El Rey agradece a México su acogida al exilio republicano

Peña Nieto alaba la Transición y al Monarca: "un visionario que trajo la democracia". Don Juan Carlos asegura que su hijo mantedrá "firme" su "compromiso con Iberoamérica

Natalia Junquera
Madrid, El País
El Rey volvió este lunes a reivindicar su papel en la Transición. Lo hizo en uno de sus últimos discursos como Monarca, en la cena de gala ofrecida al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, de visita de Estado en España. “Vuestro país nos ha recordado en nuestra historia reciente que la concordia entre los españoles pasaba también por América. Por esa Iberoamérica magnánima que acogió a la España del exilio, a la que pude abrazar en México para pedirle su concurso en la construcción de un nuevo destino de concordia y de progreso para todos los españoles”, dijo. Fue una reivindicación y también un guiño: todos aquellos exiliados eran republicanos que habían tenido que abandonar su país al ganar Franco la Guerra Civil.


Don Juan Carlos, de 76 años, recordó que la de este lunes era la última visita de Estado que presidía y expresó su deseo de que “el bienestar y progreso de México y España vayan siempre de la mano”. Evocó que su sucesor, don Felipe, ha mantenido una “continuada presencia en las tomas de posesión de mandatarios iberoamericanos”, así como sus numerosas visitas a la región. “En todas estas ocasiones, el Príncipe ha llevado a los pueblos iberoamericanos el hondo afecto y la solidaridad de España”, dijo el Rey, quien aseguró a Peña Nieto que su hijo mantendrá "firme" su "compromiso con toda Iberoamérica".

Peña Nieto se deshizo en elogios al Monarca: “La España más libre, más democrática y moderna, la más justa, es la España del rey Juan Carlos”, dijo. “España ha sido un referente, un faro que ha guiado a otras naciones”, añadió. “Nos brindó un gran ejemplo de concordia. Y así lo estamos haciendo nosotros, teniendo como referencia los Pactos de La Moncloa”.El presidente mexicano describió al Monarca como "un visionario" que llevó la democracia a España y "la abrió al mundo". Alabó su "sensibilidad política" para propiciar el diálogo y su "audaz iniciativa" al impulsar en 1991 la primera cumbre iberoamericana. "Entendió siempre Iberoamérica como oportunidad destino", añadió.

Peña Nieto no se se olvidó de don Felipe, inminente nuevo rey -“Está en condiciones de asegurar la continuidad y estabilidad de España”-, ni de la Reina, de la que destacó su incondicional apoyo al Rey. Finalmente, pidió a los 125 invitados que brindaran por el Monarca, al que le quedan apenas diez días de reinado. Entre los asistentes estaba el presidente, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el Gobierno casi al completo; los presidentes del Congreso, del Senado, del Tribunal Constitucional y del Supremo. También han acudido Trinidad Jiménez, Javier Solana, el director del CNI, Félix Sanz, empresarios como César Alierta o Florentino Pérez y los presidentes de los principales diarios, incluido el de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián. El menú de la cena: sopa fría de tomates verdes con ventresca y salmón, merluza a la plancha con vinagreta de hortalizas y costrada de hojaldre relleno de chocolate y helado de vainilla.

La de Peña Nieto es la última visita de Estado de don Juan Carlos como anfitrión y la primera del mandato de Rajoy, ya que el formato, más pomposo y por tanto, más caro que el de una visita de trabajo, obligó a aplazarlas por motivos de austeridad.


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