Simeone busca alternativas a Costa

El punta del Atlético sufre una rotura muscular en el muslo derecho que casi le descarta para la final

Ladislao J. Moñino
Madrid, El País
El bíceps femoral de la pierna derecha de Diego Costa, delantero del Atlético, está al límite y se antoja complicada su presencia en la final de la Champions del próximo sábado ante el Real Madrid en el estadio Da Luz de Lisboa. El pinchazo que sufrió en el Camp Nou poco antes del cuarto de hora de juego fue el chivato que le hizo detenerse en plena carrera. Costa se disponía a correr un contragolpe franco para el Atlético y frenó en seco ante el riesgo de una rotura mayor que puede poner en peligro su participación en el Mundial de Brasil el próximo verano.


La lesión de grado I que anunciaron los servicios médicos del club hace dos semanas, tras un entrenamiento previo al partido con el Málaga, apunta ahora a una microrrotura fibrilar. Por entonces, los servicios médicos y el cuerpo técnico decidieron reservarle con vistas al partido decisivo en el Camp Nou porque intuían que allí se jugarían la Liga. Por lo sucedido el sábado, el tejido muscular de la zona afectada no termina de regenerarse y unirse con la solidez necesaria para aguantar la repetición de esfuerzos explosivos sin riesgos de una rotura que pueda agravar la lesión. Que apenas aguantara 15 minutos en el Camp Nou fue un mal síntoma.

El jugador fue sometido a una prueba médica en la tarde de ayer que determinó que había recaído. “Diego Costa sufre lesión muscular grado I del bíceps femoral de la cara posterior del muslo derecho”, rezaba el parte médico, que, a diferencia de los anteriores, no aclaraba si había rotura o no. En los dos precedentes publicados por el club si hacían hincapié en que no había rotura. “Es pronto para decidir, pero necesitamos gente que esté al 100%. La final no es un partido para jugarlo al 80%, necesitamos jugarlo con gente que esté bien”, aseguraba con rotundidad el entrenador, Diego Pablo Simeone, en la rueda de prensa organizada por la UEFA con motivo de la final de Lisboa.

La lesión de Costa se ha convertido en una cuestión de sensaciones propias del jugador, de riesgos y también de mediciones de resistencia que las ecografías no siempre pueden garantizar. “Cuando un jugador entra al campo, uno no piensa que pueda pasar lo que pasó porque sus sensaciones eran buenas. Es cierto que Diego viene con una carga, pero no lo espera”, abundó Simeone. El técnico y sus ayudantes siempre han defendido que nunca arriesgarían a un jugador ante la posibilidad de lesionarse. Ahora tendrán que decidir si cambian de parecer ante un partido trascendental como una final de la Liga de Campeones.

Su participación en la final es ya una cuestión del número de carreras, aplicando toda su potencia y velocidad, que puedan aguantar sus fibras. En el último partido de Liga resistió un par de galopadas, pero en ese contragolpe que conducía Koke, cuando quiso acelerar con todo sintió el pinchazo. “Frenó a tiempo”, decían con cierto alivio en el club tras acabar el partido, pero Costa vive de la velocidad y sus músculos acusan la fatiga de una temporada extenuante.

Con una rotura mínima, hay jugadores de otras características o de posición en el campo diferente que pueden jugar controlando los gestos y los esfuerzos, pero en un delantero como el goleador del Atlético su manera de desenvolverse se encuentra condicionada por las aceleraciones que necesita emplear.

Los servicios médicos del Atlético y el fisioterapeuta Óscar Pitillas van a intentar que pueda llegar al sábado, pero las recaídas no suelen aconsejar las reapariciones forzadas. El jugador necesita descanso porque no termina de recuperarse. Desde que se resintió por primera vez en el Camp Nou hace más de un mes no se le ha vuelto a ver esa zancada poderosa con la que tanto daño hace a las defensas contrarias. “Trabajaremos varias alternativas durante la semana y dependiendo de lo que pase veremos quién juega”, aseguró Simeone

La lesión de Costa es seguida de cerca por Vicente del Bosque, que le había incluido en la prelista de 30 jugadores para el Mundial, y también los médicos de la federación española. “Aunque no juegue la final, si hay tiempo para que se recupere y llegue bien le convocaremos”, dicen en el cuerpo técnico de la selección española. Su recambio, en el caso de que los plazos de recuperación no fueran suficientes para acudir a Brasil, saldría de esa prelista de 30.

Si con Diego Costa el pesimismo es latente, no sucede lo mismo con Arda Turan, que también salió lesionado del Camp Nou con un golpe en la cadera. Aunque ayer no se ejercitó con sus compañeros, el propio jugador ha confesado a su entorno que está para jugar.


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