Le Pen quiere acabar con los pactos de doble nacionalidad en Francia
“Hay que elegir entre ser argelino o francés, no se puede ser las dos cosas”, advierte la política tras los disturbios por la clasificación de Argelia en el Mundial
Ana Teruel
Paris, El País
Los incidentes que empañaron la semana pasada en Francia las celebraciones por la histórica clasificación del equipo de fútbol de Argelia para los octavos de final del Mundial de Brasil han brindado una nueva oportunidad a la líder del partido de extrema derecha francés de airear sus viejas reivindicaciones sobre limitación de la nacionalidad. La presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, ha reclamado poner “fin a la doble nacionalidad” y consideró que los disturbios tras el partido de fútbol, en los que fueron detenidas 74 personas, ponen en evidencia el fracaso de la integración. La policía prevé un dispositivo reforzado este lunes por la noche, en el que el equipo argelino se enfrenta a Alemania.
“Hay que poner fin a la doble nacionalidad. Hay que elegir, ser argelino o francés, marroquí o francés, pero no se puede ser las dos cosas”, aseguró Marine Le Pen en declaraciones a la emisora Europe 1 y al diario Le Monde. Los incidentes y el refuerzo policial previsto son “la demostración del fracaso total de la política de inmigración en nuestro país y el rechazo expresado, por cierto número de binacionales, a la asimilación”, añadió. “El Estado tiene que recuperar su autoridad. No hay ningún país en el mundo que aceptaría soportar lo que soportamos en nuestro territorio”.
El Ministerio del Interior ha anunciado para este lunes, en previsión al partido que enfrenta a Argelia con Alemania, el despliegue de miles de policías y de gendarmes, incluida una quincena de unidades de las fuerzas especiales de seguridad. También ha puesto a disposición de los efectivos antidisturbios material para el mantenimiento del orden, como cañones de agua y helicópteros y equipos para identificar a posibles alborotadores.
En París, la municipalidad ha instalado una pantalla gigante en la plaza del Ayuntamiento para retransmitir los partidos del Mundial y en principio debía emitir todos los de octavos. Pero el viernes rectificó y anunció que sólo se verán los de Francia, evitando así tener que mostrar el de Argelia a las diez de la noche. Sólo emitirá así el que enfrenta también hoy, a las seis de la tarde, a Francia y Nigeria. Aunque Alemania es claramente favorita ante el conjunto argelino, en caso de clasificarse, y si también lo hiciera el combinado galo, ambas selecciones se cruzarían en cuartos de final.
Francia, donde vive una importante comunidad de 700.000 argelinos y un millón de descendientes directos de estos, según el Instituto de Estadísticas —que no contabiliza a los argelinos de tercera generación— sigue muy de cerca las proezas del país magrebí, que llegó a Brasil sin haber ganado un solo partido en un Mundial de Fútbol desde 1982. Pero las celebraciones que han acompañado en las calles sus resultados han dado lugar a incidentes en todo el país, con una treintena de detenciones en París. En los dos partidos anteriores, la policía había detenido también a decenas de personas.
La asociación SOS Racismo ha reaccionado a las declaraciones de Le Pen considerando “peligroso y preocupante (...) construir este relato escandaloso a partir de actos de algunos hinchas aislados”. Entre los políticos, el diputado centrista Yves Jégo ha tildado la propuesta de “caricatura”. Eliminar la doble nacionalidad supondría privar “al 5% de la población” francesa de “mantener lazos con su país de origen” cuando la mayoría siente “plenamente” su ciudadanía francesa.
No es la primera vez que Marine Le Pen hace esta propuesta, que en su día también defendió su padre y fundador del FN, Jean-Marie Le Pen. En 2011, la presidenta de la formación remitió una misiva a los diputados de la Asamblea Nacional en este sentido. En Francia, la doble nacionalidad siempre ha existido y, aunque no hay estadísticas oficiales, se calcula que un tercio de los franceses de origen extranjero disponen de ella, y un 40% en el caso de los magrebíes.
Ana Teruel
Paris, El País
Los incidentes que empañaron la semana pasada en Francia las celebraciones por la histórica clasificación del equipo de fútbol de Argelia para los octavos de final del Mundial de Brasil han brindado una nueva oportunidad a la líder del partido de extrema derecha francés de airear sus viejas reivindicaciones sobre limitación de la nacionalidad. La presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, ha reclamado poner “fin a la doble nacionalidad” y consideró que los disturbios tras el partido de fútbol, en los que fueron detenidas 74 personas, ponen en evidencia el fracaso de la integración. La policía prevé un dispositivo reforzado este lunes por la noche, en el que el equipo argelino se enfrenta a Alemania.
“Hay que poner fin a la doble nacionalidad. Hay que elegir, ser argelino o francés, marroquí o francés, pero no se puede ser las dos cosas”, aseguró Marine Le Pen en declaraciones a la emisora Europe 1 y al diario Le Monde. Los incidentes y el refuerzo policial previsto son “la demostración del fracaso total de la política de inmigración en nuestro país y el rechazo expresado, por cierto número de binacionales, a la asimilación”, añadió. “El Estado tiene que recuperar su autoridad. No hay ningún país en el mundo que aceptaría soportar lo que soportamos en nuestro territorio”.
El Ministerio del Interior ha anunciado para este lunes, en previsión al partido que enfrenta a Argelia con Alemania, el despliegue de miles de policías y de gendarmes, incluida una quincena de unidades de las fuerzas especiales de seguridad. También ha puesto a disposición de los efectivos antidisturbios material para el mantenimiento del orden, como cañones de agua y helicópteros y equipos para identificar a posibles alborotadores.
En París, la municipalidad ha instalado una pantalla gigante en la plaza del Ayuntamiento para retransmitir los partidos del Mundial y en principio debía emitir todos los de octavos. Pero el viernes rectificó y anunció que sólo se verán los de Francia, evitando así tener que mostrar el de Argelia a las diez de la noche. Sólo emitirá así el que enfrenta también hoy, a las seis de la tarde, a Francia y Nigeria. Aunque Alemania es claramente favorita ante el conjunto argelino, en caso de clasificarse, y si también lo hiciera el combinado galo, ambas selecciones se cruzarían en cuartos de final.
Francia, donde vive una importante comunidad de 700.000 argelinos y un millón de descendientes directos de estos, según el Instituto de Estadísticas —que no contabiliza a los argelinos de tercera generación— sigue muy de cerca las proezas del país magrebí, que llegó a Brasil sin haber ganado un solo partido en un Mundial de Fútbol desde 1982. Pero las celebraciones que han acompañado en las calles sus resultados han dado lugar a incidentes en todo el país, con una treintena de detenciones en París. En los dos partidos anteriores, la policía había detenido también a decenas de personas.
La asociación SOS Racismo ha reaccionado a las declaraciones de Le Pen considerando “peligroso y preocupante (...) construir este relato escandaloso a partir de actos de algunos hinchas aislados”. Entre los políticos, el diputado centrista Yves Jégo ha tildado la propuesta de “caricatura”. Eliminar la doble nacionalidad supondría privar “al 5% de la población” francesa de “mantener lazos con su país de origen” cuando la mayoría siente “plenamente” su ciudadanía francesa.
No es la primera vez que Marine Le Pen hace esta propuesta, que en su día también defendió su padre y fundador del FN, Jean-Marie Le Pen. En 2011, la presidenta de la formación remitió una misiva a los diputados de la Asamblea Nacional en este sentido. En Francia, la doble nacionalidad siempre ha existido y, aunque no hay estadísticas oficiales, se calcula que un tercio de los franceses de origen extranjero disponen de ella, y un 40% en el caso de los magrebíes.