Planchas metálicas con puntas "anti indigentes" levantan polémica en Londres

Londres, lanacion.com
En las últimas horas, un fuerte debate respecto a los indigentes y los lugares que ocupan, despertó la polémica en Londres y otras ciudades de Europa, después de que salieran a la luz las "púas o pinches anti homeless" que se vieron en las puertas de varias residencia de lujo británicas.


Se trata de planchas de púas colocadas en las entradas de varios edificios ubicados en la margen izquierda del río Támesis, en el próspero barrio de Southwark, en Londres para que los indigentes que suelen dormir en las calles no se acomoden en las puertas de sus viviendas.

Las púas o pinches son de metal y originalmente servían para ahuyentar a las palomas en cornisas o techos de varias casas. Pero si implantación en las veredas o entradas en los edificios desataron un fuerte debate y levantaron indignación pública y de las autoridades.

El alcalde de la capital británica, Boris Johnson, estuvo entre los que mostraron su horror ante la iniciativa de instalar esas puntas metálicas: "Las púas instaladas en los bloques de pisos de lujo para ahuyentar a los mendigos es una idea fea, contraproducente y estúpida. Exijo que los responsables los retiren con la mayor brevedad", denunció en su cuenta de Twitter.

El secretario de Estado de Vivienda, el también conservador Kris Hopkins, calificó de "deplorable y muy desagradable" la instalación de las púas y pidió que se retiren "lo antes posible".

St MungoZs Broadway es una organización benéfica para personas sin hogar que dispone de un centro para ayudar a los sintecho a reinsertarse. La ONG considera que esta medida representa el enfoque «más brutal» para sacar a la gente de las calles.

Voces a favor

Los propietarios o inquilinos de las viviendas afectadas culpan al gobierno británico por la crisis habitacional y el aumento en un 75% en los últimos años de los homeless o sin techo. Además indican que la policía y los centros asistenciales enfrenta una escasez de medios y personal para atender a las personas con problemas de salud mental, alcoholismo o drogadicción, que acaban en la calle.

«Es un escándalo que en el siglo XXI en Gran Bretaña todavía haya gente que tenga que pasar la noche en la calle. Durante los últimos tres años el número de personas durmiendo a la intemperie ha crecido exponencialmente en todo el país y sobre todo en Londres donde se ha incrementado en un 75%», declaró Katharine Sacks-Jones, portavoz de la ONG Crisis, que trata de ayudar a las personas que no tienen hogar.

Las puntas metálicas de unos cinco centímetros delante del portal del número 118 de la calle Southwark Bridge, en el sur de Londres reinsertó un debate que aún no tiene solución.

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