Colombia mata sin dominar a una Grecia falta de puntería


Belo Horizonte, As
Colombia cumplió con su condición de favorita. Aunque realmente sólo lo hizo en el marcador. Pudo arrollar y se cortó. Se encontró el 1-0 de salida en una buena internada de Cuadrado y se vio tan superior desde entonces que tanta confianza le invitó a dosificarse hasta envalentonar a Grecia peligrosamente. El equipo heleno no fue inferior con igualdad pese a sus años y achaques, pero le condenó su falta de puntería. Santos, su seleccionador, prefirió apostar por Gekas arriba, el tercer máximo goleador de su selección, ya que su estrella, Mitroglou, ha tenido un 2014 complicado en el Fulham por las lesiones. Y lo pagó. Con el descaro de Samaras no basta. Pese a no ver puerta, Grecia tuvo cinco buenas ocasiones. Una de ellas desbaratada por una gran estirada de Ospina. Y la mejor, por el larguero.


Colombia tiene muy buena pinta. Pero lo más positivo es que aún la puede tener mucho mejor. Basta con que se aclimate, se vea en lo alto de la tabla, sienta el empuje de un país convulsionado y, sobre todo, libere su potencial ofensivo. En su once hay solidaridad, fuerza física y talento. En el banquillo le sobra dinamita. Únicamente falta agitarlo. Ni Bacca ni Jackson Martínez fueron los elegidos para suplir de inicio a Falcao, y el preferido, Ibarbo (Cagliari), cumplió. No mojó pero, eso sí, incordió escorado a la izquierda. Fue un buen complemento para Cuadrado y James, los verdaderos jefes del ataque cafetero.

El primero, en la órbita del Barça para suplir a Alves ya que es lateral, interior y lo que él quiera, cocinó el primer gol. Su regate en banda derecha y posterior asistencia al punto de penalti no fue desaprovechada por Armero con ayuda de Manolas. El central, que cumplía años con el futuro a su favor, rozó el lanzamiento sin poderlo desviar. James, por su parte, se divirtió con tanta libertad de movimientos. Su zurda es una gozada. Un córner botado por él desde la derecha sirvió para que Colombia sentenciara. En el trayecto de su envío Abel Aguilar demostró picardía para prolongar y Holebas pasividad para despejar en boca de gol. Teo, el ariete al que se aferra su hinchada ante la ausencia de El Tigre, maquilló su discreto partido empujando el regalo. Al final, como colofón, James también hizo el tercero con un sutil toque de rosca. Quería y debía salir en las portadas.

Con el 2-0 y la hora de los suplentes, Colombia acabó por recordarle a Grecia que en esta fase de grupos tiene poco que hacer. Sobre todo si intenta jugar al toque como hizo esta vez y jamás se le vio, y evita explotar el balón largo como se le recordaba. Los recambios de Pekerman mejoraron el panorama. Uno de ellos fue Jackson Martínez (27 años y 29 goles este curso). Los de Grecia, por el contrario, lo empeoraron. El último fue Karagounis (37 años y 657 minutos con el Fulham en la Premier). La marea amarilla, que invadió el estadio de Mineirao, celebró la victoria por todo lo alto. Aunque fuera con menos brillo del deseado. Hace 16 años que Colombia no daba que hablar en un Mundial. Y parece que no tardará en volver hacerlo.

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