Ucrania lanza operativo para recapturar aeropuerto en manos de rebeldes
Kiev, Reuters
Ucrania lanzó una ofensiva aérea contra los rebeldes pro-rusos que capturaron un aeropuerto el lunes, mientras que su líder recién electo rechazó negociar con "terroristas" y dijo que una contundente campaña militar en el este del país debería terminar con la revuelta separatista "en cuestión de horas".
Los ucranianos dieron el domingo un apoyo contundente en las urnas a Petro Poroshenko, un empresario multimillonario dueño de fábricas de chocolates y veterano político, con la esperanza de que logre rescatar a la nación del borde de la bancarrota y de la guerra civil.
La rápida respuesta militar del lunes contra los separatistas que capturaron el aeropuerto de la ciudad de Donetsk fue una movida desafiante para Moscú, que dijo que estaba dispuesto a dialogar con Poroshenko pero exigió que primero retire a sus fuerzas armadas del este.
Mientras los enfrentamientos seguían en esa zona, Poroshenko realizó una conferencia de prensa en la que dijo que la ofensiva militar del Gobierno necesitaba ser "más rápida y efectiva".
"La operación anti terrorista no debería durar dos o tres meses. Debería ser cuestión de horas", declaró.
En cuanto a los separatistas aseveró que "ellos quieren preservar un estado de bandidos sostenido por la fuerza de las armas", dijo. "Ellos son simplemente bandidos. Nadie en un Estado civilizado sostendría negociaciones con terroristas".
Podían escucharse explosiones y tiroteos mientras aviones de combate sobrevolaban el aeropuerto internacional de Donetsk, horas después del arribo de camiones con rebeldes armados para capturar el terminal.
El Gobierno dijo que los aviones se habían acercado al aérea con disparos de advertencia y que después atacaron un lugar donde los rebeldes se estaban concentrando, dispersando a los militantes.
Luego de tres horas de enfrentamientos, un reportero de Reuters vio a tres helicópteros ucranianos disparar proyectiles hacia la estructura de concreto y vidrio del aeropuerto. Las naves también atacaron objetivos en la pista de aterrizaje mientras los rebeldes les disparaban desde el terreno.
MANDATO FIRME
Según los resultados preliminares de cerca del 80 por ciento de las urnas contabilizadas, Poroshenko obtuvo un 54,1 por ciento de los votos, una importante mayoría en unas elecciones con 21 candidatos que le ayudó a evitar una segunda vuelta.
Su rival más cercano, la ex primera ministra Yulia Tymoshenko, conseguía apenas un 13,1 por ciento de los votos y dejó en claro que reconocería la victoria de su adversario.
Poroshenko afirmó que su tarea más urgente es buscar un nuevo esquema de relaciones con Rusia, que parece resuelto a complicar la situación de Ucrania desde la destitución de un presidente que solía ser un estrecho aliado de Moscú tras feroces disturbios en febrero.
Indicó que "el argumento de Moscú sobre la legitimidad ha desaparecido" y que también había obtenido un fuerte respaldo en las urnas entre quienes pudieron votar en las regiones orientales de Donetsk y Luhansk.
"Espero que Rusia apoye los intentos por abordar la situación en el este", dijo Poroshenko y agregó que tenía planes de reunirse con funcionarios rusos en la primera quincena de junio.
Hasta el momento, las fuerzas militares de Ucrania han tenido poco éxito en controlar a los rebeldes que declararon "repúblicas independientes" en dos provincias del corazón industrial del país, donde al menos 20 personas han perdido la vida en los últimos días.
El robusto apoyo a Poroshenko le entrega un mandato firme, aunque millones de ucranianos no pudieron votar en las regiones orientales controladas por los separatistas.
Muchos ucranianos claramente apoyaron al favorito de los comicios como una muestra de unidad nacional, tres meses después de que el presidente aliado de Moscú fue destituido y de que Rusia respondiera capturando la península de Crimea, enviando tropas a la frontera y expresando su simpatía por los rebeldes.
En la ciudad oriental de Donbass, donde militantes cerraron estaciones de votación e impidieron el sufragio de cerca del 10 por ciento del electorado nacional, rebeldes criticaron a la "junta fascista" y anunciaron un plan para limpiar a su "república popular" de "las tropas enemigas".
Ucrania lanzó una ofensiva aérea contra los rebeldes pro-rusos que capturaron un aeropuerto el lunes, mientras que su líder recién electo rechazó negociar con "terroristas" y dijo que una contundente campaña militar en el este del país debería terminar con la revuelta separatista "en cuestión de horas".
Los ucranianos dieron el domingo un apoyo contundente en las urnas a Petro Poroshenko, un empresario multimillonario dueño de fábricas de chocolates y veterano político, con la esperanza de que logre rescatar a la nación del borde de la bancarrota y de la guerra civil.
La rápida respuesta militar del lunes contra los separatistas que capturaron el aeropuerto de la ciudad de Donetsk fue una movida desafiante para Moscú, que dijo que estaba dispuesto a dialogar con Poroshenko pero exigió que primero retire a sus fuerzas armadas del este.
Mientras los enfrentamientos seguían en esa zona, Poroshenko realizó una conferencia de prensa en la que dijo que la ofensiva militar del Gobierno necesitaba ser "más rápida y efectiva".
"La operación anti terrorista no debería durar dos o tres meses. Debería ser cuestión de horas", declaró.
En cuanto a los separatistas aseveró que "ellos quieren preservar un estado de bandidos sostenido por la fuerza de las armas", dijo. "Ellos son simplemente bandidos. Nadie en un Estado civilizado sostendría negociaciones con terroristas".
Podían escucharse explosiones y tiroteos mientras aviones de combate sobrevolaban el aeropuerto internacional de Donetsk, horas después del arribo de camiones con rebeldes armados para capturar el terminal.
El Gobierno dijo que los aviones se habían acercado al aérea con disparos de advertencia y que después atacaron un lugar donde los rebeldes se estaban concentrando, dispersando a los militantes.
Luego de tres horas de enfrentamientos, un reportero de Reuters vio a tres helicópteros ucranianos disparar proyectiles hacia la estructura de concreto y vidrio del aeropuerto. Las naves también atacaron objetivos en la pista de aterrizaje mientras los rebeldes les disparaban desde el terreno.
MANDATO FIRME
Según los resultados preliminares de cerca del 80 por ciento de las urnas contabilizadas, Poroshenko obtuvo un 54,1 por ciento de los votos, una importante mayoría en unas elecciones con 21 candidatos que le ayudó a evitar una segunda vuelta.
Su rival más cercano, la ex primera ministra Yulia Tymoshenko, conseguía apenas un 13,1 por ciento de los votos y dejó en claro que reconocería la victoria de su adversario.
Poroshenko afirmó que su tarea más urgente es buscar un nuevo esquema de relaciones con Rusia, que parece resuelto a complicar la situación de Ucrania desde la destitución de un presidente que solía ser un estrecho aliado de Moscú tras feroces disturbios en febrero.
Indicó que "el argumento de Moscú sobre la legitimidad ha desaparecido" y que también había obtenido un fuerte respaldo en las urnas entre quienes pudieron votar en las regiones orientales de Donetsk y Luhansk.
"Espero que Rusia apoye los intentos por abordar la situación en el este", dijo Poroshenko y agregó que tenía planes de reunirse con funcionarios rusos en la primera quincena de junio.
Hasta el momento, las fuerzas militares de Ucrania han tenido poco éxito en controlar a los rebeldes que declararon "repúblicas independientes" en dos provincias del corazón industrial del país, donde al menos 20 personas han perdido la vida en los últimos días.
El robusto apoyo a Poroshenko le entrega un mandato firme, aunque millones de ucranianos no pudieron votar en las regiones orientales controladas por los separatistas.
Muchos ucranianos claramente apoyaron al favorito de los comicios como una muestra de unidad nacional, tres meses después de que el presidente aliado de Moscú fue destituido y de que Rusia respondiera capturando la península de Crimea, enviando tropas a la frontera y expresando su simpatía por los rebeldes.
En la ciudad oriental de Donbass, donde militantes cerraron estaciones de votación e impidieron el sufragio de cerca del 10 por ciento del electorado nacional, rebeldes criticaron a la "junta fascista" y anunciaron un plan para limpiar a su "república popular" de "las tropas enemigas".