Insurgentes con banderas negras en refinería Irak

Bagdad, AP
Insurgentes suníes han colgado sus banderas negras en las torres de vigilancia de la mayor refinería de petróleo de Irak, informó un testigo el jueves, lo que sugiere que la importante instalación podría estar en sus manos junto con vastos territorios en el norte del país. Sin embargo, según un alto oficial de seguridad, el gobierno aun mantendría el control de la instalación.


Los combates en Beiji, unos 250 kilómetros (155 millas) al norte de Bagdad, se produjeron al tiempo que el gobierno de Irak pedía a los Estados Unidos que lance una ofensiva aérea contra los miembros del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). Mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no ha descartado por completo la posibilidad de iniciar ataques aéreos, dicha acción no es inminente, según fuentes oficiales, en parte porque las agencias de inteligencia no han sido capaces de identificar objetivos claros sobre el terreno.

Según el mismo testigo que pasó por la refinería de Beiji, los insurgentes también se han hecho con los cercanos puestos de control. La fuente añadió que en ese momento un enorme incendio asolaba uno de los buques cisterna de la instalación. El testigo no quiso facilitar su nombre por temor a represalias.

Las fuerzas gubernamentales aún estarían dentro de la refinería luchando por mantener el control, informó el alto oficial de seguridad, que asegura están en constante contacto con Bagdad. Los trabajadores de la refinería fueron evacuados a los pueblos cercanos, dijo.

Helicópteros armados sobrevolaron la refinería para evitar cualquier avance por parte de los insurgentes, añadió el oficial de seguridad. Los partidarios del Estado Islámico de Irak y de Levante se hicieron con un edificio cercano a la instalación y lo utilizaron para abrir fuego contra las tropas del gobierno.

La refinería de Beiji produce poco más de un cuarto de toda la producción del país, y toda su producción se destina a productos de consumo interno, como gasolina, aceite y combustible para las centrales eléctricas.

Cualquier interrupción prolongada en el suministro de Beiji multiplicaría el caos al que ya se enfrenta Irak, creando largas colas ante los surtidores de gasolina y provocando cortes de electricidad.

La campaña del Estado Islámico, inspirada por al-Qaida, ha convocado al fantasma de la guerra sectaria que recorrió Irak entre 2006 y 2007, especialmente cuando el máximo clérigo chií llamó el viernes a las armas.

El Estado Islámico ha prometido marchar sobre Bagdad y las sagradas ciudades de Karbala y Najaf, hogar de algunos de los santuarios más venerados, en lo que claramente es la peor amenaza para la estabilidad de Irak desde que en 2011 los Estados Unidos abandonaron el país.

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