Brasil investiga una red de venta ilegal de entradas en Río
Río de Janeiro, As
La policía y la Fiscalía de Río de Janeiro investigan una red ilegal de venta de entradas del Mundial de Brasil en la que estarían involucrados miembros de la FIFA y de las federaciones de fútbol de Argentina, Brasil y España, informó hoy el diario "Folha de Sao Paulo".
Once integrantes del grupo, que llegó a facturar hasta un millón de reales (unos 454.500 dólares) por partido, fueron arrestados el martes en Río de Janeiro y Sao Paulo, asegura el diario.
La banda estaba liderada por el argelino Mohamadou Lamine Fofana, de 57 años, a quien se investigaba desde hace tres meses.
La policía interceptó llamadas telefónicas de Lamine a la Granja Comary, donde se concentra la selección brasileña en Teresópolis, región metropolitana de Río.
"Lamine hizo varias llamadas a la Granja Comary en busca de entradas. Sospechamos que alguien le entrega a él los boletos después de que los jugadores renuncien. Todavía estamos investigando", dijo el fiscal Marcos Kac a "Folha de Sao Paulo".
"Tenemos elementos que (indican que) las selecciones desvían entradas para vendedores ilegales a través de alguien que se beneficia con esa venta. Ya tenemos el testimonio de un investigado que trabajaba para esas tres selecciones", dijo el comisario responsable por el caso, Fabio Baruk, en referencia a los planteles de Argentina, Brasil y España.
Baruk también sospecha de que el argelino "estaría asociado a un integrante de la FIFA", puesto que se constataron varias llamadas a Zúrich, donde se localizada la sede del organismo rector en Suiza. Además, Lamine utilizaba un automóvil con credencial de la FIFA.
La red, según lo investigado hasta ahora, funcionaba desde el Mundial de Corea/Japón 2002.
El grupo utilizó empresas ficticias para obtener entradas, entre ellas las gratuitas y las de valor medios, que son para estudiantes y jubilados y que están en poder de la FIFA. También obtuvo entradas asignadas a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) y la Federación Española de Fútbol(FEF). Los boletos se revendían por 1.000 euros cada uno.
Los 11 detenidos están bajo sospecha de cometer delitos de reventa ilegal, lavado de dinero y asociación delictiva, y pueden ser condenados a hasta 11 años de prisión.
La policía y la Fiscalía de Río de Janeiro investigan una red ilegal de venta de entradas del Mundial de Brasil en la que estarían involucrados miembros de la FIFA y de las federaciones de fútbol de Argentina, Brasil y España, informó hoy el diario "Folha de Sao Paulo".
Once integrantes del grupo, que llegó a facturar hasta un millón de reales (unos 454.500 dólares) por partido, fueron arrestados el martes en Río de Janeiro y Sao Paulo, asegura el diario.
La banda estaba liderada por el argelino Mohamadou Lamine Fofana, de 57 años, a quien se investigaba desde hace tres meses.
La policía interceptó llamadas telefónicas de Lamine a la Granja Comary, donde se concentra la selección brasileña en Teresópolis, región metropolitana de Río.
"Lamine hizo varias llamadas a la Granja Comary en busca de entradas. Sospechamos que alguien le entrega a él los boletos después de que los jugadores renuncien. Todavía estamos investigando", dijo el fiscal Marcos Kac a "Folha de Sao Paulo".
"Tenemos elementos que (indican que) las selecciones desvían entradas para vendedores ilegales a través de alguien que se beneficia con esa venta. Ya tenemos el testimonio de un investigado que trabajaba para esas tres selecciones", dijo el comisario responsable por el caso, Fabio Baruk, en referencia a los planteles de Argentina, Brasil y España.
Baruk también sospecha de que el argelino "estaría asociado a un integrante de la FIFA", puesto que se constataron varias llamadas a Zúrich, donde se localizada la sede del organismo rector en Suiza. Además, Lamine utilizaba un automóvil con credencial de la FIFA.
La red, según lo investigado hasta ahora, funcionaba desde el Mundial de Corea/Japón 2002.
El grupo utilizó empresas ficticias para obtener entradas, entre ellas las gratuitas y las de valor medios, que son para estudiantes y jubilados y que están en poder de la FIFA. También obtuvo entradas asignadas a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) y la Federación Española de Fútbol(FEF). Los boletos se revendían por 1.000 euros cada uno.
Los 11 detenidos están bajo sospecha de cometer delitos de reventa ilegal, lavado de dinero y asociación delictiva, y pueden ser condenados a hasta 11 años de prisión.