¿Cómo se investiga la escena donde cayó el MH17?

Ucrania, BBC
El aparente derribo por un misil del vuelo MH17 de Malaysia Airlines el jueves pasado cerca de la disputada frontera entre Ucrania y Rusia tiene todavía más interrogantes que certezas. Incluida la propia forma en que tales interrogantes serán despejadas.
¿Cómo se investiga un desastre aéreo ocurrido medio de un conflicto internacional? ¿Cómo se recupera y se maneja evidencia en una escena inevitablemente afectada por los hechos en el terreno?
BBC Mundo le preguntó a los expertos qué esperar de la investigación.

Mientras ucranianos y prorrusos se culpan mutuamente de haber derribado con un misil el avión comercial que cubría la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur, la incertidumbre parece agravada por la contaminación del lugar donde están los restos del siniestrado avión.
Los primeros en llegar al lugar fueron los rebeldes prorrusos, quienes movieron restos, pertenencias y cadáveres.
Luego, las fuerzas ucranianas trasladaron los cuerpos hacia Torez, donde un equipo de forenses holandeses espera dilucidar las causas del accidente, que causó la muerte de 298 personas a bordo del avión.
Las autoridades ucranianas aseguraron que 272 cuerpos fueron recuperados.
Natalia Antelava, enviada especial de la BBC a la zona, relata cómo los voluntarios le entregan pertenencias con documentos de las víctimas, como tarjetas de crédito y pasaportes. “Esto demuestra lo mal organizado que está todo esto”, dice Antelava.
La reportera cuenta que la mayoría de los voluntarios son mineros de la zona, traídos por las autoridades a buscar cadáveres y pertenencias. “Pero ni siquiera saben a quién dárselos”, dice la periodista.
“Vinieron a nosotros, y nos las entregaron. Y estas son piezas de evidencia que deberían ser parte de la investigación. Sin embargo, aquí no hay nadie para investigar”, explica Antelava mostrando una billetera y un pasaporte que pertenecían a un ciudadano holandés.
Durante el recorrido de Antelava varios cadáveres habían sido retirados y enviados en trenes frigoríficos.
Foto: Según los reportes oficiales, 298 personas viajaban en el avión. De ellas, se han recuperado 272 cadáveres.
El lunes un grupo de 31 investigadores internacionales esperaban en la ciudad oriental de Járkov –controlada por fuerzas ucranianas- ser trasladados al sitio donde se estrelló el avión.
Pero la zona donde cayó –o fue derribado- el vuelo MH17 sigue siendo una zona en disputa, entre los rebeldes separatistas prorrusos y las fuerzas ucranianas.
El desarrollo de una investigación en el lugar, así como asegurar la seguridad de un equipo investigador internacional resulta difícil.

Un misil, ¿deja huellas?

Una muestra de parte de los restos siniestrados podría demostrar rápidamente si éste fue golpeado por un misil y de qué tipo.
Más allá de lo contaminada que pueda estar la escena, hay señales que trascienden a cualquier intervención.
Una de ellas es el tipo de desperfecto que causó la caída del avión.

“La evidencia es absolutamente esencial si no sabemos de dónde empezar a investigar. En este caso, cuando ya prácticamente se sabe la causa del siniestro -un misil-, los investigadores convencionales de accidentes aéreos no pueden contribuir mucho más”, asegura Gleave.
A pesar de no haber confirmación oficial, el gobierno ucraniano, respaldado por EE.UU., apunta a que el avión fue derribado por un misil SA-11 BUK lanzado por separatistas prorrusos que controlan el área donde cayó el MH17.
Este tipo de artefacto, fabricado por Rusia, sigue señales de radar y alcanza una altitud de hasta unos 22.000 metros de altura, es decir, el doble de la alcanzada por el MH17.
“Si la causa fuera interna, como un desperfecto o incluso una bomba dentro del avión, cualquier evidencia perdida haría el trabajo más difícil”, explica Gleave.
“Pero si es externa, como un misil, los investigadores no necesitan identificar la fuente. Se pueden rastrear fuentes militares y control aéreo”, continúa el experto.
Comprobar que fue un misil y el origen del potencial aparato incendiario que golpeó el avión debiera ser fácil de determinar.
“En una explosión causada por un misil, por armamento de guerra o por una bomba, la superficie golpeada por el aparato tiende a tener huellas del explosivo”, le explica Tony Cable, exinvestigador de accidentes aéreos, a la BBC.
“Se puede tomar una muestra de esa superficie, mandarla al laboratorio y es relativamente fácil identificar el tipo de explosivo”, asegura.

“Estalló en el aire”

 
Los restos del avión quedaron esparcidos en una circunferencia cuyo radio es de 2km.
El tamaño de la zona en la que quedaron esparcidos los restos también pareciera arrojar datos contundentes.
“Te dice que la ruptura se produjo durante el vuelo”, asegura Gleave en conversación con BBC Mundo.

En una caída accidental donde el avión se estrella contra el suelo, considerando un sitio abierto sin edificios, los restos del aparato quedan circunscritos a una zona acotada, de normalmente no más de 400 o 500 metros desde el punto de colisión, explica el experto.
Sin embargo, si un aparato explosivo golpeó la nave en el aire, los restos de esta quedan esparcidos en un perímetro bastante mayor a una caída accidental. Como parece ser el caso del MH17, en donde el radio de la zona donde se encontraron los restos es de 2km.
“Estalló en el aire”, concluye Gleave.

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