El Mundial que vemos

Brasil, ABC
José Manuel Cuéllar
Sí, emoción, desgaste físico, prórrogas, penaltis, emoción… En estos aspectos de a flor de piel este Mundial está muy bien. Pero de fútbol anda justito, por no decir muy falto de… Repasemos a los grandes y menos grandes: Brasil no juega una patata. Funciona a impulsos de empujones de sus tochos del medio campo, de la presión de la grada y de Neymar, que es muy bueno (y de los árbitros claro, que en cada partido Brasil hace 25 faltas y apenas le sacan tarjetas). Argentina sigue gracias a Messi, pero atrás y en el medio es un arado. Holanda juega atrás porque le conviene a la velocidad de Robben, pero podía hacer mucho mejor juego. Costa Rica es inconstante y de todas las americanas la que mejor juega es Colombia. Luego está Francia, con un muy buen medio campo y el mejor Benzema y, claro, Alemania, pero Alemania es otra cosa.


De todas las selecciones, la que en realidad juega al fútbol es Alemania, que tiene el toque de España (no tanto claro), y la fuerza que no tuvo España. Y equilibrio mezclado con grandísimos jugadores. Además, tiene soluciones, si no le funciona el falso 9 (otra copia de España), te mete a Klose, al que se le caen los goles de los bolsillos. Está ganando y convenciendo y eso que aún no ha empezado a jugar Ozil. Cuando empiece se acabó la función. Claro que lo normal es que los árbitros la frenen antes porque aquí lo que importa es una final Brasil-Argentina. Una pena porque si Reus no se hubiera roto el tobillo ni los árbitro hubieran parado a los germanos. Y aún así..

Claro que, visto lo visto, más pena es lo de España. Muchos piensan que si la vaselina de Silva llega a entrar estaríamos arriba con todos los grandes porque a fútbol los demás no nos superan. Y es posible que fuera verdad, pero también lo es que si el tiro de Robben no hubiese rozado el tobillo de Casillas… Si, si, si… Y si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta, pero no lo es…

Entradas populares