América Latina, única región del mundo que incrementa su tasa de crímenes

Madrid, EP
América Latina es la única región en el mundo donde la tasa de crímenes se ha incrementado en la primera década de este siglo, los robos se han casi triplicado en los últimos 25 años y la extorsión también ha crecido rápidamente, según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP, por sus siglas en inglés).


Nicaragua es una de las regiones más pobres del hemisferio y a pesar de que su tasa anual de asesinatos, 11 por cada 100.000 personas, es alta, es ocho veces más baja que la de Honduras, según ha publicado el diario británico 'The Economist'.

La Policía nacional en Nicaragua es producto de la revolución sandinista de 1979 y de la guerra civil. El cuerpo requiere de la aprobación comunitaria para nuevas incorporaciones, que disfrutan de un mínimo de un año de entrenamiento en una academia policial y un fuerte espíritu que hace más llevadero lo poco que cobran. En el continente más azotado por el crimen, estas lecciones son fundamentales.

LAS CAUSAS DE LA CRIMINALIDAD

Son muchos los factores que explican la epidemia del crimen en América Latina. La demanda externa de cocaína, junto con los intentos de suprimir el tráfico de drogas han incrementado las mafias organizadas y su consumo doméstico.

Otro factor es el número creciente de jóvenes que han tenido poco acceso a la educación y tienen reducidos salarios en el flujo global económico, lo que se traduce en la inequidad, que va acompañada de la omnipresencia de armas de fuego, lo que vuelve al crimen organizado en violento.

Sin embargo, el motivo más determinante es la debilidad de las instituciones básicas que deben asegurar el imperio de la ley, como la Policía, los abogados, los tribunales o las cárceles. Además, la confianza en el sistema de justicia criminal es baja y los criminales actúan con impunidad.

Honduras es la región más violenta del país, en la que las probabilidades de ser asesinado de cada niño que nace son de 1 sobre 9. Los peruanos son los que sienten menos seguros, de acuerdo a una encuesta del año 2012 realizada por el Proyecto de la Opinión Pública en América Latina (LAPOP, por sus siglas en inglés) de la Universidad Vanderbilt en Tennessee.
LA OTRA CARA

Aunque no todo son malos datos. Otra encuesta del año 2008 ha revelado que sólo el 11 por ciento de los chilenos creen que intentar sobornar a un policía surtirá efecto, porcentaje muy inferior al del resto de países.

La Policía en Colombia ha tenido un éxito considerable en la reducción de los conflictos armados y el tráfico de drogas. Desde 2009, han estado entrenando a otras fuerzas de seguridad a lo largo de la región en operaciones en zonas fluviales, manejo de los informantes y extorsiones.

Aún así, estos países también tienen sus problemas. Si Colombia se ha convertido en un modelo para los crímenes de mayor gravedad, la seguridad en las calles se ha quedado muy atrás.

Cada 30 segundos en Colombia se roba un teléfono móvil, pero sólo una de cada 65 víctimas lo denuncia. La Policía de Chile puede no ser corrupta, pero al menos un tercio de sus ciudadanos afirman que sus vecinos están afectados por bandas, de acuerdo a una encuesta LAPOP.

Pero es la Policía de Nicaragua la que ofrece las mejores lecciones. En lugar de mano dura, aplica una "mano amistosa" para prevenir los altos niveles de bandas callejeras: en lugar de encerrar a los jóvenes, les ofrecen consejo, educación y oportunidades laborales.
'FEMICIDIOS'

Un gran problema son los conocidos como 'femicidios', o violencia en contra de las mujeres, que se deben a la misoginia. La Policía cree que la violencia en el hogar inicia el ciclo de inseguridad en la sociedad.

Grupos de mujeres de la Policía están trabajando en voluntariado en comunidades pobres, para convencer a las mujeres de que denuncien el abuso y que están protegidas por la nueva ley.

La Policía es el primer paso en la cadena de justicia criminal. Una vez que los criminales son arrestados, entran en el sistema judicial y, debido a la práctica extendida de la detención sin juicio, normalmente acceden sin mediación de un juicio al infierno de las prisiones en América Latina.
EL SISTEMA PENAL

Las cárceles de la región son brutales y tiene más presos que su capacidad real. La tasa de homicidios en las prisiones latinoamericanas es tres veces superior a la de la población general. Los prisioneros son habitualmente golpeados por miembros de la prisión o compañeros de celda.

En República Dominicana, algunas prisiones se han modernizado y han pasado a ser Centros de Corrección y Rehabilitación, que se centran en enseñar a los presos a leer y escribir y algunos incluso llegan a estudiar niveles superiores. Por eso, la actitud de los dominicanos hacia los exconvictos también ha cambiado, ya que ahora las empresas y la comunidad los aceptan.

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