Santos denuncia intento de “envenenar” el proceso de paz en Colombia
Cúcuta, AFP
En campaña por la reelección, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, artífice de las históricas negociaciones con la guerrilla de las Farc, denunció en una entrevista con la AFP la existencia de una “campaña sucia” que busca “envenenar el proceso” de paz.
A dos semanas de la primera vuelta de las presidenciales del 25 de mayo, el mandatario de centro derecha de 62 años, que goza de una leve ventaja en las encuestas, ironizó sobre la “desesperación” de los opositores a los diálogos que sostiene su gobierno desde noviembre de 2012 con la guerrilla marxista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
“Están desesperados porque ven que la paz les quita su razón de ser, su razón de existir(…) Aquí hay gente que se ha acostumbrado a vivir en guerra, a vivir de la guerra”, dijo Santos durante un viaje de campaña a Cúcuta, una ciudad donde proliferan bandas ilegales y el narcotráfico, en el noreste de Colombia, en la frontera con Venezuela.
Con la esperanza de concretar la paz, el jefe de Estado afirmó que enfrenta una guerra de “mentiras” y mencionó como ejemplo una versión de que se va a reducir el contingente del ejército a “una mínima expresión” o que se va a poner a las Farc a comandar la policía. “Eso es absurdo”, aseguró.
Esta campaña presidencial se ha visto crispada por varios escándalos: uno de los asesores de Santos renunció la semana pasada tras ser acusado por la prensa de recibir sobornos de narcotraficantes, mientras que su principal rival, Óscar Iván Zuluaga, fue vinculado a un pirata informático acusado por la Fiscalía de interceptar correos de Santos y de las Farc, con el objetivo de torpedear las negociaciones.
Zuluaga pertenece al partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe, un férreo opositor al proceso de paz.
“Ha habido una sistemática campaña sucia de envenenar el proceso y eso ha generado dudas de cierta gente, pero yo estoy convencido de que el pueblo colombiano es sensato, que el pueblo colombiano quiere la paz y que en las elecciones ese pueblo colombiano se va a manifestar claramente a favor de la paz y a favor de un mejor porvenir”, afirmó.
“La paz no se improvisa”
Pese a que Santos asegura que nadie es “irremplazable”, señala que si se elige a otro candidato esto podría amenazar la continuidad de las conversaciones con las Farc. “Sería riesgoso porque la paz no se improvisa”, afirmó.
Después de 50 años de conflicto interno, que ha provocado cientos de miles de muertos, Santos defendió su decisión de no decretar un cese al fuego durante los diálogos.
“El camino menos costoso para llegar a una solución pronta al conflicto es continuar con la ofensiva militar y seguir negociando en medio del conflicto. Un cese al fuego es un estimulo perverso para prolongar indefinidamente las negociaciones porque las FARC quedarían en el mejor de los mundos”, dijo.
Santos, quien como ministro de Defensa le infringió a las Farc duros golpes militares que han mermado sus tropas actualmente estimadas en 8.000 combatientes, es decir la mitad que hace 10 años, espera que este debilitamiento de la guerrilla se traduzca en un desenlace como el que tuvo el IRA en Irlanda del Norte o el de ETA en España.
“Que ellos dejen las armas y cambien las armas por los argumentos, las balas por los votos, que continúen su lucha por la vía democrática, y si el día de mañana convencen al resto de los colombianos que sus ideas son las correctas, bienvenido sea, pero sin violencia“, dijo el mandatario.
Santos, que confía poder concretar un acuerdo de paz antes de finalizar el año, se ha comprometido que de darse este desenlace, “estrecharía la mano” del líder de las Farc, Timoleón Jimenez, alias “Timochenko”, una escena que hasta ahora parecía impensable.
“Le garantizo que si hay paz eso es posible, por supuesto que yo estrecharía su mano porque de eso se trata la paz, que enemigos dejen las armas, dejen la violencia y se estrechen la mano para seguir un camino sin que eso quiera decir que el uno de esta de acuerdo con el otro”, afirmó.
En campaña por la reelección, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, artífice de las históricas negociaciones con la guerrilla de las Farc, denunció en una entrevista con la AFP la existencia de una “campaña sucia” que busca “envenenar el proceso” de paz.
A dos semanas de la primera vuelta de las presidenciales del 25 de mayo, el mandatario de centro derecha de 62 años, que goza de una leve ventaja en las encuestas, ironizó sobre la “desesperación” de los opositores a los diálogos que sostiene su gobierno desde noviembre de 2012 con la guerrilla marxista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
“Están desesperados porque ven que la paz les quita su razón de ser, su razón de existir(…) Aquí hay gente que se ha acostumbrado a vivir en guerra, a vivir de la guerra”, dijo Santos durante un viaje de campaña a Cúcuta, una ciudad donde proliferan bandas ilegales y el narcotráfico, en el noreste de Colombia, en la frontera con Venezuela.
Con la esperanza de concretar la paz, el jefe de Estado afirmó que enfrenta una guerra de “mentiras” y mencionó como ejemplo una versión de que se va a reducir el contingente del ejército a “una mínima expresión” o que se va a poner a las Farc a comandar la policía. “Eso es absurdo”, aseguró.
Esta campaña presidencial se ha visto crispada por varios escándalos: uno de los asesores de Santos renunció la semana pasada tras ser acusado por la prensa de recibir sobornos de narcotraficantes, mientras que su principal rival, Óscar Iván Zuluaga, fue vinculado a un pirata informático acusado por la Fiscalía de interceptar correos de Santos y de las Farc, con el objetivo de torpedear las negociaciones.
Zuluaga pertenece al partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe, un férreo opositor al proceso de paz.
“Ha habido una sistemática campaña sucia de envenenar el proceso y eso ha generado dudas de cierta gente, pero yo estoy convencido de que el pueblo colombiano es sensato, que el pueblo colombiano quiere la paz y que en las elecciones ese pueblo colombiano se va a manifestar claramente a favor de la paz y a favor de un mejor porvenir”, afirmó.
“La paz no se improvisa”
Pese a que Santos asegura que nadie es “irremplazable”, señala que si se elige a otro candidato esto podría amenazar la continuidad de las conversaciones con las Farc. “Sería riesgoso porque la paz no se improvisa”, afirmó.
Después de 50 años de conflicto interno, que ha provocado cientos de miles de muertos, Santos defendió su decisión de no decretar un cese al fuego durante los diálogos.
“El camino menos costoso para llegar a una solución pronta al conflicto es continuar con la ofensiva militar y seguir negociando en medio del conflicto. Un cese al fuego es un estimulo perverso para prolongar indefinidamente las negociaciones porque las FARC quedarían en el mejor de los mundos”, dijo.
Santos, quien como ministro de Defensa le infringió a las Farc duros golpes militares que han mermado sus tropas actualmente estimadas en 8.000 combatientes, es decir la mitad que hace 10 años, espera que este debilitamiento de la guerrilla se traduzca en un desenlace como el que tuvo el IRA en Irlanda del Norte o el de ETA en España.
“Que ellos dejen las armas y cambien las armas por los argumentos, las balas por los votos, que continúen su lucha por la vía democrática, y si el día de mañana convencen al resto de los colombianos que sus ideas son las correctas, bienvenido sea, pero sin violencia“, dijo el mandatario.
Santos, que confía poder concretar un acuerdo de paz antes de finalizar el año, se ha comprometido que de darse este desenlace, “estrecharía la mano” del líder de las Farc, Timoleón Jimenez, alias “Timochenko”, una escena que hasta ahora parecía impensable.
“Le garantizo que si hay paz eso es posible, por supuesto que yo estrecharía su mano porque de eso se trata la paz, que enemigos dejen las armas, dejen la violencia y se estrechen la mano para seguir un camino sin que eso quiera decir que el uno de esta de acuerdo con el otro”, afirmó.