Los cruces venezuela-eeuu y bolivia-chile centralizaron el interes de la jornada de la oea

Asunción, Télam
La 44ta. Asamblea General de la OEA cumplió hoy su primera jornada de debate sobre la necesidad de conjugar el desarrollo con inclusión social, aunque el plenario se desvió a menudo hacia cuestiones de conflictos bilaterales, propuestas no contempladas en el temario y hasta reclamos en torno de la presencia de Cuba en futuros encuentros.


El hecho de que la llamada "Declaración de Asunción" esté ya consensuada y de que la consigna de "Desarrollo con inclusión social" no enfrente mayores disidencias, pareció empujar la atención hacia otras cuestiones: los cruces Venezuela-EEUU, el litigio Bolivia-Chile y la aspiración de Ecuador de mudar la sede de la CIDH.

Temprano, los cancilleres cumplieron con la formalidad de elegir al paraguayo Eladio Loyzaga como titular de las deliberaciones, aprobaron el temario y la agenda, constituyeron la Comisión General y escucharon el informe anual del Consejo Permanente.

Pero apenas se inició la ronda del llamado "diálogo privado" entre cancilleres -en realidad es abierto-, comenzaron los cruces y acusaciones, siempre en el tono respetuoso al que obliga la diplomacia.

Primero fue el vicecanciller de Nicaragua, Danis Moncada, el que reclamó reformas y cambios en el finaciamiento de la Relatoría para la Libertad de Expresión -a la que varios gobiernos acusan de actuar manipulada por EEUU-, casi en línea con la propuesta de Quito para reformar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Enseguida le tocó al canciller de Venezuela, Elías Jaua, denunciar "el intento permanente de las oligarquías que se niegan a aceptar resultados electorales y generan violencia, sabotajes y planes de magnicidio, alentados por sectores de EEUU, en abierta violación al principio de no injerencia" que debe regir las relaciones entre los países.

Jaua advirtió que "la amenaza de sanciones" a funcionarios del Ejecutivo bolivariano sería "un obstáculo para avanzar en la erradicación de la pobreza" y defendió el "derecho del pueblo a resolver sus diferencias sin injerencias".

Un rato después, la responsable norteamericana del Departamento de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Roberta Jakobson, remarcó que eran "aboslutamente falsas las acusaciones de que en EEUU se gesten conspiraciones" contra Venezuela y respaldó el diálogo entre el Ejecutivo de Nicolás Maduro y la oposición.

"Venezuela debe resolver internamente sus conflictos", evaluó Jakobson, para quien las sanciones a funcionarios o al Estado venezolano -que estudia el Congreso estadounidense- "pueden ser una herramienta útil, pero no en este momento".

Al cruce se sumó desde el recinto otra vez Nicaragua, en la voz del vicecanciller Moncada, para condenar "toda maniobra extranjera que se empeña en generar un golpe de Estado" en el país sudamericano y criticar las actitudes "desestabilizadoras y los planes de magnicidio" contra Maduro.

Todavía fresco ese enfrentamiento, arrancó otro, con el renovado reclamo de Bolivia, a través de su canciller, David Choquehuanca, para que Chile acepte "sentarse a dialogar, nada más, pero tampoco nada menos, para cerrar la herida de ese pasado" que significa la pérdida de La Paz de su salida al océano Pacífico.

"No podemos pedirle cuentas a los muertos. Somos los vivos los que debemos superar los errores del pasado", afirmó Choquehuanca, que pidió a sus pares "asumir que el continente tiene un compromiso para superar las diferencias de esta historia en común".

El diplomático se mostró esperanzado en que la región pueda "explorar y comprender" la controversia e insistió en reclamar a Santiago que atienda "de buena fe, de manera significativa y pacífica, el derecho de Bolivia de tener un acceso soberano al Pacífico".

Apenas minutos después, el chileno Muñoz lamentó tener que desviarse del tema central del encuentro para responder a Bolivia, que "no hizo una invitación a dialogar, sino que presentó una demanda" ante La Haya.

"Hay que aclarar las cosas y ser franco: si queremos dialogar, hagámoslo de buena fe. Chile siempre estuvo dispuesto a dialogar, pero con pleno respeto a los tratados, porque eso exige la seguridad jurídica".

Santiago reivindica un tratado bilateral de 1904, firmado "libremente entre los países y plenamente vigente, que resolvió de manera clara los problemas limítrofes", según Muñoz, que ratificó que su país "no reconoce a ningún foro multilateral para un tema bilateral".

Como si no hubieran alcanzado los argumentos lanzados en la sala de sesiones de la sede de la Conmebol -en las afueras de Asunción- Choquehuanca y Muñoz reiteraron casi idénticos conceptos por la tarde, en sendas conferencias de prensa.

Mientras se sucedían los discursos, se discutía en otras oficinas el proyecto de Ecuador para que la sede de la CIDH salga de Washington y vaya a un país firmante del Pacto de San José, y se modifique el sistema de financiamienrto del organismo.

Haití, Costa Rica y Guatemala se candidatean con alguna chance de albergar a la CIDH, aunque la discusión parecía lejos de agotarse en Asunción, porque varios países que respaldan el "fondo" del proyecto, cuestionan la forma en que Quito pretende avanzar en la iniciativa.

Para el final quedaron los reclamos de varios países, entre ellos Argentina, para que Cuba -único país del continente ausente de este encuentro- participe de la próxima Cumbre de las Américas, que se hará el año próximo en Panamá.

Mañana se hará la sesión de cierre de la 44ta. Asamblea, se aprobará la declaración final y otros varios documentos, uno de ellos de respaldo a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas. (Télam)

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