Bosnia golea y frustra el sueño de Irán de estar en octavos
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Argentina cumplió y ganó a Nigeria, pero Irán no pudo con Bosnia. Los de Safet Susic hicieron su mejor partido en el Mundial, irónicamente ya eliminados, golearon, sumaron su primera victoria en su primer campeonato del mundo, y frustraron el sueño histórico de la selección iraní de clasificarse para los octavos de final por primera vez en su cuarta participación.
En el sexto enfrentamiento entre ambas selecciones (el balance previo era de cuatro victorias para los persas y un empate), Bosnia ganó simplemente porque fue mejor. Al ritmo de Pjanic en el centro del campo y Dzeko en ataque, la selección balcánica impuso su mayor calidad técnica y claridad de ideas. Sorprende que los balcánicos, que partían como favoritos para alcanzar la segunda plaza del grupo, se hayan quedado fuera antes de la última jornada de esta fase de grupos. Seguro que se van a acordar de la derrota por 1-0 ante Nigeria y de lo mal que plantearon y desarrollaron el partido.
Irán necesitaba la victoria Por ello, todo apuntaba a que Carlos Queiroz conformaría una alineación más ofensiva que en los dos partidos anteriores frente a Nigeria (0-0) y Argentina (1-0). Sin embargo, el técnico portugués debe pensar que tiene lo justo, a pesar de haber llevado los preceptivos 23 jugadores, y repitió el mismo equipo que perdió ante la albiceleste con el gol de Messi.El ‘modus operandi’ iraní fue el mismo que en anteriores partidos: todos los hombres en campo propio para recuperar el balón y lanzar en velocidad a Dejagah y Reza Ghoochannejhad, los dos más incisivos de los asiáticos. Susic lo previó y aleccionó a los centrales Spahic y Sunjic, que no se dejaron sorprender.
La resistencia de Irán duró hasta que Dzeko por fin marcó su primer gol en el Mundial. Gran disparo desde fuera del área, tras avanzar y aguantar a sus perseguidores, que hizo inútil la estirada de Haghighi. Curiosamente, a raíz del tanto del delantero del Manchester City llegaron los mejores minutos de Irán, cuyo cénit fue un disparo al larguero de Masoud, el balón botó en la línea y la nueva tecnología que ha empezado a funcionar, con éxito, en este Mundial reveló que no entró en la portería de Begovic.
A Irán le quedaban 45 minutos para remontar y aspirar a algo grande y poner patas arriba a un país que necesita alegrías. Sin embargo, la segunda parte sólo confirmó que Bosnia era superior en todo. El gol de Pjanic en el minuto 59 anestesió a los iraníes. Queiroz movió el banquillo en busca de algún revulsivo, pero no lo encontró y sólo evidenció que los recursos de Irán son limitados. Reza Ghoochannejhad marcó y puso algo de emoción en el 82’, pero la celebración fue fugaz, porque segundos después Vrsajevic sentenciaba el partido, no dando ya ninguna opción a Irán, que tampoco hizo méritos, en este último partido, para estar en octavos. La presión, los nervios y las carencias en muchos aspectos fueron determinantes.
Por cierto, nada que reprochar a Velasco Carballo. La actuación del colegiado español iba a ser vigilada por los iranís, tras presentar una queja la FIFA por el trato arbitral en el partido ante Argentina. Sin embargo, en su segundo partido mundialista, el madrileño volvió a estar impecable, como en el Uruguay-Inglaterra.