Nueva Francia: dos años de media menos que en 2010
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Algo bueno está pasando en Francia. El conjunto que dirige Dechamps y que tan brillantemente se ha clasificado para los octavos del Mundial ha sabido dar paso a las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte por detrás. El abanderado de esta revolución es Karim Benzema, de 26 años, que fue suplente durante muchos tramos de la fase de clasificación pero ahora es figura indiscutible del equipo, sobre todo con la baja por lesión de Ribéry. El delantero del Madrid está en el momento justo de maduración y ya no hay dudas ni discusiones sobre él. Hace cuatro años, en un contexto bien diferente, Domenech le dejó fuera del Mundial en una decisión que alarmó a la mayoría de los franceses.
Mucho han cambiado las cosas desde entonces. El equipo bleu ha sufrido una profunda renovación que, por lo visto en Brasil, era necesaria. La selección que fracasó en Sudáfrica con Domenech tenía una media de edad de 27,1 años, parecida a la que después manejó Blanc en la Eurocopa de 2012. Ha sido con Deschamps cuando ha llegado la transformación. Los Digne (20), Varane (21), Pogba (21), Griezmann (23), Mangala (23), Sakho (24) o Sissoko (24) han rebajado notablemente la media del equipo, que se sitúa en 26,2 por la presencia de veteranos como el tercer portero Landreau (35) o Evra (33).
Equipo joven. Ante Ecuador, en el último partido del grupo, la alineación de Deschamps fijó una media de 25 años, una de las más jóvenes en este Mundial y también de las más jóvenes de los franceses en cualquier cita mundialista. Francia está haciendo un gran trabajo de cantera para recuperar el nivel que le llevó a ser campeón del mundo en 1998 y de Europa en 2000. En los últimos tiempos han logrado éxitos en categorías inferiores, sobre todo con la generación brillante del 87 y del 91, campeonas de Europa Sub-17 y Sub-19, y con la última del 93 que el año pasado levantó el título mundial Sub-20.
Algo bueno está pasando en Francia. El conjunto que dirige Dechamps y que tan brillantemente se ha clasificado para los octavos del Mundial ha sabido dar paso a las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte por detrás. El abanderado de esta revolución es Karim Benzema, de 26 años, que fue suplente durante muchos tramos de la fase de clasificación pero ahora es figura indiscutible del equipo, sobre todo con la baja por lesión de Ribéry. El delantero del Madrid está en el momento justo de maduración y ya no hay dudas ni discusiones sobre él. Hace cuatro años, en un contexto bien diferente, Domenech le dejó fuera del Mundial en una decisión que alarmó a la mayoría de los franceses.
Mucho han cambiado las cosas desde entonces. El equipo bleu ha sufrido una profunda renovación que, por lo visto en Brasil, era necesaria. La selección que fracasó en Sudáfrica con Domenech tenía una media de edad de 27,1 años, parecida a la que después manejó Blanc en la Eurocopa de 2012. Ha sido con Deschamps cuando ha llegado la transformación. Los Digne (20), Varane (21), Pogba (21), Griezmann (23), Mangala (23), Sakho (24) o Sissoko (24) han rebajado notablemente la media del equipo, que se sitúa en 26,2 por la presencia de veteranos como el tercer portero Landreau (35) o Evra (33).
Equipo joven. Ante Ecuador, en el último partido del grupo, la alineación de Deschamps fijó una media de 25 años, una de las más jóvenes en este Mundial y también de las más jóvenes de los franceses en cualquier cita mundialista. Francia está haciendo un gran trabajo de cantera para recuperar el nivel que le llevó a ser campeón del mundo en 1998 y de Europa en 2000. En los últimos tiempos han logrado éxitos en categorías inferiores, sobre todo con la generación brillante del 87 y del 91, campeonas de Europa Sub-17 y Sub-19, y con la última del 93 que el año pasado levantó el título mundial Sub-20.