Continúa situación caótica en Irak, aseguran agencias humanitarias de la ONU
Ginebra, EFE
La situación en Irak es “caótica”, alertaron hoy las agencias humanitarias de Naciones Unidas, que no pueden llegar ni ayudar a las decenas de miles de desplazados internos, y temen además que su número aumente ante la escalada y ampliación del conflicto.
“La situación es caótica”, afirmó el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Adrien Edwards, al definir la situación en Irak, con varios conflictos abiertos al mismo tiempo.
Por ahora, Naciones Unidas sigue hablando de 500.000 desplazados internos provocados por la toma de Mosul a manos del grupo yihadista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
Paralelamente, las agencias humanitarias tienen que asistir a otro medio millón de desplazados forzados por el conflicto de la provincia de Al Anbar, una situación de crisis previa al levantamiento de EIIL en las últimas dos semanas.
Edwards señaló que el ACNUR está “muy preocupado” porque los combates provoquen más desplazamientos, dado que las agencias ya están desbordadas no sólo por la cantidad de personas que han huido sino también porque a muchas de ellas no las pueden ayudar por la imposibilidad de acceder a los lugares donde se encuentran debido a la falta de seguridad.
Las cifras no son concretas y ni el ACNUR ni la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), ni la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) son capaces de decir cuántos desplazados no cuentan con ayuda internacional, ni dónde están exactamente, pero consideran que son más de 100.000.
“El actual conflicto y el ambiente extremadamente volátil está limitando el acceso a miles de desplazados en áreas controladas por grupos armados”, señaló en un comunicado Jacqueline Badcock, la coordinadora humanitaria en Irak.
El portavoz de la OCHA, Jens Laerke, descartó que por el momento se hayan entablado conversaciones con los dirigentes de EIIL para solicitarles acceso a los desplazados.
Además, otro aspecto que complica aún más la situación es que muchos de los desplazados están en constante movimiento.
Otro elemento que preocupa enormemente es la posibilidad de que surjan brotes de enfermedades infecciosas “dadas las altas temperaturas y la falta de saneamiento, higiene y agua potable en muchos de los lugares donde se refugian los desplazados”, alertó Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ahora, la OMS ha distribuido medicamentos y material médico al Gobierno autónomo de la provincia del Kurdistán iraquí, a petición del propio Ejecutivo que se ha visto desbordado por la llegada de decenas de miles de desplazados y al mismo tiempo por el corte de suministros desde el Gobierno central.
En el Kurdistán se encuentra también la mayoría de sirios kurdos que huyeron de la guerra civil en su país, y por ahora están a salvo.
No ocurre lo mismo con otros 5.000 sirios que estaban refugiados en el campo de Al-Qaem, en la provincia de Al Anbar, a 25 kilómetros de la frontera siria, y que anoche sufrieron las consecuencias de los combates entre fuerzas gubernamentales y rebeldes.
Edwards descartó que hasta la fecha se hayan registrado cruces de fronteras de sirios queriendo volver a su país, ni tampoco iraquíes huyendo e intentando adentrarse en un tercer país.
La situación en Irak es “caótica”, alertaron hoy las agencias humanitarias de Naciones Unidas, que no pueden llegar ni ayudar a las decenas de miles de desplazados internos, y temen además que su número aumente ante la escalada y ampliación del conflicto.
“La situación es caótica”, afirmó el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Adrien Edwards, al definir la situación en Irak, con varios conflictos abiertos al mismo tiempo.
Por ahora, Naciones Unidas sigue hablando de 500.000 desplazados internos provocados por la toma de Mosul a manos del grupo yihadista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
Paralelamente, las agencias humanitarias tienen que asistir a otro medio millón de desplazados forzados por el conflicto de la provincia de Al Anbar, una situación de crisis previa al levantamiento de EIIL en las últimas dos semanas.
Edwards señaló que el ACNUR está “muy preocupado” porque los combates provoquen más desplazamientos, dado que las agencias ya están desbordadas no sólo por la cantidad de personas que han huido sino también porque a muchas de ellas no las pueden ayudar por la imposibilidad de acceder a los lugares donde se encuentran debido a la falta de seguridad.
Las cifras no son concretas y ni el ACNUR ni la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), ni la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) son capaces de decir cuántos desplazados no cuentan con ayuda internacional, ni dónde están exactamente, pero consideran que son más de 100.000.
“El actual conflicto y el ambiente extremadamente volátil está limitando el acceso a miles de desplazados en áreas controladas por grupos armados”, señaló en un comunicado Jacqueline Badcock, la coordinadora humanitaria en Irak.
El portavoz de la OCHA, Jens Laerke, descartó que por el momento se hayan entablado conversaciones con los dirigentes de EIIL para solicitarles acceso a los desplazados.
Además, otro aspecto que complica aún más la situación es que muchos de los desplazados están en constante movimiento.
Otro elemento que preocupa enormemente es la posibilidad de que surjan brotes de enfermedades infecciosas “dadas las altas temperaturas y la falta de saneamiento, higiene y agua potable en muchos de los lugares donde se refugian los desplazados”, alertó Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ahora, la OMS ha distribuido medicamentos y material médico al Gobierno autónomo de la provincia del Kurdistán iraquí, a petición del propio Ejecutivo que se ha visto desbordado por la llegada de decenas de miles de desplazados y al mismo tiempo por el corte de suministros desde el Gobierno central.
En el Kurdistán se encuentra también la mayoría de sirios kurdos que huyeron de la guerra civil en su país, y por ahora están a salvo.
No ocurre lo mismo con otros 5.000 sirios que estaban refugiados en el campo de Al-Qaem, en la provincia de Al Anbar, a 25 kilómetros de la frontera siria, y que anoche sufrieron las consecuencias de los combates entre fuerzas gubernamentales y rebeldes.
Edwards descartó que hasta la fecha se hayan registrado cruces de fronteras de sirios queriendo volver a su país, ni tampoco iraquíes huyendo e intentando adentrarse en un tercer país.