Luis Suárez: ¿héroe o villano?
Río de Janeiro, EFE
La FIFA aplicó hoy una dura sanción a una de las principales estrellas del fútbol mundial, Luis Suárez, decisión que indignó a su país, Uruguay, pero seguramente también sea considerada justa por otros y no desvela la incógnita: ¿el brillante delantero es un héroe o un villano?.
"Luisito", como le conocen sus más próximos, es un luchador constante pero no solo del fútbol, es un "guerrero" que le ganó a la vida tras una infancia difícil y dura que sin duda le dejó secuelas, las que de tanto y tanto reaparecen.
Su humildad, su nunca bajar los brazos, su genio, los reclamos constantes dentro del campo, parcialmente matizados en los últimos años, también tienen que ver con eso.
Dueño de un coraje a toda prueba, Suárez se recuperó en tiempo récord de la artroscopia de rodilla izquierda a la que fue sometido el pasado 22 de mayo y que puso un manto de duda sobre su participación en el Mundial.
Menos de un mes después, el 19 de junio, marcó los dos goles con que la selección de Uruguay venció por 1-2 a la de Inglaterra para recuperar la ilusión en el torneo y, de paso, dejar a los ingleses con el boleto de regreso a casa en la mano.
Semejante osadía para alguien que juega en la Liga inglesa con la camiseta del Liverpool resulta, por lo menos, difícil de soportar para muchos del otro lado del Atlántico.
La imagen de "niño grande" llorando mientras corre celebrando el segundo gol es una de las postales de la Copa del Mundo.
Pero ese ídolo, héroe nacional para los uruguayos, que a los 27 años ya es el máximo goleador histórico de su selección con 41 conquistas, es humano, se equivoca y después lo paga, a veces muy caro.
Hoy, la FIFA le aplicó 9 partidos de suspensión y cuatro meses de inhabilitación acusado de morder al defensa italiano Giorgio Cheillini el pasado día 24 en el último partido del Grupo D del Mundial que los uruguayos ganaron por 0-1 y mandaron a los italianos para casa.
La sanción de la Comisión de Disciplina de la FIFA es, por lo menos, cuestionable, sobre todo porque el árbitro mexicano Marco Rodríguez, no reflejó nada en el acta.
En este caso pesaron los antecedentes.
Suárez fue protagonista en el pasado de dos episodios parecidos pero mucho mas claros y se enfrentó a dos duras sanciones en 2010, cuando militaba en Ajax holandés, y en 2013, ya en las filas del Liverpool inglés, por morder a un rival.
En el primer caso la víctima fue Otman Bakkal, del PSV Eindhoven, durante un partido de la Liga holandesa.
Esa acción le costó al delantero uruguayo una sanción de siete partidos por parte de la Federación holandesa, a los que sumó los dos encuentros con los que le castigó su propio club, que además le impuso una multa económica.
Después Suárez se corrigió y llegó a ser el goleador y el capitán de la plantilla antes de marcharse a Inglaterra.
En abril de 2013 el uruguayo repitió mordedura esta vez contra el defensa serbio del Chelsea Branislav Ivanovic y por ello fue castigado con diez partidos por la Federación inglesa.
Por esa sanción Suárez se perdió las primeras cinco jornadas de la pasada Liga inglesa pero eso no le impidió llevar de la mano al Liverpool hasta las primeras posiciones y pelear por el título casi hasta el final.
Además, sus 31 goles le valieron la Bota de Oro de Europa, compartida con Cristiano Ronaldo, y ser elegido como el mejor jugador de la temporada por sus colegas, los entrenadores y los aficionados.
En medio de ofertas y sondeos de varios de los equipos más poderosos de Europa por contratarle, al uruguayo le volvió a traicionar su carácter y hoy el mundo entero habla más de sus dientes que de sus goles y de si es un héroe o un villano.