El papa Francisco, “un poco cansado”, aplaza sus citas
Ciudad del Vaticano, AFP
El papa Francisco, que celebró el domingo la misa de Pentecostés antes de presidir una oración por la paz en Oriente Medio, aplazó algunas citas el lunes por la mañana al estar “un poco cansado”, anunció el Vaticano.
“Al estar un poco cansado, el papa aplazó algunas de sus citas de esta mañana (del lunes), entre ellas, la audiencia prevista a los miembros del Consejo Superior de la Magistratura italiana“, precisó un comunicado de la Santa Sede.
La jornada del domingo, que culminó con el encuentro histórico entre el presidente israelí, Shimon Peres, y el palestino, Mahmud Abas, en los jardines del Vaticano, fue “extenuante” para el papa, indicó a la prensa el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Desde su elección como pontífice en marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio, de 77 años, no se ha tomado verdaderas vacaciones, pese a contar con un estado de salud frágil en el plano pulmonar.
Muchos observadores consideran que Francisco tiene prisa, ya que sabe que no le quedan muchos años por delante para reformar la iglesia católica.
El papa Francisco, que celebró el domingo la misa de Pentecostés antes de presidir una oración por la paz en Oriente Medio, aplazó algunas citas el lunes por la mañana al estar “un poco cansado”, anunció el Vaticano.
“Al estar un poco cansado, el papa aplazó algunas de sus citas de esta mañana (del lunes), entre ellas, la audiencia prevista a los miembros del Consejo Superior de la Magistratura italiana“, precisó un comunicado de la Santa Sede.
La jornada del domingo, que culminó con el encuentro histórico entre el presidente israelí, Shimon Peres, y el palestino, Mahmud Abas, en los jardines del Vaticano, fue “extenuante” para el papa, indicó a la prensa el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Desde su elección como pontífice en marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio, de 77 años, no se ha tomado verdaderas vacaciones, pese a contar con un estado de salud frágil en el plano pulmonar.
Muchos observadores consideran que Francisco tiene prisa, ya que sabe que no le quedan muchos años por delante para reformar la iglesia católica.