Obama anuncia que creará la mayor zona marina protegida del mundo
EE UU ampliará un área del Pacífico cerrada a la pesca y la exploración de energía de 225.300 kilómetros cuadrados a más de dos millones
Silvia Ayuso
Washington, El País
Bajo el principio de que la protección de los océanos es una cuestión de “seguridad internacional” clave, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este martes a “redoblar los esfuerzos” en la materia y anunció su intención de usar sus poderes ejecutivos para ampliar sustancialmente un santuario marítimo en el océano Pacífico.
Se trata de la segunda vez en menos de un mes que Obama recurre a su capacidad de emitir decretos —lo que le permite evitar pasar por un Congreso que le ha frenado muchas de sus políticas, ambientales y de otro tipo— para luchar contra el cambio climático, una de las prioridades de su segundo mandato. A comienzos de mes dijo que haría uso de sus poderes ejecutivos para aprobar medidas que permitan reducir en un 30% las emisiones de CO2 y otros contaminantes de las centrales energéticas en 2030 con respecto a los niveles de 2005.
El nuevo objetivo de Obama es la zona denominada Monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico, un área protegida que creó su predecesor en la Casa Blanca, George W. Bush, en 2009.
En un mensaje difundido ayer durante la Conferencia de los Océanos que celebra el Departamento de Estado desde el lunes con la participación de 400 políticos y expertos de 80 países, Obama adelantó que su Gobierno “considerará de inmediato cómo se puede expandir” esta zona protegida, aunque no dio detalles ni un plazo de tiempo para emitir el decreto con el que pretende darle forma a sus planes.
Sin embargo, el diario The Washington Post, que dijo haber obtenido detalles de la propuesta, afirma que el objetivo es ampliar significativamente el área protegida de las aguas adyacentes a siete islas y atolones controlados por EE UU y situados en el Pacífico entre Hawái y las islas Marianas.
Así, si actualmente están protegidas las aguas de unos 225.300 kilómetros cuadrados alrededor de esas islas, la propuesta de Obama ampliaría esa área protegida a más de dos millones de kilómetros cuadrados alrededor de cada territorio, según el diario.
Entre los asistentes a la conferencia estaba el actor Leonardo Di Caprio, un ecologista convencido que saludó la iniciativa de Obama como un primer paso que requiere “mucho más” a nivel global para afrontar una crisis que, advirtió, no es solo ecológica, sino que también afecta a millones de personas que dependen de la pesca. “Estamos saqueando el océano y sus recursos vitales”, criticó Di Caprio, quien lamentó la falta de esfuerzos para que se hagan cumplir las leyes que protegen los océanos. “Es el salvaje oeste en alta mar”, dijo describiendo la situación.
Las islas que se verán beneficiadas por la iniciativa de Obama son Wake Island, Jarvis Island, Howland Island, Baker Island, Kingman Reef y los atolones de Palmyra y Johnston. “Esa zona es lo más parecido que he visto nunca al océano impoluto”, dijo al diario el investigador español Enric Sala, que trabaja para National Geographic y ha estudiado los corales y atolones de esa área desde 2005.
Además, Obama emitió un memorándum ordenando a las agencias federales competentes, desde el Departamento de Justicia al de Agricultura o la Oficina del Representante Comercial, que desarrollen un “programa integral” que permita frenar la pesca ilegal, el fraude en el comercio del marisco y pescado y su venta.
El mercado negro del pescado comprende hasta el 20% de la pesca salvaje anual y le cuesta a las pesqueras legales hasta 23.000 millones de dólares (17.000 millones de euros), señaló la Casa Blanca, que también se ha comprometido a estudiar la forma de crear nuevos santuarios marinos y adoptar medidas para restaurar las barreras naturales que protegen a las comunidades costeras.
“Ya hemos demostrado que, cuando trabajamos juntos, podemos proteger nuestros océanos para las generaciones futuras. Así que redoblemos nuestros esfuerzos”, declaró Obama en su mensaje a la conferencia liderada por su secretario de Estado, John Kerry. Este, por su parte, subrayó que la clave en combatir el cambio climático reside en ir tomando decisiones concretas como las anunciadas durante la conferencia.
“Se trata de cambiar la voluntad política y empezar a tomar las decisiones que permiten destinar el dinero a la ciencia y a todas las cosas que pueden salvar los océanos”, sostuvo Kerry, quien pidió cerrar los dos días de conferencia “con algo más que ideas: con pasos concretos”.
Un compromiso que será revisado dentro de un año en un nuevo encuentro, esta vez en Chile, en una conferencia de seguimiento que el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Heraldo Muñoz, propuso realizar en la ciudad portuaria de Valparaíso.
onas que dependen de la pesca. “Estamos saqueando el océano y sus recursos vitales”, criticó Di Caprio, quien lamentó la falta de esfuerzos para que se hagan cumplir las leyes que protegen los océanos. “Es el salvaje oeste en alta mar”, dijo describiendo la situación.
Las islas que se verán beneficiadas por la iniciativa de Obama son Wake Island, Jarvis Island, Howland Island, Baker Island, Kingman Reef y los atolones de Palmyra y Johnston. “Esa zona es lo más parecido que he visto nunca al océano impoluto”, dijo al diario el investigador español Enric Sala, que trabaja para National Geographic y ha estudiado los corales y atolones de esa área desde 2005.
Además, Obama emitió un memorándum ordenando a las agencias federales competentes, desde el Departamento de Justicia al de Agricultura o la Oficina del Representante Comercial, que desarrollen un “programa integral” que permita frenar la pesca ilegal, el fraude en el comercio del marisco y pescado y su venta.
El mercado negro del pescado comprende hasta el 20% de la pesca salvaje anual y le cuesta a las pesqueras legales hasta 23.000 millones de dólares (17.000 millones de euros), señaló la Casa Blanca, que también se ha comprometido a estudiar la forma de crear nuevos santuarios marinos y adoptar medidas para restaurar las barreras naturales que protegen a las comunidades costeras.
“Ya hemos demostrado que, cuando trabajamos juntos, podemos proteger nuestros océanos para las generaciones futuras. Así que redoblemos nuestros esfuerzos”, declaró Obama en su mensaje a la conferencia liderada por su secretario de Estado, John Kerry. Este, por su parte, subrayó que la clave en combatir el cambio climático reside en ir tomando decisiones concretas como las anunciadas durante la conferencia.
“Se trata de cambiar la voluntad política y empezar a tomar las decisiones que permiten destinar el dinero a la ciencia y a todas las cosas que pueden salvar los océanos”, sostuvo Kerry, quien pidió cerrar los dos días de conferencia “con algo más que ideas: con pasos concretos”.
Un compromiso que será revisado dentro de un año en un nuevo encuentro, esta vez en Chile, en una conferencia de seguimiento que el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Heraldo Muñoz, propuso realizar en la ciudad portuaria de Valparaíso.
Silvia Ayuso
Washington, El País
Bajo el principio de que la protección de los océanos es una cuestión de “seguridad internacional” clave, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este martes a “redoblar los esfuerzos” en la materia y anunció su intención de usar sus poderes ejecutivos para ampliar sustancialmente un santuario marítimo en el océano Pacífico.
Se trata de la segunda vez en menos de un mes que Obama recurre a su capacidad de emitir decretos —lo que le permite evitar pasar por un Congreso que le ha frenado muchas de sus políticas, ambientales y de otro tipo— para luchar contra el cambio climático, una de las prioridades de su segundo mandato. A comienzos de mes dijo que haría uso de sus poderes ejecutivos para aprobar medidas que permitan reducir en un 30% las emisiones de CO2 y otros contaminantes de las centrales energéticas en 2030 con respecto a los niveles de 2005.
El nuevo objetivo de Obama es la zona denominada Monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico, un área protegida que creó su predecesor en la Casa Blanca, George W. Bush, en 2009.
En un mensaje difundido ayer durante la Conferencia de los Océanos que celebra el Departamento de Estado desde el lunes con la participación de 400 políticos y expertos de 80 países, Obama adelantó que su Gobierno “considerará de inmediato cómo se puede expandir” esta zona protegida, aunque no dio detalles ni un plazo de tiempo para emitir el decreto con el que pretende darle forma a sus planes.
Sin embargo, el diario The Washington Post, que dijo haber obtenido detalles de la propuesta, afirma que el objetivo es ampliar significativamente el área protegida de las aguas adyacentes a siete islas y atolones controlados por EE UU y situados en el Pacífico entre Hawái y las islas Marianas.
Así, si actualmente están protegidas las aguas de unos 225.300 kilómetros cuadrados alrededor de esas islas, la propuesta de Obama ampliaría esa área protegida a más de dos millones de kilómetros cuadrados alrededor de cada territorio, según el diario.
Entre los asistentes a la conferencia estaba el actor Leonardo Di Caprio, un ecologista convencido que saludó la iniciativa de Obama como un primer paso que requiere “mucho más” a nivel global para afrontar una crisis que, advirtió, no es solo ecológica, sino que también afecta a millones de personas que dependen de la pesca. “Estamos saqueando el océano y sus recursos vitales”, criticó Di Caprio, quien lamentó la falta de esfuerzos para que se hagan cumplir las leyes que protegen los océanos. “Es el salvaje oeste en alta mar”, dijo describiendo la situación.
Las islas que se verán beneficiadas por la iniciativa de Obama son Wake Island, Jarvis Island, Howland Island, Baker Island, Kingman Reef y los atolones de Palmyra y Johnston. “Esa zona es lo más parecido que he visto nunca al océano impoluto”, dijo al diario el investigador español Enric Sala, que trabaja para National Geographic y ha estudiado los corales y atolones de esa área desde 2005.
Además, Obama emitió un memorándum ordenando a las agencias federales competentes, desde el Departamento de Justicia al de Agricultura o la Oficina del Representante Comercial, que desarrollen un “programa integral” que permita frenar la pesca ilegal, el fraude en el comercio del marisco y pescado y su venta.
El mercado negro del pescado comprende hasta el 20% de la pesca salvaje anual y le cuesta a las pesqueras legales hasta 23.000 millones de dólares (17.000 millones de euros), señaló la Casa Blanca, que también se ha comprometido a estudiar la forma de crear nuevos santuarios marinos y adoptar medidas para restaurar las barreras naturales que protegen a las comunidades costeras.
“Ya hemos demostrado que, cuando trabajamos juntos, podemos proteger nuestros océanos para las generaciones futuras. Así que redoblemos nuestros esfuerzos”, declaró Obama en su mensaje a la conferencia liderada por su secretario de Estado, John Kerry. Este, por su parte, subrayó que la clave en combatir el cambio climático reside en ir tomando decisiones concretas como las anunciadas durante la conferencia.
“Se trata de cambiar la voluntad política y empezar a tomar las decisiones que permiten destinar el dinero a la ciencia y a todas las cosas que pueden salvar los océanos”, sostuvo Kerry, quien pidió cerrar los dos días de conferencia “con algo más que ideas: con pasos concretos”.
Un compromiso que será revisado dentro de un año en un nuevo encuentro, esta vez en Chile, en una conferencia de seguimiento que el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Heraldo Muñoz, propuso realizar en la ciudad portuaria de Valparaíso.
onas que dependen de la pesca. “Estamos saqueando el océano y sus recursos vitales”, criticó Di Caprio, quien lamentó la falta de esfuerzos para que se hagan cumplir las leyes que protegen los océanos. “Es el salvaje oeste en alta mar”, dijo describiendo la situación.
Las islas que se verán beneficiadas por la iniciativa de Obama son Wake Island, Jarvis Island, Howland Island, Baker Island, Kingman Reef y los atolones de Palmyra y Johnston. “Esa zona es lo más parecido que he visto nunca al océano impoluto”, dijo al diario el investigador español Enric Sala, que trabaja para National Geographic y ha estudiado los corales y atolones de esa área desde 2005.
Además, Obama emitió un memorándum ordenando a las agencias federales competentes, desde el Departamento de Justicia al de Agricultura o la Oficina del Representante Comercial, que desarrollen un “programa integral” que permita frenar la pesca ilegal, el fraude en el comercio del marisco y pescado y su venta.
El mercado negro del pescado comprende hasta el 20% de la pesca salvaje anual y le cuesta a las pesqueras legales hasta 23.000 millones de dólares (17.000 millones de euros), señaló la Casa Blanca, que también se ha comprometido a estudiar la forma de crear nuevos santuarios marinos y adoptar medidas para restaurar las barreras naturales que protegen a las comunidades costeras.
“Ya hemos demostrado que, cuando trabajamos juntos, podemos proteger nuestros océanos para las generaciones futuras. Así que redoblemos nuestros esfuerzos”, declaró Obama en su mensaje a la conferencia liderada por su secretario de Estado, John Kerry. Este, por su parte, subrayó que la clave en combatir el cambio climático reside en ir tomando decisiones concretas como las anunciadas durante la conferencia.
“Se trata de cambiar la voluntad política y empezar a tomar las decisiones que permiten destinar el dinero a la ciencia y a todas las cosas que pueden salvar los océanos”, sostuvo Kerry, quien pidió cerrar los dos días de conferencia “con algo más que ideas: con pasos concretos”.
Un compromiso que será revisado dentro de un año en un nuevo encuentro, esta vez en Chile, en una conferencia de seguimiento que el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Heraldo Muñoz, propuso realizar en la ciudad portuaria de Valparaíso.