Brasil ya perdió por lesión a Pelé en 1962 y ganó el Mundial
Río de Janeiro, As
La situación que afronta Brasil con la baja de Neymar recuerda, y mucho, a la que sufrió hace 52 años, durante el Mundial de Chile de 1962. En aquella ocasión el combinado ‘verde amarelo’ perdió a su jugador más importante, un joven de 21 años que respondía al nombre de Pelé.
Tras su actuación en el Mundial de Chile, Amarildo fichó por el Milán, con el que ganaría una Coppa Italia. Posteriormente ficharía por la Fiorentina, colaborando con el segundo y último Scudetto de los 'viola' hasta la fecha, lo que le convirtió en un mito de la entidad.
El que hoy es conocido como ‘O Rei’ venía de ser la gran estrella del Mundial de Suecia 1958 en el que participó con solo 17 años y llevó a su país a la conquista de su primer título mundialista. Sobre sus hombros residían la mayoría de las esperanzas de su país. Pero después de anotar en el primer partido de la fase de grupos ante México, todo se torció para el ‘10’ del Santos en el segundo encuentro, cuando fue cazado por un jugador checo.
Brasil quedó huérfana del que debía ser su líder con cuatro partidos por delante hasta conquistar el título, el doble de los que le restan a la actual selección brasileña. Pero pese a las adversidades la ‘canarinha’ revalidó el título (la última vez que se ha conseguido) gracias a que dos de sus jugadores ocuparon el hueco que había dejado la ausencia de Pelé. Uno de ellos, Garrincha, no fue una sorpresa ya que para entonces era considerado el mejor regateador del planeta. El otro, Amarildo, supuso la gran revolución del torneo.
Suplente semidesconocido de una selección de estrellas, a sus 22 años le tocaba afrontar el reto de suplir al mejor jugador del planeta. El primer desafío llegaría ante la España de Kubala, Puskas, Gento o Collar, entre muchos otros, que se adelantó en el marcador e hizo que todo Brasil temblara con el temor de la eliminación. Fue entonces cuando emergió la figura de Amarildo, entonces jugador de Botafogo para rescatar a su equipo anotando los dos tantos que valieron la victoria y la clasificación.
A partir de ese instante la responsabilidad se la repartieron entre Garrincha y él, aunque rodeados por un equipo estelar en el que también destacó sobremanera Vavá. Garrincha anotó dos tantos en cuartos y otros dos en semifinales, mientras que Amarildo hizo el primero de la final para los brasileños, un gol recordado por su dificultad.
Medio siglo después la selección brasileña tiene por delante una empresa cuyas semejanzas con lo ocurrido en el 62 son evidentes. La gran pregunta que se hacen en Brasil es si en la plantilla de Scolari hay algún ‘Amarildo’ esperando a ocupar el puesto de Neymar.
La situación que afronta Brasil con la baja de Neymar recuerda, y mucho, a la que sufrió hace 52 años, durante el Mundial de Chile de 1962. En aquella ocasión el combinado ‘verde amarelo’ perdió a su jugador más importante, un joven de 21 años que respondía al nombre de Pelé.
Tras su actuación en el Mundial de Chile, Amarildo fichó por el Milán, con el que ganaría una Coppa Italia. Posteriormente ficharía por la Fiorentina, colaborando con el segundo y último Scudetto de los 'viola' hasta la fecha, lo que le convirtió en un mito de la entidad.
El que hoy es conocido como ‘O Rei’ venía de ser la gran estrella del Mundial de Suecia 1958 en el que participó con solo 17 años y llevó a su país a la conquista de su primer título mundialista. Sobre sus hombros residían la mayoría de las esperanzas de su país. Pero después de anotar en el primer partido de la fase de grupos ante México, todo se torció para el ‘10’ del Santos en el segundo encuentro, cuando fue cazado por un jugador checo.
Brasil quedó huérfana del que debía ser su líder con cuatro partidos por delante hasta conquistar el título, el doble de los que le restan a la actual selección brasileña. Pero pese a las adversidades la ‘canarinha’ revalidó el título (la última vez que se ha conseguido) gracias a que dos de sus jugadores ocuparon el hueco que había dejado la ausencia de Pelé. Uno de ellos, Garrincha, no fue una sorpresa ya que para entonces era considerado el mejor regateador del planeta. El otro, Amarildo, supuso la gran revolución del torneo.
Suplente semidesconocido de una selección de estrellas, a sus 22 años le tocaba afrontar el reto de suplir al mejor jugador del planeta. El primer desafío llegaría ante la España de Kubala, Puskas, Gento o Collar, entre muchos otros, que se adelantó en el marcador e hizo que todo Brasil temblara con el temor de la eliminación. Fue entonces cuando emergió la figura de Amarildo, entonces jugador de Botafogo para rescatar a su equipo anotando los dos tantos que valieron la victoria y la clasificación.
A partir de ese instante la responsabilidad se la repartieron entre Garrincha y él, aunque rodeados por un equipo estelar en el que también destacó sobremanera Vavá. Garrincha anotó dos tantos en cuartos y otros dos en semifinales, mientras que Amarildo hizo el primero de la final para los brasileños, un gol recordado por su dificultad.
Medio siglo después la selección brasileña tiene por delante una empresa cuyas semejanzas con lo ocurrido en el 62 son evidentes. La gran pregunta que se hacen en Brasil es si en la plantilla de Scolari hay algún ‘Amarildo’ esperando a ocupar el puesto de Neymar.