Chile impugnará la competencia de La Haya por la demanda de Bolivia
La Presidenta Michelle Bachelet ha hecho el anuncio en cadena nacional. El plazo para la impugnación vence el 15 de julio
Rocío Montes
Santiago de Chile, El País
Ocho días antes de que se cumpla el plazo y luego de una consulta transversal a expresidentes, excancilleres, parlamentarios y líderes de todas las fuerzas políticas chilenas, el Gobierno de Michelle Bachelet ha decidido impugnar la competencia del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) para resolver la demanda marítima boliviana de abril de 2013. El anuncio lo ha hecho la propia mandataria por cadena nacional desde el Palacio de La Moneda, en un mensaje donde ha resaltado la unidad con que Chile está abordando el problema limítrofe: “En este importante momento sé que cuento con el apoyo y la unidad de mis compatriotas. El interés nacional está en juego y sabremos defenderlo con toda la fuerza, determinación y sobriedad que exige este desafío”.
Bachelet ha reiterado la línea fundamental de la defensa chilena: no existen asuntos pendientes con Bolivia y el tratado de 1904, que fijó definitivamente los límites entre ambos países, se encuentra totalmente vigente. “Ha sido respetado e implementado por ambos Estados por más de un siglo, dando Chile cumplimiento al más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico a Bolivia”, ha señalado la jefa de Estado en un discurso de poco más de cuatro minutos.
El Gobierno, ha explicado Bachelet, ha tomado esta decisión sobre la base de los principios fundamentales que inspiran la acción de política exterior de Chile. Y uno de ellos, ha señalado la socialista, “es la defensa inclaudicable de nuestra integridad territorial y de nuestros intereses nacionales, que coinciden con principios esenciales del derecho internacional y de las relaciones entre los Estados, incluyendo de manera principal la inviolabilidad de los tratados y la estabilidad de las fronteras”.
El 24 de abril de 2013, Bolivia solicitó a la TIJ que declare que Chile tiene la obligación de negociar un acuerdo que permita una salida soberana al Pacífico, cediendo parte de su territorio. El pasado 15 de abril, el Gobierno de Evo Morales depositó la memoria de la demanda ante el tribunal internacional y, desde entonces, Chile tenía un plazo de tres meses para impugnar la competencia de La Haya. Bachelet ha explicado a los ciudadanos que el Ejecutivo chileno realizó una consulta minuciosa con expertos nacionales y extranjeros y con todas las fuerzas políticas nacionales. Y que para tomar la decisión que ha anunciado esta noche, dijo, se han escuchado todos los argumentos: “En los desafíos que tenemos como país, la unidad es un valor insustituible que refuerza y da solidez a nuestras posiciones”.
Bachelet ha informado que se presentarán objeciones preliminares a la jurisdicción de la corte antes de que finalice el plazo el 15 de julio y que, para ello, los equipos chilenos se encuentran reunidos en París. El canciller, Heraldo Muñoz, liderará el grupo que afinará el escrito que intenta que el tribunal internacional se declare incompetente. La Presidenta recordó que los argumentos de Chile en este etapa son confidenciales y que se harán públicos recién cuando comiencen los alegatos orales.
Fue un anuncio inesperado: algunos sectores políticos pensaban que Chile debía impugnar la competencia de la TIJ en febrero de 2015, fecha en que se presentará la contramemoria. De esa forma se reducía el riesgo de que la corte rechace el recurso de Chile y que este hecho fuera interpretado como un primer triunfo de Bolivia. El Gobierno de Bachelet, sin embargo, decidió no esperar. “Las relaciones entre Chile y Bolivia deben sustentarse en principios y valores permanentes, los que el Gobierno de Chile reafirma en esta oportunidad, en el marco de relaciones de vecindad pacífica y en el irrenunciable respeto al derecho internacional”, ha dicho Bachelet. Y en particular, ha señalado, “al tratado de paz y amistad de 1904 que fijó definitivamente las fronteras entre los dos países”.
Rocío Montes
Santiago de Chile, El País
Ocho días antes de que se cumpla el plazo y luego de una consulta transversal a expresidentes, excancilleres, parlamentarios y líderes de todas las fuerzas políticas chilenas, el Gobierno de Michelle Bachelet ha decidido impugnar la competencia del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ) para resolver la demanda marítima boliviana de abril de 2013. El anuncio lo ha hecho la propia mandataria por cadena nacional desde el Palacio de La Moneda, en un mensaje donde ha resaltado la unidad con que Chile está abordando el problema limítrofe: “En este importante momento sé que cuento con el apoyo y la unidad de mis compatriotas. El interés nacional está en juego y sabremos defenderlo con toda la fuerza, determinación y sobriedad que exige este desafío”.
Bachelet ha reiterado la línea fundamental de la defensa chilena: no existen asuntos pendientes con Bolivia y el tratado de 1904, que fijó definitivamente los límites entre ambos países, se encuentra totalmente vigente. “Ha sido respetado e implementado por ambos Estados por más de un siglo, dando Chile cumplimiento al más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico a Bolivia”, ha señalado la jefa de Estado en un discurso de poco más de cuatro minutos.
El Gobierno, ha explicado Bachelet, ha tomado esta decisión sobre la base de los principios fundamentales que inspiran la acción de política exterior de Chile. Y uno de ellos, ha señalado la socialista, “es la defensa inclaudicable de nuestra integridad territorial y de nuestros intereses nacionales, que coinciden con principios esenciales del derecho internacional y de las relaciones entre los Estados, incluyendo de manera principal la inviolabilidad de los tratados y la estabilidad de las fronteras”.
El 24 de abril de 2013, Bolivia solicitó a la TIJ que declare que Chile tiene la obligación de negociar un acuerdo que permita una salida soberana al Pacífico, cediendo parte de su territorio. El pasado 15 de abril, el Gobierno de Evo Morales depositó la memoria de la demanda ante el tribunal internacional y, desde entonces, Chile tenía un plazo de tres meses para impugnar la competencia de La Haya. Bachelet ha explicado a los ciudadanos que el Ejecutivo chileno realizó una consulta minuciosa con expertos nacionales y extranjeros y con todas las fuerzas políticas nacionales. Y que para tomar la decisión que ha anunciado esta noche, dijo, se han escuchado todos los argumentos: “En los desafíos que tenemos como país, la unidad es un valor insustituible que refuerza y da solidez a nuestras posiciones”.
Bachelet ha informado que se presentarán objeciones preliminares a la jurisdicción de la corte antes de que finalice el plazo el 15 de julio y que, para ello, los equipos chilenos se encuentran reunidos en París. El canciller, Heraldo Muñoz, liderará el grupo que afinará el escrito que intenta que el tribunal internacional se declare incompetente. La Presidenta recordó que los argumentos de Chile en este etapa son confidenciales y que se harán públicos recién cuando comiencen los alegatos orales.
Fue un anuncio inesperado: algunos sectores políticos pensaban que Chile debía impugnar la competencia de la TIJ en febrero de 2015, fecha en que se presentará la contramemoria. De esa forma se reducía el riesgo de que la corte rechace el recurso de Chile y que este hecho fuera interpretado como un primer triunfo de Bolivia. El Gobierno de Bachelet, sin embargo, decidió no esperar. “Las relaciones entre Chile y Bolivia deben sustentarse en principios y valores permanentes, los que el Gobierno de Chile reafirma en esta oportunidad, en el marco de relaciones de vecindad pacífica y en el irrenunciable respeto al derecho internacional”, ha dicho Bachelet. Y en particular, ha señalado, “al tratado de paz y amistad de 1904 que fijó definitivamente las fronteras entre los dos países”.