Thiago se rompe y no irá a Brasil

El centrocampista del Bayern, que aspiraba a reaparecer el sábado tras dos meses de baja, vuelve a lesionarse de gravedad en la rodilla derecha y no jugará el Mundial con España

Luis Martín
Barcelona, El País
A los 23 años, Thiago Alcántara no podrá disputar el Mundial de Brasil que empieza el próximo 12 de junio en São Paulo. La rodilla derecha del futbolista volvió a ceder ayer en un gesto que recordó al que en su día sufrió el brasileño Ronaldo. A la espera de las pruebas médicas, se sospecha que la lesión que sufrió ayer durante el entrenamiento es muy seria, mayor incluso que la sufrida en marzo.


El futbolista se entrenaba desde hace más de una semana con normalidad, ansioso por reaparecer el próximo sábado en Cupfinal germana, que enfrentará al Bayern de Múnich y al Borussia Dortmund en Berlín. Incluso pidió jugar unos minutos la pasada jornada, en el Allianz Arena, contra el Stuttgart y participar de la fiesta por la conquista de la Bundesliga. El médico del Bayern desaconsejó su presencia y le remitió de nuevo al campo de prácticas y al gimnasio. Thiago estaba plenamente recuperado de la rotura parcial —del orden del 80%— del ligamento interno de la rodilla derecha que sufrió el 30 de marzo en un encuentro con el Hoffenheim. Había completado una excelente rehabilitación, que pasó por las manos del doctor Ramón Cugat en Barcelona, y fue incluido en la lista previa de los 30 jugadores preseleccionados para la Copa del Mundo que el martes facilitó el seleccionador español, Vicente Del Bosque. El técnico había hablado con el propio jugador y con su entrenador, Pep Guardiola, durante la recuperación, que siguió muy atento.

A Del Bosque le entusiasmaba poder contar con un futbolista que temía perder cuando se lesionó hace dos meses. Thiago le daba muchas soluciones al equipo porque es un volante polivalente y creativo, agitador por su calidad con el pase, una de las mejores alternativas para jugadores con estilo como Xavi Hernández.

“¿Todo bien?”, le preguntó el jueves pasado Karl-Heinz Rummenigge, el presidente del consejo directivo del Bayern, mientras Thiago charlaba con Javi Martínez. “Perfecto”, respondió el exfutbolista del Barcelona. Ayer, sin embargo, se volvió a lesionar en el entrenamiento y mientras se aguarda el parte médico, el pronóstico es de gravedad. El centrocampista internacional español estará ausente varios meses de los campos de fútbol y, por tanto, no podrá disputar ni la final de Copa ni el Mundial con España. Aunque inicialmente se pensó que había sufrido una recaída, o simplemente su recuperación experimentaba un retroceso, las primeras observaciones temían una dolencia mucho más seria.

Doble campeón europeo con la selección sub-21, Thiago debutó como internacional absoluto contra Italia en el año 2011 y, por lesión, ya se perdió la Eurocopa de Polonia y Ucrania en 2012 y también los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Thiago fue uno de los protagonistas del mercado de la presente temporada cuando el Barcelona le traspasó al Bayern de Múnich. El volante firmó un contrato por cuatro temporadas después de disputar 101 partidos como azulgrana (63 como titular), marcar 11 goles y dar 16 asistencias. El club barcelonista recibió 25 millones de euros, siete más de los 18 que marcaba su cláusula de rescisión. La libertad del jugador estaba tasada desde 2011 en 90 millones con la condición de que disputara el 60% de los partidos del equipo. Thiago no llegó al cupo de encuentros y por tanto pudo negociar su salida a la baja. A pesar de que varios clubes se interesaron por sus servicios, especialmente el Manchester City, Thiago fichó por el Bayern por la presencia en el banquillo de Guardiola, el que fuera su entrenador en el Barça.

Los mejores momentos de juego del Bayern durante la temporada han coincidido precisamente cuando Thiago alcanzó su mejor forma. La lesión del centrocampista supuso una regresión en el fútbol del Bayern, que fue goleado en la semifinal de la Champions por el Madrid.

A Thiago le ilusionaba especialmente la disputa del Mundial de Brasil porque es hijo de Mazinho, que fue campeón con la canarinha en Estados Unidos 1994. Hermano de Rafinha, jugador del Barcelona que ha completado un excelente año futbolistíco como cedido en el Celta y que regresará seguramente al Camp Nou la próxima temporada con el entrenador asturiano Luis Enrique, los sueños se le rompieron ayer.

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