intentar influir en el voto, por lo que tomará medidas: "No voy a anticipar lo que haré, pero seré clara", ha dicho, y ha añadido: "La séptima economía del mundo no puede aceptar ningún tipo de interferencia".

Rousseff ha asegurado que buscará un hueco en su agenda para reunirse con Botín, y al ser preguntada por las disculpas de la entidad financiera les ha quitado importancia diciendo que "fueron bastante protocolarias".

El propio Botín ha tenido que dar explicaciones a la opinión pública por la misiva remitida por uno de sus analistas a clientes brasileños con rentas superiores a los 10.000 reales (4.483,90 dólares) advirtiéndoles de las consecuencias que podría tener para la divisa, los tipos de interés y la evolución bursátil un nuevo mandato de Rousseff en Brasil.

La presidenta ha hecho estas declaraciones en un debate organizado por el diario 'Folha de São Paulo' y retransmitido en directo por Internet, en el que se han tratado otros temas.

Justo el día en el que el Banco Central ha vuelto a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía brasileña --considera que 2014 acabará con apenas un 0,90%-- Rousseff ha argumentado que Brasil no es ajeno al ciclo de "desaceleración" que vive todo el mundo, pero en su opinión lo está haciendo mejor que otras economías y sobre todo evitando que la población "pague el pato" de la crisis, creando empleo, al contrario de lo que pasa en Europa, por ejemplo.

CREACIÓN DE EMPLEO

"En los últimos años en Brasil se han creado 11,5 millones de puestos de trabajo, en mi periodo 5,7 millones", ha dicho, recordando que el país disfruta ahora de las menores tasas de paro de su historia (5,2%), a pesar de las turbulencias económicas.

Rousseff también ha remarcado que la inflación "no está descontrolada" y que está en trayectoria decreciente, porque, en su opinión, durante los últimos 15 años se ha demostrado que en el primer semestre sube y en el segundo baja, por lo que confía en que al acabar el año estará por debajo del límite superior.

"A pesar de la tormenta perfecta que preveían nada de eso ocurrió", ha dicho Rousseff en referencia a la prensa conservadora y a los mercados financieros, que llevan meses pronosticando el fin del milagro económico brasileño. Además, ha asegurado que prefiere ser "realista", porque en su opinión Brasil tiene robustez fiscal y la deuda líquida ha caído del 60% al 34%, ha recordado.

Durante la charla, Rousseff ha subrayado en todo momento los logros sociales de los años de Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), que ha conseguido sacar de la pobreza extrema a 22 millones de personas, gracias, en buena parte a programas como el 'Bolsa Familia'.

Preguntada por si nota en la campaña electoral y en el ambiente una tensión de ricos contra pobres, ha reconocido que es verdad que en los últimos años los pobres han ganado más, algo que, admite, no acaban de entender ciertos sectores de la sociedad brasileña: "Hay gente que no le gusta sentarse en el avión y al lado tener a una empleada doméstica, pero eso ha pasado".
GAZA, "UNA MASACRE"

En referencia a la posición de Brasil ante Israel y su ofensiva militar en la franja de Gaza Rousseff ha sido clara: "Lo que está ocurriendo es una masacre, está habiendo una acción desproporcionada. No es posible matar a niños y mujeres en estado de guerra quien paga es la población civil", ha lamentado.

Además, ha criticado las palabras del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Yigal Palmor, que calificó a Brasil de "enano diplomático" después de que el Gobierno de Rousseff condenara los ataques a los civiles de Gaza. "No tiene ni idea", ha dicho, y se ha ceñido a la petición de la ONU de que haya un alto el fuego inmediatamente.

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