Sabella sorprende y ensaya con un 5-3-2 sin Higuaín ni Lavezzi

Belo Horizonte, As
El técnico Alejandro Sabella tiene casi listo el equipo para el debut argentino el domingo ante Bosnia en el estadio Maracaná, pero no dudará en resignar parte de la letal ofensiva liderada por Lionel Messi para darle mayor versatilidad y cobertura a la defensa.


En Cidade do Galo probó tanto con su once "ideal" en un 4-3-3, como también un 4-4-2 e incluso un 5-3-2, el esquema al que era tan adepto en Estudiantes de La Plata.

En el último entrenamiento antes de partir por la tarde a Río de Janeiro, Sabella organizó hoy primero una práctica de fútbol con los jugadores mezclados y luego formó un 5-3-2 con Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Hugo Campagnaro, Ezequiel Garay, Federico Fernández y Marcos Rojo; Maxi Rodríguez, Javier Mascherano, Angel Di María; y Messi y Sergio Agüero.

Mientras se define entre Gonzalo Higuaín, repuesto de un traumatismo en el tobillo, y Ezequiel Lavezzi para un eventual tercer atacante, Sabella ajustó detalles en la defensa, el punto débil más criticado de la selección argentina.

"La defensa se consolidó en los últimos tiempos, es distinta a la cuestionada", señaló Zabaleta en Cidade do Galo, el búnker argentino cercano a Belo Horizonte.

Ya lo había anticipado Javier Mascherano antes de viajar a Brasil: "Hace rato que no había una temporada tan buena, a nivel individual, de los defensores argentinos". Zabaleta y Martín Demichelis vienen de ganar la liga inglesa con el Manchester City; mientras que Garay conquistó tres títulos con el Benfica portugués.

"Si hace falta salir a cortar centros para ayudar, lo voy a hacer", aseguró por su parte el arquero Sergio Romero, cuya titularidad suele ser cuestionada por su falta de juego durante el año en el Mónaco. "El apoyo de Sabella para mí fue una tranquilidad inmensa y estoy tratando de hacer lo mejor para devolvérselo. Con ese gran respaldo que nos dio me dejó trabajar tranquilo", confesó.

"Si jugamos con cuatro defensores o con tres centrales y dos laterales en línea de cinco a mí no me cambia en absolutamente nada", subrayó "Chiquito" Romero, de 1,92 metros de altura.

El debut ante Bosnia, por el Grupo F, es el primero de los siete pasos que Argentina quiere dar para conseguir su tercer título mundial. Los rivales ya se conocen, ya que se enfrentaron en noviembre pasado en un amistoso en St. Louis que terminó con una victoria argentina por 2-0 con un doblete de Agüero, sin Messi, ausente por lesión. En esa ocasión, apeló al 5-3-2 que ensayó hoy en Belo Horizonte a dos días del partido.

Los argentinos ya conocen al delantero bosnio Edin Dzeko. "Habrá que tener cuidado con Dzeko. Edin es un hombre muy importante para Bosnia: es un gran jugador y un delantero potente", alertó Zabaleta, su compañero en el City. "Pero Bosnia no es sólo Dzeko", aseguró.

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