Revelan que cobran hasta $us400 por una “virgen”
Santa Cruz, Erbol
La revista “Lo que se calló” reveló que tratantes y proxenetas han llegado a cobrar entre 300 y 400 dólares por proveer una joven “virgen” a un “cliente” interesado en prostitución, de acuerdo al capitán Óscar Moreno, de la División de Trata y Tráfico de personas de Santa Cruz.
Según datos del “Diagnóstico sobre la violencia sexual comercial en Bolivia”, los violentadores pagan desde 400 bolivianos para mantener relaciones sexuales con una adolescente o niña “casta”, según publica la revista.
El artículo escrito por Javier Badani señala, además, que en Cochabamba se “han dado casos de hombres de buen nivel económico que han pagado hasta mil bolivianos”, de acuerdo a una investigadora del centro Sayari Warmi.
En cuanto a la ciudad de El Alto, Ariel Ramírez de la fundación Munasimkullakita, afirmó que “hay varias discotecas cercanas al colegio Juan Capriles. Allí chicos y chicas salen por la tarde, se quitan las mochilas, las dejan en una tienda e ingresan a la discoteca. Allí hay proxenetas y adolescentes que actúan como captores”. El investigador agregó que esas jóvenes son dopadas y luego llevadas a un alojamiento donde su cuerpo es vendido hasta 800 bolivianos.
Estas revelaciones se encuentran en la última edición de la revista “Lo que se calló”, titulada Violencia Sexual Desaparecidas, que aborda el tema del tráfico de personas y la violencia sexual.
La revista “Lo que se calló” reveló que tratantes y proxenetas han llegado a cobrar entre 300 y 400 dólares por proveer una joven “virgen” a un “cliente” interesado en prostitución, de acuerdo al capitán Óscar Moreno, de la División de Trata y Tráfico de personas de Santa Cruz.
Según datos del “Diagnóstico sobre la violencia sexual comercial en Bolivia”, los violentadores pagan desde 400 bolivianos para mantener relaciones sexuales con una adolescente o niña “casta”, según publica la revista.
El artículo escrito por Javier Badani señala, además, que en Cochabamba se “han dado casos de hombres de buen nivel económico que han pagado hasta mil bolivianos”, de acuerdo a una investigadora del centro Sayari Warmi.
En cuanto a la ciudad de El Alto, Ariel Ramírez de la fundación Munasimkullakita, afirmó que “hay varias discotecas cercanas al colegio Juan Capriles. Allí chicos y chicas salen por la tarde, se quitan las mochilas, las dejan en una tienda e ingresan a la discoteca. Allí hay proxenetas y adolescentes que actúan como captores”. El investigador agregó que esas jóvenes son dopadas y luego llevadas a un alojamiento donde su cuerpo es vendido hasta 800 bolivianos.
Estas revelaciones se encuentran en la última edición de la revista “Lo que se calló”, titulada Violencia Sexual Desaparecidas, que aborda el tema del tráfico de personas y la violencia sexual.