Catar, intermediario clave entre EEUU y Talibán

Dubai, AP
El papel de Catar tras bambalinas para conseguir la liberación del sargento estadounidense Bowe Bergdahl a cambio de cinco talibanes presos fue una maniobra clásica de un estado árabe pequeño pero rico en petróleo con enormes ambiciones que se extienden incluso hasta el deporte.


El integrante de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha mostrado habilidad para mantener abiertos los canales con los islamistas mientras se acerca a varias potencias en el mundo. Para los Al Thani, la familia que gobierna en Catar, esto les asegura influencia y seguridad en una volátil zona del mundo.

En este caso, Catar fue capaz de actuar como intermediario gracias a sus viejos vínculos con el Talibán. El movimiento islámico abrió el año pasado una oficina de representación en Catar, pero la cerró semanas después por un conflicto por usar el nombre de "Emirato Islámico de Afganistán" e izar la bandera que utilizaba cuando gobernaba Afganistán a comienzos de la década de 1990.

No está claro cuántos enviados talibanes se fueron de Catar, pero esa base sirvió para las actuales negociaciones.

"Realmente es una continuación de la estrategia de Catar para volverse útil para otros países poderosos y ayudarlos a sortear sus problemas", dijo Christopher Davidson, especialista en temas del Golfo Pérsico en la Universidad Durham en Gran Bretaña.

El experto considera a Catar, que será sede de la Copa Mundial en 2022, la "Suiza árabe" y no ve una contradicción en el país por querer cultivar relaciones tanto con Estados Unidos como con grupos islamistas.

"Ellos siempre han tratado de mantener un pie en ambos campos. Es una forma de responder a las acusaciones de que Catar no es islámico... Siempre puede sacar la carta de que es uno de los pocos estados que tienen línea directa con Kandahar, Kabul o donde sea", opinó Davidson.

Esta semana en conferencia de prensa, el canciller catarí Jalid bin Mohamed al-Atiyá describió el papel de su país en las negociaciones entre Estados Unidos y el Talibán como un gesto humanitario. Dio pocos detalles y dijo que la confianza de la que goza Catar con ambas partes ayudó a agilizar el proceso.

Funcionarios estadounidenses confiaron a The Associated Press que la mediación de Catar duró meses y permaneció hasta hace unos días cuando se hizo el intercambio de detenidos.

Como parte del acuerdo, los cinco talibanes liberados a cambio de Bergdahl llegaron discretamente a Catar.

Pero el rol de mediador no es nuevo para el reino.

El emirato fue sede de las negociaciones de paz entre autoridades sudanesas y rebeldes de Darfur y más recientemente fue anfitrión de reuniones de grupos de oposición de Siria.

Al mismo tiempo ha fortalecido sus lazos con Washington y fue el único país árabe que apoyó a la OTAN en la operación militar lanzada contra Moamar Gadafi en Libia.

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