Al menos 200 muertos en un nuevo ataque de Boko Haram en el norte de Nigeria
Lagos, EFE
Al menos 200 personas han muerto en un nuevo ataque perpetrado por terroristas del grupo islámico Boko Haram vestidos con uniforme militar contra varias localidades del norte de Nigeria, informaron hoy los medios locales.
Los insurgentes asaltaron el pasado lunes las localidades de Attagara, Agapalawa y Aganjara, muy próximas a otras que ya habían sido atacadas el día anterior también en el Estado norteño de Borno, feudo político y operativo de Boko Haram.
Los residentes de estas localidades, todas en la región de Gwoza, fueron asaltados por terroristas vestidos con ropas militares, informaron fuentes gubernamentales y vecinos al rotativo nigeriano “The Premium Times”.
“Es triste que tengamos que esperar a que la gente esté siendo asesinada para que el Gobierno tome medidas”
Los residentes de este área de Borno han sufrido varios ataques en los últimos días, entre ellos el tiroteo a una decena de fieles en una iglesia de Attagara el pasado domingo.
La matanza desencadenó las represalias de los vecinos, que persiguieron a los atacantes y lincharon a varios de ellos, según testigos.
“Cuando llegaron los atacantes, muchos residentes pensaron que eran militares de verdad. No se les pasó por la cabeza que fueran Boko Haram. En las aldeas hay unos 200 cadáveres todavía por enterrar”, dijo Ngalamuda Ibrahim, un vecino de Gwoza.
El hermano de una de las víctimas del ataque del lunes relató que los supuestos soldados llegaron en diez coches militares.
“Nos dijeron: ‘Somos soldados y estamos aquí para protegeros’. Entonces nos pidieron que nos reuniéramos en el centro del pueblo, y cuando estuvimos unos cuantos reunidos empezaron a disparar gritando ‘Allahu-Akbar, Allahu-Akbar’ (‘Alá es grande’)”, explicó un líder local que perdió a cuatro hermanos en la masacre de la que él logró escapar.
Los atacantes no dejaron de disparar hasta que todos estuvieron muertos, aseguró.
El senador por esta región Muhammed Ndume aseguró que los ciudadanos de la zona están “bajo el yugo” de Boko Haram, y criticó la lenta reacción del Gobierno federal.
“Es triste que tengamos que esperar a que la gente esté siendo asesinada para que el Gobierno tome medidas -dijo en alusión al compromiso del Ejecutivo de enviar soldados-. Durante mucho tiempo, la carretera de Gwoza a Maiduguri ha sido un área a la que no iban ni siquiera los soldados”, lamentó.
Muchos de los supervivientes del ataque, sobre todo mujeres y niños, han huido al vecino Camerún.
Los ataques de Boko Haram han causado cerca de 2.000 muertes desde el pasado enero en el noreste de Nigeria.
En la últimas dos semanas, más de 300 personas han muerto en diferentes atentados de la milicia radical, que todavía retiene a más de 200 niñas secuestradas hace más de un mes en Borno.
Según el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, el grupo terrorista ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000 en los últimos cinco años.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses.
Al menos 200 personas han muerto en un nuevo ataque perpetrado por terroristas del grupo islámico Boko Haram vestidos con uniforme militar contra varias localidades del norte de Nigeria, informaron hoy los medios locales.
Los insurgentes asaltaron el pasado lunes las localidades de Attagara, Agapalawa y Aganjara, muy próximas a otras que ya habían sido atacadas el día anterior también en el Estado norteño de Borno, feudo político y operativo de Boko Haram.
Los residentes de estas localidades, todas en la región de Gwoza, fueron asaltados por terroristas vestidos con ropas militares, informaron fuentes gubernamentales y vecinos al rotativo nigeriano “The Premium Times”.
“Es triste que tengamos que esperar a que la gente esté siendo asesinada para que el Gobierno tome medidas”
Los residentes de este área de Borno han sufrido varios ataques en los últimos días, entre ellos el tiroteo a una decena de fieles en una iglesia de Attagara el pasado domingo.
La matanza desencadenó las represalias de los vecinos, que persiguieron a los atacantes y lincharon a varios de ellos, según testigos.
“Cuando llegaron los atacantes, muchos residentes pensaron que eran militares de verdad. No se les pasó por la cabeza que fueran Boko Haram. En las aldeas hay unos 200 cadáveres todavía por enterrar”, dijo Ngalamuda Ibrahim, un vecino de Gwoza.
El hermano de una de las víctimas del ataque del lunes relató que los supuestos soldados llegaron en diez coches militares.
“Nos dijeron: ‘Somos soldados y estamos aquí para protegeros’. Entonces nos pidieron que nos reuniéramos en el centro del pueblo, y cuando estuvimos unos cuantos reunidos empezaron a disparar gritando ‘Allahu-Akbar, Allahu-Akbar’ (‘Alá es grande’)”, explicó un líder local que perdió a cuatro hermanos en la masacre de la que él logró escapar.
Los atacantes no dejaron de disparar hasta que todos estuvieron muertos, aseguró.
El senador por esta región Muhammed Ndume aseguró que los ciudadanos de la zona están “bajo el yugo” de Boko Haram, y criticó la lenta reacción del Gobierno federal.
“Es triste que tengamos que esperar a que la gente esté siendo asesinada para que el Gobierno tome medidas -dijo en alusión al compromiso del Ejecutivo de enviar soldados-. Durante mucho tiempo, la carretera de Gwoza a Maiduguri ha sido un área a la que no iban ni siquiera los soldados”, lamentó.
Muchos de los supervivientes del ataque, sobre todo mujeres y niños, han huido al vecino Camerún.
Los ataques de Boko Haram han causado cerca de 2.000 muertes desde el pasado enero en el noreste de Nigeria.
En la últimas dos semanas, más de 300 personas han muerto en diferentes atentados de la milicia radical, que todavía retiene a más de 200 niñas secuestradas hace más de un mes en Borno.
Según el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, el grupo terrorista ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000 en los últimos cinco años.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses.