Obama pide 500 millones para equipar militarmente a grupos rebeldes sirios
El plan, que debe aprobar el Congreso, busca “entrenar y equipar” a la oposición moderada
Joan Faus
Washington, El País
La Casa Blanca pidió este jueves al Congreso que autorice la concesión de una ayuda económica de 500 millones de dólares para “entrenar y equipar” militarmente a los opositores moderados sirios. La petición llega en un momento en que Estados Unidos se vuelve a involucrar militarmente en Irak por el avance de los insurgentes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo yihadista también presente en Siria.
La asistencia militar -que forma parte del fondo global de 5.000 millones de lucha contra el terrorismo anunciado a finales de mayo por el presidente de EE UU, Barack Obama- supondría el apoyo oficial más significativo de Washington a la oposición moderada siria en los más de tres años de guerra civil en el país árabe, que se ha cobrado más de 150.000 muertos.
La ayuda se sumaría al programa secreto de la CIA de entrenamiento en Jordania a los rebeldes sirios y de entrega de armas pequeñas. El año pasado el Departamento de Estado proporcionó a los opositores asistencia “no letal”, como chalecos antibalas, gafas de visión nocturna y sofisticados equipos de comunicación. Ahora la Administración Obama, acusada de pasividad ante la carnicería siria, da un paso más.
La Casa Blanca no precisa los detalles de la ayuda, que se sumaría al programa secreto de la CIA de entrenamiento y entrega de armas pequeñas a los rebeldes
El Congreso debe aprobar la propuesta, que incluye otro paquete de 1.000 millones de ayuda contra el terrorismo a Jordania, Líbano, Turquía e Irak. Washington busca ayudar a los opositores a “defenderse por ellos mismos” contra los ataques del régimen de Bachar el Asad, hacer retroceder al creciente número de grupos extremistas en el país, como el EIIL, y fomentar la seguridad y la estabilidad a nivel local, según un comunicado de la Casa Blanca.
El temor de Obama es que los grupos yihadistas consoliden su presencia en el polvorín sirio y el vecino Irak, sumido también un conflicto abierto en el norte y oeste del país. El presidente autorizó la semana pasada el envío a Irak de hasta 300 asesores militares, que ayudarán al ejército de ese país ante el avance de los yihadistas del EIIL, y se suman a los 275 militares desplegados para proteger la embajada estadounidense en Bagdad.
La Casa Blanca no precisó en el comunicado los detalles de la asistencia militar -por ejemplo, si se proporcionará armamento, misiles de largo alcance como le pide la oposición, o equipamento más modesto- pero enfatizó que solo recaerá en “elementos aprobados” de la oposición siria. EE UU quiere evitar que la estrategia sea contraproducente y la ayuda caiga en las manos equivocadas.
“Estos fondos ayudarían a defender al pueblo sirio, estabilizar áreas bajo el control de la oposición, facilitar la provisión de servicios esenciales, contrarrestar amenazas terroristas, y promover las condiciones para un acuerdo negociado [a la guerra civil]”, señala el comunicado.
Pese a la ambigüedad sobre el calado de la asistencia, el hecho de que la Administración admita que busca “estabilizar” el control de determinadas zonas de Siria en manos de la oposición sugiere que se trataría de un equipamiento militar significativo. Sin embargo, Obama, como reitera el comunicado, no prevé desplegar tropas en Siria ni efectuar selectivos ataques aéreos, como los que se descartaron en el último minuto en septiembre de 2013 a cambio de la salida de las armas químicas del régimen. “Seguimos creyendo que no hay una solución militar a esta crisis”, subraya.
Tras años de titubeos en la respuesta a la crisis siria, el riesgo es que la ayuda militar de Washington a los opositores moderados llegue demasiado tarde y apenas influya en el desarrollo del conflicto. La propuesta anunciada este jueves -más ayuda a los rebeldes moderados sin llegar a una intervención estadounidense- se enmarca en la doctrina, reacia a las aventuras militares y favorable al multilateralismo, presentada por Obama a finales de mayo en un discurso en la academia militar de West Point. El conflicto en Irak le está deparando aliados incómodos a Washington: el Ejército sirio está bombardeando posiciones del EIIL en la frontera con su país, e Irán intenta frenar el avance yihadista con el uso de drones, según fuentes oficiales citadas en los medios norteamericanos.
Joan Faus
Washington, El País
La Casa Blanca pidió este jueves al Congreso que autorice la concesión de una ayuda económica de 500 millones de dólares para “entrenar y equipar” militarmente a los opositores moderados sirios. La petición llega en un momento en que Estados Unidos se vuelve a involucrar militarmente en Irak por el avance de los insurgentes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo yihadista también presente en Siria.
La asistencia militar -que forma parte del fondo global de 5.000 millones de lucha contra el terrorismo anunciado a finales de mayo por el presidente de EE UU, Barack Obama- supondría el apoyo oficial más significativo de Washington a la oposición moderada siria en los más de tres años de guerra civil en el país árabe, que se ha cobrado más de 150.000 muertos.
La ayuda se sumaría al programa secreto de la CIA de entrenamiento en Jordania a los rebeldes sirios y de entrega de armas pequeñas. El año pasado el Departamento de Estado proporcionó a los opositores asistencia “no letal”, como chalecos antibalas, gafas de visión nocturna y sofisticados equipos de comunicación. Ahora la Administración Obama, acusada de pasividad ante la carnicería siria, da un paso más.
La Casa Blanca no precisa los detalles de la ayuda, que se sumaría al programa secreto de la CIA de entrenamiento y entrega de armas pequeñas a los rebeldes
El Congreso debe aprobar la propuesta, que incluye otro paquete de 1.000 millones de ayuda contra el terrorismo a Jordania, Líbano, Turquía e Irak. Washington busca ayudar a los opositores a “defenderse por ellos mismos” contra los ataques del régimen de Bachar el Asad, hacer retroceder al creciente número de grupos extremistas en el país, como el EIIL, y fomentar la seguridad y la estabilidad a nivel local, según un comunicado de la Casa Blanca.
El temor de Obama es que los grupos yihadistas consoliden su presencia en el polvorín sirio y el vecino Irak, sumido también un conflicto abierto en el norte y oeste del país. El presidente autorizó la semana pasada el envío a Irak de hasta 300 asesores militares, que ayudarán al ejército de ese país ante el avance de los yihadistas del EIIL, y se suman a los 275 militares desplegados para proteger la embajada estadounidense en Bagdad.
La Casa Blanca no precisó en el comunicado los detalles de la asistencia militar -por ejemplo, si se proporcionará armamento, misiles de largo alcance como le pide la oposición, o equipamento más modesto- pero enfatizó que solo recaerá en “elementos aprobados” de la oposición siria. EE UU quiere evitar que la estrategia sea contraproducente y la ayuda caiga en las manos equivocadas.
“Estos fondos ayudarían a defender al pueblo sirio, estabilizar áreas bajo el control de la oposición, facilitar la provisión de servicios esenciales, contrarrestar amenazas terroristas, y promover las condiciones para un acuerdo negociado [a la guerra civil]”, señala el comunicado.
Pese a la ambigüedad sobre el calado de la asistencia, el hecho de que la Administración admita que busca “estabilizar” el control de determinadas zonas de Siria en manos de la oposición sugiere que se trataría de un equipamiento militar significativo. Sin embargo, Obama, como reitera el comunicado, no prevé desplegar tropas en Siria ni efectuar selectivos ataques aéreos, como los que se descartaron en el último minuto en septiembre de 2013 a cambio de la salida de las armas químicas del régimen. “Seguimos creyendo que no hay una solución militar a esta crisis”, subraya.
Tras años de titubeos en la respuesta a la crisis siria, el riesgo es que la ayuda militar de Washington a los opositores moderados llegue demasiado tarde y apenas influya en el desarrollo del conflicto. La propuesta anunciada este jueves -más ayuda a los rebeldes moderados sin llegar a una intervención estadounidense- se enmarca en la doctrina, reacia a las aventuras militares y favorable al multilateralismo, presentada por Obama a finales de mayo en un discurso en la academia militar de West Point. El conflicto en Irak le está deparando aliados incómodos a Washington: el Ejército sirio está bombardeando posiciones del EIIL en la frontera con su país, e Irán intenta frenar el avance yihadista con el uso de drones, según fuentes oficiales citadas en los medios norteamericanos.