Vaticano actúa para proteger frescos de Miguel Angel en Capilla Sixtina
Ciudad del Vaticano, Reuters
El polvo, el sudor y el dióxido de carbono que penetran a la Capilla Sixtina a través de la gran cantidad de turistas que la visitan ponen en riesgo los frescos de Miguel Angel, dijo el miércoles el Vaticano, mientras espera que un nuevo sistema de aire acondicionado e iluminación ayude a protegerlos.
Unas seis millones de personas al año visitan la capilla, hogar de los famosos frescos de techo de Miguel Angel, una de las maravillas de la civilización occidental con más de 500 años de antigüedad.
La cantidad de visitantes que asisten a la capilla -sede de los cónclaves secretos en los que se eligen los papas- pueden llegar a 20.000 por día en verano. La cifra ha crecido un 300 por ciento desde los 1,5 millones al año que visitaban el lugar en 1980, dijo Antonio Paolucci, jefe de museos del Vaticano.
"Hoy, la Capilla Sixtina corre el riesgo de ser víctima de su propio éxito", dijo Paolucci por intermedio de una nota en el periódico del Vaticano, L'Osservatore Romano.
"Seis millones de visitantes es un número impresionante, pero objetivamente peligroso para la conservación apropiada de los frescos", agregó.
Paolucci justificó su postura.
"Eso produce una mezcla de polvo que entra desde afuera, transpiración corporal y dióxido de carbono, lo que termina subiendo hasta la superficie de los frescos y con el tiempo puede dañarlos", explicó.
El miércoles comenzaron obras para instalar un nuevo sistema de aire acondicionado e iluminación que funcionaría a partir de octubre.
Los frescos de Miguel Angel, inaugurados en octubre de 1512 por el Papa Julio II, fueron sometidos a una restauración de 14 años que terminó en 1994.
Paolucci dijo que el actual sistema de aire acondicionado, deshumidificación, extracción de polvo, filtración y controles de microclimas fue diseñado para una cantidad mucho menor de visitantes.
El Vaticano no dijo cuánto costaría el nuevo sistema de aire acondicionado de alta tecnología, ideado por expertos en museos y la compañía Carrier, ni tampoco un nuevo sistema de iluminación que utiliza luces de LED, que ahorran energía y reducen el calor. No obstante, informó que serían donados por las empresas involucradas.
El polvo, el sudor y el dióxido de carbono que penetran a la Capilla Sixtina a través de la gran cantidad de turistas que la visitan ponen en riesgo los frescos de Miguel Angel, dijo el miércoles el Vaticano, mientras espera que un nuevo sistema de aire acondicionado e iluminación ayude a protegerlos.
Unas seis millones de personas al año visitan la capilla, hogar de los famosos frescos de techo de Miguel Angel, una de las maravillas de la civilización occidental con más de 500 años de antigüedad.
La cantidad de visitantes que asisten a la capilla -sede de los cónclaves secretos en los que se eligen los papas- pueden llegar a 20.000 por día en verano. La cifra ha crecido un 300 por ciento desde los 1,5 millones al año que visitaban el lugar en 1980, dijo Antonio Paolucci, jefe de museos del Vaticano.
"Hoy, la Capilla Sixtina corre el riesgo de ser víctima de su propio éxito", dijo Paolucci por intermedio de una nota en el periódico del Vaticano, L'Osservatore Romano.
"Seis millones de visitantes es un número impresionante, pero objetivamente peligroso para la conservación apropiada de los frescos", agregó.
Paolucci justificó su postura.
"Eso produce una mezcla de polvo que entra desde afuera, transpiración corporal y dióxido de carbono, lo que termina subiendo hasta la superficie de los frescos y con el tiempo puede dañarlos", explicó.
El miércoles comenzaron obras para instalar un nuevo sistema de aire acondicionado e iluminación que funcionaría a partir de octubre.
Los frescos de Miguel Angel, inaugurados en octubre de 1512 por el Papa Julio II, fueron sometidos a una restauración de 14 años que terminó en 1994.
Paolucci dijo que el actual sistema de aire acondicionado, deshumidificación, extracción de polvo, filtración y controles de microclimas fue diseñado para una cantidad mucho menor de visitantes.
El Vaticano no dijo cuánto costaría el nuevo sistema de aire acondicionado de alta tecnología, ideado por expertos en museos y la compañía Carrier, ni tampoco un nuevo sistema de iluminación que utiliza luces de LED, que ahorran energía y reducen el calor. No obstante, informó que serían donados por las empresas involucradas.
