Diez grandes sin la corona mundial

Madrid, Marca
Leo Messi vagaba por Maracaná como alma en pena el pasado domingo. No encontraba consuelo alguno tras la derrota en la finalísima contra Alemania (1-0). Ni siquiera el Balón de Oro que le acreditaba como el mejor jugador del Mundial de Brasil logró arrancarle una sonrisa. Acababa de ver pasar un tren que probablemente nunca vuelva a cruzarse en su camino.


El fantasma de ser un grande -quizá el más grande- sin la corona mundial cada vez amenaza más de cerca al astro argentino. Un elenco de lujo (Di Stéfano, Cruyff, Eusebio, Puskas...) ya aguarda a Messi con los brazos abiertos.

1 Solo un milagro frenó el cañón de Puskas en 1954
El Mundial de Suiza parecía cosa de Puskas. Hungría venía de ganar los Juegos de 1952 y acumulaba 32 partidos sin perder. Incluidas sendas exhibiciones ante Inglaterra (3-6 y 7-1). Además, había goleado a Alemania Federal, su rival en la final, por 8-3 en la primera fase. Cañoncito Pum, que se perdió cuartos y semis por lesión, adelantó al combinado magiar en la finalísima. La posterior remontada germana (3-2) pasó a la historia como el milagro de Berna. Puskas también disputó el Mundial de 1962 con España, que cayó en primera ronda.

2 Di Stéfano ni siquiera llegó a debutar en un Mundial
La Saeta Rubia comenzó su carrera internacional con Argentina, que renunció a jugar el Mundial 1950. Esto provocó que la FIFA la excluyera de participar en Suiza 1954. Di Stéfano adoptó la nacionalidad española, pero su mal fario con las Copas del Mundo no tenía fin. La Roja no logró clasificarse para Suecia 1958. Chile 1962 parecía la ocasión ideal para desquitarse. Sin embargo, Di Stéfano sufrió una lesión después de ser convocado por Helenio Herrera. El madridista viajó con el resto de la expedición, pero no llegó a debutar.

3 Cuatro Mundiales y un récord negativo para Yashin
Los recuerdos de Lev Yashin de los Mundiales, pese a haber participado en cuatro ediciones, no son los más felices. La Araña Negra -le apodaban así por el color de su vestimenta- coleccionó tres eliminaciones en cuartos (1958, 1962 y 1966) y un cuarto puesto (1966). Se esperaba más del potente equipo con el que contaba la Unión Soviética. Es más, el único portero que ha ganado el Balón de Oro posee un récord negativo: solo él ha encajado un gol olímpico en un Mundial (1962). El colombiano Marcos Coll sorprendió a Yashin en el 4-4 de la URSS ante los sudamericanos.

4 Eusebio condujo a Portugal a un histórico tercer puesto
Portugal solo disputó un Mundial entre 1930 y 1986. Fue en Inglaterra 1966 con Eusebio como estrella. La Pantera Negra no defraudó: sus nueve dianas -se proclamó Bota de Oro- guiaron al combinado luso hasta la tercera plaza, la mejor clasificación de su historia. Eusebio protagonizó varias exhibiciones para el recuerdo. Marcó dos goles en la victoria por 3-1 sobre la Brasil de Pelé, vigente campeona, y anotó cuatro dianas en la histórica remontada de cuartos ante Corea del Norte (5-3), que había comenzado ganando 0-3. Un doblete de Charlton frenó a Portugal (2-1) en semis.

5 Luis Suárez jugó dos torneos, pero no consiguió marcar
El Gallego de Oro fue 32 veces internacional con España. Luis Suárez destacó en la Euro que ganó La Roja en 1964, pero no corrió con la misma suerte en los dos Mundiales que disputó: Chile 1962 e Inglaterra 1966. En el primero, la selección dirigida por Helenio Herrera cayó en primera ronda, finalizando en un decepcionante decimosegundo lugar. El que fuera Balón de Oro en 1960 no marcó, igual que le sucedería en 1966. España, ya en el Mundial de Inglaterra, consiguió una única victoria frente a Suiza (2-1) y también dijo adiós a las primeras de cambio.

6 Cruyff fue subcampeón en su única participación
La leyenda de la Naranja Mecánica nació en 1974 de la mano de Johan Cruyff y el Fútbol Total de Rinus Michels. Holanda, que no participaba en un Mundial desde 1938, logró un más que meritorio subcampeonato. La Oranje apeó a Argentina (4-0) y Brasil (2-0) antes de caer en la final ante la Alemania de Beckenbauer por 2-1. Cruyff, autor de tres goles, se llevó el MVP en la única Copa del Mundo que disputó.

7 Platini fracasó en 1978 y se desquitó en 1982 y 1986
El primer gran éxito de Francia, la Eurocopa 1984, lleva su sello. La suerte de Michel Platini en los Mundiales, sin embargo, fue variopinta. Les Bleus cayeron en primera ronda en Argentina 1978. El tres veces Balón de Oro dio un paso al frente en España 1982. Platini no falló, pero Alemania privó a Francia de disputar la final en la tanda de penaltis. El desenlace de México 1986 fue bastante similar. Después de apear a Italia y a Brasil, Platini y compañía volvieron a tropezar con Alemania en semifinales (0-2). Al menos esta vez se impusieron a Bélgica en la lucha por acabar terceros.

8 La mala suerte se cebó con Zico en los Mundiales
El Pelé Blanco no tuvo la misma suerte que su antecesor. En Argentina 1978 cayó con polémica. La Albiceleste, que necesitaba ganar por cuatro goles, apeó a Brasil de la final tras lograr un más que sospechoso 6-0 ante Perú. Un hat-trick de Paolo Rossi apartó de las semifinales en España 1982 a Zico, que comandaba junto a Falcao y Sócrates la que para muchos es la mejor selección Canarinha de la historia. La puntilla para el astro del Flamengo llegó en 1986. Aterrizó en México mermado físicamente y vio cómo la Seleçao caía en cuartos por penaltis frente a Francia.

9 Van Basten se fue de Italia 1990 sin ganar un partido
Bélgica nos privó de ver a Marco van Basten en el Mundial de México 1986. El ariete del Milan se redimió conquistando la Euro 1988 frente a la URSS (2-0). La Oranje llegó a Italia 1990 como una de las favoritas, pero no ganó ni siquiera un partido: empató con Egipto (1-1), Inglaterra (0-0) e Irlanda (1-1) antes de ser eliminada en octavos por Alemania Federal (1-2). El colofón a su gafe con los Mundiales llegó en 1994. El Milan no le permitió viajar hasta Estados Unidos al no estar recuperado de la lesión que arrastraba en el tobillo.

10 Los penaltis fueron la cruz de Maldini en los Mundiales
Al eterno 3 del Milan le faltó suerte. La tanda fatídica le apartó del torneo tres veces seguidas. Italia cayó en semifinales contra Argentina en 1990, en la final ante Brasil en 1994 y en cuartos frente a Francia en 1998. Su adiós al fútbol y a la Azzurra llegó después de caer en octavos en el Mundial 2002. El culpable fue el árbitro ecuatoriano Byron Moreno, que pitó un penalti a favor de Corea, anuló un gol legal a Tomassi y expulsó a Totti por simular un penalti que era. Los tifosi pidieron su vuelta para disputar el Mundial que conquistó Italia en 2006, pero no llegó a concretarse.


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