"Ya toca pensar en la Undécima"
Casillas promete otra Copa de Europa a un Bernabéu que eloqueció con los héroes de la Décima. Carlo Ancelotti cantó ante la afición el nuevo 'Hala Madrid y nada más'.
Madrid, As
La fiesta empezó con casi hora y media de retraso. Después de la visita a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, la celebración terminó en el Santiago Bernabéu. Con las luces apagadas, se mantuvieron las cuatro pantallas gigantes. A su alrededor las nueve Copas de Europa a la espera de que llegara la Décima. Las gradas llenas de madridistas, muchos jóvenes y niños llenos de emoción y de ganas de fiesta. Hasta Martín Casillas, con cuatro meses, y Sergio Ramos Jr. estuvieron en la fiestas de sus papis.
Presentado por el humorista Miki Nadal, la noche empezó con la canción más entonada en Lisboa y en Cibeles: “Cómo no te voy a querer, como no te voy a querer si fuiste campeón de Europa por Décima vez”.
La fiesta comenzó con el estreno de la canción de la Décima. Titulada Luna Nueva e interpretada por todos los campeones. “Madrid, Madrid, Madrid, Hala Madrid. Y nada más y nada más Hala Madrid”, coreaban el estribillo los aficionados que siguieron desde el túnel de vestuario el estreno.
La idea del tema fue de Sergio Ramos y de Cristiano Ronaldo. Convencieron al equipo y también a Ancelotti para cantar. RedOne, compositor de la canción, ha sido el autor de los primeros éxitos de Lady Gaga y Jennifer López y acumula 28 números uno en Estados Unidos. Se llama Nadir Khayat, es marroquí y madridista a muerte. “Es la nueva canción del Madrid. No quiero que sea un himno, quiero que sea una canción que todo el público interprete”, cuenta. La composición fue grabada en abril en los estudios PKO.
El primero en salir fue “el míster de la Décima”, Carlo Ancelotti. Tras él Zidane (“inolvidable su aura y eterna su clase”) y Paul Clement. En el turno de los jugadores aparecieron al ritmo de diferentes temas del momento y por dorsales, del 25 al 1. Empezó Diego López, siguió Illarramendi, Isco, Morata, Jesé, Modric (con cambio de look, no parecía él), Nacho, Arbeloa, Casemiro... Sorprendió Carvajal con su barba teñida de platino. Xabi apareció blanco e impoluto. Sin banderas ni bufandas. Elegante. Continuó Jesús Fernández y Marcelo (“Lloré por todo lo que siento por este equipo. Gracias a Dios estoy disfrutando tanto”). El brasileño se tiene ganadísimo al madridismo. Bale se llevó una de las ovaciones de la noche. Su timidez le hace parecer asustado. Benzema hizo acto de aparición antes que Cristiano. El portugués volvió a mostrar músculos y el Bernabéu se volvió loco aclamándolo. Siguió Khedira, Coentrao y Sergio Ramos (“un pilar de la Décima. Eterno”). Fue su noche. Se le notaba emocionado. Pepe no pudo parar de saltar. Era el hombre feliz. El penúltimo en salir fue Varane y, por fin, Iker. Aplaudiendo, saludando, dando las gracias. El capitán tiene tirón.
Se situaron en el centro del campo en un escenario a cinco metros del suelo, por encima de las pantallas gigantes. Fue el momento en que Ramos y Casillas salieron con la Décima y la subieron al cielo. Esta vez juntos. Como planearon en Lisboa. La Copa fue pasando de mano en mano, mientras los aplausos no cesaban. De fondo el ‘We are the Champions’, el confetti y los fuegos artificiales. Todos juntos...
Discursos. En la hora de los discursos nadie se atrevía a coger el micrófono. Fue Modric quien rompió la vergüenza y explicó su cambio de look en perfecto castellano: “Me cortaba el pelo si ganábamos la Champions así que tenía que cumplir”. Casillas, otro de los más aclamados (“¡Iker, Iker, Iker!”, retumbaba el Bernabéu), cogió el micrófono: “Buenas noches Bernabéu. Gracias por la espera, pero ha merecido la pena después de 12 años volver a ser los Reyes de Europa. Es por vosotros y por todos los madridistas del mundo. Ya toca pensar en la Undécima”. Sergio fue el siguiente y le dedicó la Décima a Pitina, la esposa de Florentino fallecida en mayo de 2012.
Cristiano, que no paró de sonreír durante toda la noche, quiso repetir algo que ya hizo en 2009 al llegar al Madrid y que tiene guardado en su memoria para siempre: “Para alegrar la fiesta recuerdo la primera vez que entré al Bernabéu y lo que hice aquella vez quiero repetirlo con todos vosotros después de haber ganado el trofeo más importante. Uno, dos y tres: ¡Hala Madrid!”
Otra de las sorpresas fue escuchar cantar a Ancelotti. Se arrancó con la canción de la Décima. “...historia por hacer, porque nadie resiste tus ganas de vencer...”. Se improvisó un gran karaoke de 70.000 aficionados. Espectacular. Grandísimo Carletto. La fiesta terminó con dos vueltas al césped. Ya acompañados por todos los que trabajan en el día a día cerca del equipo. Y por los niños, que hicieron las delicias de todos. Martín Casillas, vestido de portero, lloraba por culpa del ruido (“Con mi hijo este año he conseguido mi triplete particular”, decía encantado el capitán del Madrid). Zoe, la pequeña de Diego López, reía feliz junto a su padre. Mía Di María alucinaba. Alba y Raúl Arbeloa no se separaban de su papá. Angeli, la hija de Pepe, se puso un tutú rojo y no soltó el chupete. Jon Alonso y Enzo, el de Marcelo, no pararon de jugar al fútbol en el Fondo Sur.
Los niños. Había tantos niños como futbolistas. Anne Alonso quería una foto con la Copa de Europa. La hija de Bale, Alba, también se asustó por el ruido y la de Coentrao, Vitoria, saltaba de alegría por el césped. Una noche que ellos tampoco olvidarán.
Todos posaron en el césped con una foto inolvidable. Campeones, cuerpo técnico, empleados, niños y, ¡cómo no!, la Décima. “Se juega para dar felicidad. Eso es el fútbol. Es una locura”, decía Ancelotti tras un genial espectáculo de 45 minutos. Mientras el Bernabéu se vaciaba poco a poco, era el momento de celebrar en la intimidad. Jugadores y familiaron brindaron en una cena íntima. Ya saben que el madridismo pide la Undécima...
La fiesta empezó con casi hora y media de retraso. Después de la visita a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, la celebración terminó en el Santiago Bernabéu. Con las luces apagadas, se mantuvieron las cuatro pantallas gigantes. A su alrededor las nueve Copas de Europa a la espera de que llegara la Décima. Las gradas llenas de madridistas, muchos jóvenes y niños llenos de emoción y de ganas de fiesta. Hasta Martín Casillas, con cuatro meses, y Sergio Ramos Jr. estuvieron en la fiestas de sus papis.
Presentado por el humorista Miki Nadal, la noche empezó con la canción más entonada en Lisboa y en Cibeles: “Cómo no te voy a querer, como no te voy a querer si fuiste campeón de Europa por Décima vez”.
La fiesta comenzó con el estreno de la canción de la Décima. Titulada Luna Nueva e interpretada por todos los campeones. “Madrid, Madrid, Madrid, Hala Madrid. Y nada más y nada más Hala Madrid”, coreaban el estribillo los aficionados que siguieron desde el túnel de vestuario el estreno.
La idea del tema fue de Sergio Ramos y de Cristiano Ronaldo. Convencieron al equipo y también a Ancelotti para cantar. RedOne, compositor de la canción, ha sido el autor de los primeros éxitos de Lady Gaga y Jennifer López y acumula 28 números uno en Estados Unidos. Se llama Nadir Khayat, es marroquí y madridista a muerte. “Es la nueva canción del Madrid. No quiero que sea un himno, quiero que sea una canción que todo el público interprete”, cuenta. La composición fue grabada en abril en los estudios PKO.
El primero en salir fue “el míster de la Décima”, Carlo Ancelotti. Tras él Zidane (“inolvidable su aura y eterna su clase”) y Paul Clement. En el turno de los jugadores aparecieron al ritmo de diferentes temas del momento y por dorsales, del 25 al 1. Empezó Diego López, siguió Illarramendi, Isco, Morata, Jesé, Modric (con cambio de look, no parecía él), Nacho, Arbeloa, Casemiro... Sorprendió Carvajal con su barba teñida de platino. Xabi apareció blanco e impoluto. Sin banderas ni bufandas. Elegante. Continuó Jesús Fernández y Marcelo (“Lloré por todo lo que siento por este equipo. Gracias a Dios estoy disfrutando tanto”). El brasileño se tiene ganadísimo al madridismo. Bale se llevó una de las ovaciones de la noche. Su timidez le hace parecer asustado. Benzema hizo acto de aparición antes que Cristiano. El portugués volvió a mostrar músculos y el Bernabéu se volvió loco aclamándolo. Siguió Khedira, Coentrao y Sergio Ramos (“un pilar de la Décima. Eterno”). Fue su noche. Se le notaba emocionado. Pepe no pudo parar de saltar. Era el hombre feliz. El penúltimo en salir fue Varane y, por fin, Iker. Aplaudiendo, saludando, dando las gracias. El capitán tiene tirón.
Se situaron en el centro del campo en un escenario a cinco metros del suelo, por encima de las pantallas gigantes. Fue el momento en que Ramos y Casillas salieron con la Décima y la subieron al cielo. Esta vez juntos. Como planearon en Lisboa. La Copa fue pasando de mano en mano, mientras los aplausos no cesaban. De fondo el ‘We are the Champions’, el confetti y los fuegos artificiales. Todos juntos...
Discursos. En la hora de los discursos nadie se atrevía a coger el micrófono. Fue Modric quien rompió la vergüenza y explicó su cambio de look en perfecto castellano: “Me cortaba el pelo si ganábamos la Champions así que tenía que cumplir”. Casillas, otro de los más aclamados (“¡Iker, Iker, Iker!”, retumbaba el Bernabéu), cogió el micrófono: “Buenas noches Bernabéu. Gracias por la espera, pero ha merecido la pena después de 12 años volver a ser los Reyes de Europa. Es por vosotros y por todos los madridistas del mundo. Ya toca pensar en la Undécima”. Sergio fue el siguiente y le dedicó la Décima a Pitina, la esposa de Florentino fallecida en mayo de 2012.
Cristiano, que no paró de sonreír durante toda la noche, quiso repetir algo que ya hizo en 2009 al llegar al Madrid y que tiene guardado en su memoria para siempre: “Para alegrar la fiesta recuerdo la primera vez que entré al Bernabéu y lo que hice aquella vez quiero repetirlo con todos vosotros después de haber ganado el trofeo más importante. Uno, dos y tres: ¡Hala Madrid!”
Otra de las sorpresas fue escuchar cantar a Ancelotti. Se arrancó con la canción de la Décima. “...historia por hacer, porque nadie resiste tus ganas de vencer...”. Se improvisó un gran karaoke de 70.000 aficionados. Espectacular. Grandísimo Carletto. La fiesta terminó con dos vueltas al césped. Ya acompañados por todos los que trabajan en el día a día cerca del equipo. Y por los niños, que hicieron las delicias de todos. Martín Casillas, vestido de portero, lloraba por culpa del ruido (“Con mi hijo este año he conseguido mi triplete particular”, decía encantado el capitán del Madrid). Zoe, la pequeña de Diego López, reía feliz junto a su padre. Mía Di María alucinaba. Alba y Raúl Arbeloa no se separaban de su papá. Angeli, la hija de Pepe, se puso un tutú rojo y no soltó el chupete. Jon Alonso y Enzo, el de Marcelo, no pararon de jugar al fútbol en el Fondo Sur.
Los niños. Había tantos niños como futbolistas. Anne Alonso quería una foto con la Copa de Europa. La hija de Bale, Alba, también se asustó por el ruido y la de Coentrao, Vitoria, saltaba de alegría por el césped. Una noche que ellos tampoco olvidarán.
Todos posaron en el césped con una foto inolvidable. Campeones, cuerpo técnico, empleados, niños y, ¡cómo no!, la Décima. “Se juega para dar felicidad. Eso es el fútbol. Es una locura”, decía Ancelotti tras un genial espectáculo de 45 minutos. Mientras el Bernabéu se vaciaba poco a poco, era el momento de celebrar en la intimidad. Jugadores y familiaron brindaron en una cena íntima. Ya saben que el madridismo pide la Undécima...