Wilstermann supo imponerse a un Blooming escuálido


José Vladimir Nogales
Wilstermann sufre en exceso. Empalidece con cierta frecuencia incluso ante rivales sin ninguna autoridad, caso Blooming, un equipo pulido desde las cavernas más inexcrutables del fútbol, pero que le mantuvo en un pantano de incertidumbre durante 45 minutos. Sólo su enorme motivación y su elogiable empeño por imponer su mayor dotación impidió a Wilstermann salir retorcido del Capriles. Debió ganar con mayor holgura y se tuvo que conformar con un 4-2 volatil. Enganchado a Belfortti, como viene sucediendo en las últimas semanas, y con el Berodia más sobresaliente de la temporada, el equipo de Marcelo Carballo evitó un tropiezo de mayores dimensiones ante un contrario asustadizo que sobrevive de milagro al aplastamiento económico que padeció a lo largo de la campaña.


Wilstermann y Blooming no despejaron una duda habitual en el fútbol: deprimen los entrenadores a sus equipos o son los equipos quienes deprimen a los entrenadores. Lo cierto es que ambos conjuntos reflejaron sobre el campo el rostro inexpresivo de sus técnicos. Pocas palabras, es decir, pocas jugadas, mal pronunciadas o ininteligibles y mucho debate sordo, lejos del micrófono. Al final la discusión la resolvió la puntería, favoreciendo al equipo rojo en la segunda mitad. Wilstermann y Blooming, sin mayores urgencias, dibujaron un encuentro pastoso, de los que se digieren con dificultad aunque se cocinen con algún esmero. A Wilstermann le costó encontrar las llaves del centro del campo, a pesar de tener a Belfortti en libre disposición por la leve obstrucción táctica que ejercía Joselito Vaca (García tomó a Amilcar Sánchez y Ortíz encimó a Berodia). Pero ni Quero, ni Andaveris, ni Berodia aportaban más que correrías o algunos jugueteos.

El conjunto local no hacía nada del otro mundo. El balón apenas circulaba con sentido y se buscaba finalizar la jugada lo más rápido posible. No había imaginación, ni chispa, ni nadie que aportara algo diferente. Todo se convertía en totalmente previsible, más aún cuando el balón llegaba a los de arriba, principalmente Ramallo, desaparecido como últimamente, y Andaveris, de prestaciones menos que aceptables, extraviado como extremo, sin manejo, sin desborde, jugando a la atropellada.

AMANECIA

Consciente de su inferioridad, Blooming se empeñó en extraer lo mejor de sí mismo, que no es tanto. Trató de moverse con rapidez, presionó mientras le duró la concentración (poco) y fue olvidando la rudeza como método para lograr algún rédito.

Apenas amanecía cuando Amilcar Sánchez capitalizó (en doble maniobra) una profunda incursión de Quero por la banda diestra. Tres minutos, 1-0.

Lejos de aceitar los engranajes de su estructura, el gol tuvo un efecto anestésico en los rojos, que perdieron intensidad y seguridad en el control del juego. En consecuencia, al difuminarse la presión sobre su campo, Blooming entró en disputa por la propiedad de la pelota, animándose a explorar territorio virgen. Y en medio de la atonía general, salió de su autismo futbolístico con un zarpazo de Vaca que Ortiz direccionó (con un cabezazo) a la red. Wilstermann se quedó sin palabras a pesar de que Belfortti, apoyado intermitentemente por Sánchez y Berodia, sacaba el trabajo a destajo.

El gol le permitió al cuadro de Mauricio Soria sacarse algún demonio del cuerpo y plantarse en el Capriles con suficiente entidad. Lo que ocurre es que Blooming tiene por igual la técnica y la pegada de un peso ligero.

Las peores señales de Wilstermann las emitió Andaveris, con demasiado protagonismo a la hora de tejer el juego. Una mala noticia para el local porque el yungueño no se distingue por su tacto con la pelota y mucho menos por su imaginación. Con Amilcar Sánchez tratando de evitar, con su movilidad, que el equipo quedase partido, Wilstermann una vez más quedó a los pies de Berodia. Una situación nada novedosa, pero que deja al equipo al límite, con un único faro creativo. Si Berodiai no le alcanza, todo pasa por la puntería de sus delanteros. Lo que no es mucho. Las prestaciones del tridente (Quero, Andaveris y Ramallo) no le han procurado potencia al equipo ni, mucho menos, capacidad resolutiva.

ATASCO

Cegado por el eje, Wilstermann tampoco encontró vías por los costados (pese a que Blooming descuidaba las orillas defendiendo con una línea de tres), asunto exclusivo de Quero, el único extremo alineado. El español se activó por su orilla, aunque resultó escasamente trascendental para Wilstermann debido a la escualidez del suministro y a la dilación en las ejecuciones. Sólo en dos ocasiones, a pase de Berodia, Quero y Ramallo quedaron de cara al golero. Daniel Vaca, en gran faena, desactivó el tiro del español y Ramallo pifió el suyo.

En la segunda parte, Wilstermann incorporó otra marcha. Salió más decidido, más rápido, dispuesto a concluir el debate, animado, suponemos, por la certeza de que, enfrente, no existía un contrincante que inspirase miedo. Y el enemigo dio un paso atrás. Con Joselito Vaca desaparecido, con Ortiz sin cerebro y con Almirón sin piernas, Blooming parecía estar abandonado a su suerte. Resistía en su trinchera, pero con las alambradas desajustadas. El animoso grupo cruceño se limitaba a hacer de pararrayos en la fresca tarde. Ni siquiera sus réplicas al ataque, turbias y timoratas, destilaban inquietud para los de Carballo. Una contra visitante suponía recorrer un océano kilométrico a cualquiera de sus poco adiestrados jugadores (Carrasco y Almirón subsistían en un desolador abandono).

En todo caso, este Blooming de circunstancias (varios jugadores fueron separados de la plantilla) mostró algunos tics que remiten directamente al mal trago del año pasado: se cometen errores gratuitos en defensa, no existe conexión con la línea atacante y, cuando los pelotazos lo permiten, no hay suficiente pólvora para rematar la jugada.

Un magistral disparo de tiro libre (ejecutado por Quero) repuso la ventaja de los rojos y, paralelamente, sumió en profunda melancolía al cuadro de Soria, que fue deshilachándose en la medida que la desventaja sufrida imponía obligaciones fuera de programa, para las cuales el deprimido y lánguido colectivo no disponía de herramientas ni materia prima.

Gol arriba, Wilstermann acentuó su gobierno. Tomó la pelota y la hizo rodar con soltura y cierta cadencia. Poco importó que ese tránsito a bajo régimen de revoluciones le privara de sorpresa en sus cargas, que sus maniobras resultasen previsibles y victimizaran a sus atacantes, sometidos a escrutinio público por su exposición a recurrentes yerros. Y si hay alguien que en cada jornada se sitúa en el centro del debate ése es Rodrigo Ramallo. De nuevo, el atacante intentó marcar de todas las maneras posibles. Pero entre que le falta un puntito de brillantez y que el portero rival acostumbra a lucirse ante él, la situación empieza a volverse incómoda. Este domingo, en la primera que tuvo, Ramallo disparó desviado de cara al arquero y a partir de ahí ya todo fue improductividad pura (estatismo, escasa potencia, déficit físico para sobrevivir en el bosque). Hasta que Carballo le cambió por Gianiakis Suárez (jugó como extremo izquierdo), removiendo a Andaveris al centro del ataque.

FUEGO

Pero más allá de las cuestiones individuales, Wilstermann jugó con fuego. Ante un rival menor, los de Carballo estuvieron muy contemporizadores. Volvió a faltar el instinto asesino que distingue a los grandes equipos y que les hace cerrar los partidos cuanto antes. Wilstermann, tras el gol de Quero -después de un magnífico disparo desde la frontal del área-, se encantó en barroquismos y realizó un ejercicio que en ocasiones llegó a ser brillante, pero que en el fondo era poco efectivo y que podía volvérsele en contra. Y a punto estuvo de llegar el disgusto en un segmento en el que los cruceños invirtieron en agresividad e, incluso, llegaron a inquietar a Suárez. Con mucho menos, a Wilstermann le han amargado varios partidos. No obstante, la inocencia de los celestes jugó a favor de un cuadro local que, de haber tenido a un rival con más colmillos delante, hubiera bordeado el susto.

Dos demoledoras internadas de Gianakis Suárez, en sociedad con Berodia, cerraron la batalla. Una derivó en un penal que convirtió Berodia y la otra en una penetración profunda que, desviada por un defensa, vulneró al golero Vaca. En medio de ambas acciones, Blooming provocó escozor en la parroquia con el inquietante descuento de Almirón, tras desborde de Salinas (que jugó de lateral-volante dentro de un 3-4-1-2 asimétrico), que reactualizó, por sí hiciera falta, el drama de la permeabilidad de la defensa local, desenterrando fantasmas y miserias. Mas, pronto llegó el exorcismo.

Llegaron entonces los famosos minutos de la basura, ese tramo temporal de partido que no aporta nada, en el que ambos equipos ya están pensando en irse a los vestuarios y pensar en sus cosas. De nada sirvió la salida al terreno de juego de Paz y Flores, salvo para promover un gratificante aplauso a Berodia y uno balsámico a Andaveris, aunque de manera muy tímida. Mucho trabajo le queda por delante a Wilstermann si quiere cambiar, en la próxima campaña, el paso torcido de éste olvidable último año. Probablemente moverá el mercado y atenderá las posibles peticiones invernales del nuevo conductor, a cuyos compulsivos antojos no debería cederse sin previa reflexión. Por su parte, Blooming necesita estabilizarse. Su realidad es crítica y su futuro está amenazado.

Wilstermann Blooming
WILSTERMANN 4 - 2 BLOOMING

ALINEACIONES
1 Hugo SUAREZ   
5 Christian Israel VARGAS   
22 Edward Mauro ZENTENO   
25 Carlos Hugo TORDOYA  Amarilla24′ 
11 Ignacio Awad GARCIA   
6 Felix QUERO Normal53′   
30 Martin Rodrigo BELFORTTI   
8 Amilcar Alvaro SANCHEZ Normal3′   
9 Augusto ANDAVERIS    SALE90+1′
10 Gerardo GARCIA Penal71′  Amarilla56′  SALE90′
18 Rodrigo Luis RAMALLO     SALE68′
...................
21 Dennis CARTAGENA   
2 David Osvaldo MEDINA   
3 Mauro Andres ZANOTTI   
17 Gianakis SUAREZ Normal88′    Entra68′
29 Daniel ALONSO   
26 Marcelo Raul FLORES    Entra90+1′
24 Luis Carlos PAZ    Entra90′
   Marco Daniel VACA 1
 Sale67′   Dustin MALDONADO 33
 Amarilla74′  Pablo Antonio SALINAS 7
   Pablo Elias PEDRAZA 3
   Federico Santiago GARCIA 30
  Normal81′  Sergio Oscar ALMIRON 25
 Amarilla71′  Oscar AÑEZ 4
 Amarilla45′  Joselito VACA 11
  Normal25′  Jorge Antonio ORTIZ 6
 Sale54′   Moises VILLARROEL 26
 Sale79′   Alexis Alfredo CARRASCO 28
...................
   Braulio URAEZAÑA 32
 Entra67′   Andres JIMENEZ 17
   Osvaldo Junior DAZA 14
 Entra79′   Angel CUELLAR 18
   Jose Manuel SAGREDO 38
 Entra54′ Amarilla85′  Diego Aldair SANDOVAL 8

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