Brasil-Holanda, sin consuelo

Brasilia, AFP
Louis Van Gaal querría estar ya en Holanda disfrutando de sus vacaciones antes de incorporarse al Manchester United. Robben necesita descansar después del esfuerzo del Mundial, Sneijder espera perderse con su familia en una playa desierta, Cillessen sólo quiere prepararse mejor la próxima tanda de penaltis. "Este partido nunca debería ser jugado, lo vengo diciendo desde hace quince años", reconocía Van Gaal, antes de reconocer que "intentaremos ganarle a Brasil para dejar el Mundial sin perder un solo partido".


Las urgencias de la selección brasileña son otras. Después del 7-1 no hay consuelo para los brasileños aunque Felipao piense que un tercer puesto en un Mundial sea una clasificación más que digna. Brasil ha utilizado el 'escudo' de Neymar para intentar cambiar el clima pesimista que se vive en el país. La seleçao ha utilizado la sonrisa de Neymar, su cara angelical, esa mirada en la que aún quedan rastros de las noches pasadas llorando por esa entrada violenta de Zúñiga. Pero la indignación continúa. La humillación fue demasiado grande como para pensar que una victoria ante Holanda pueda hacer olvidar la mayor derrota de la historia del fútbol brasileño en un Mundial.

Con menos descanso

Van Gaal volvió a reclamar que en toda la Copa del Mundo Brasil ha tenido un día más para descansar, "nosotros llegamos a este partido con sólo dos días y medio de descanso, pero somos el equipo que más ha costado derrotar en toda la Copa. Vinimos con un objetivo, lamentablemente no hemos podido conseguir estar en la final de Maracaná".

También era el objetivo de Felipao. Era su promesa. Había hecho creer al pueblo brasileño que celebrarían juntos en Maracaná el hexacampeonato, todavía viajan con el autocar que destaca el lema de Brasil: "rumbo al hexa". Este fue el gran error de Felipao, cargar de responsabilidad a un grupo inexperto y frágil anímicamente. Felipao asumió el liderazgo de esta selección, lástima queolvidase que él no podía jugar los partidos.

De la final de consolación sólo interesa el día después para saber qué hará la CBF con Felipao, quién será el nuevo entrenador de la selección brasileña.Tite, ex corinthians, es el mejor situado para relevar a Felipao al frente de la canarinha, aunque en las últimas horas apareció el nombre de Muracy, técnico de Neymar en el Santos.

Podría haber sido la final del Mundial y se ha convertido en el partido que nadie querría jugar. Podría ser un partidazo, es un encuentro sin consolación para dos selecciones que esperaban más del Mundial. Holanda al menos deja Brasil con el sobrenombre de 'los chicos de Ipanema'. No han ganado la Copa pero han descubierto una cultura espectacular.


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