Mujica propone a Ban Ki Moon refugiar a 50 niños sirios en una residencia presidencial
Montevideo, EP
El presidente uruguayo, José Mujica, ha enviado una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en la que propone dar asilo a 50 niños refugiados sirios en la residencia presidencial de Anchorena, en el departamento de Colonia, en el suroeste del país, según ha adelantado el semanario 'Búsqueda'.
Según las fuentes consultadas por la revista, con este gesto Mujica busca "dar ejemplo al mundo". Si la respuesta de Ban es afirmativa, el presidente uruguayo tiene previsto solicitar a su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, su avión presidencial para poder proceder al traslado de los menores.
Con ello, han explicado las fuentes, se lograría la implicación de Brasil en el caso y se presionaría a "otros países para que hagan lo mismo". "Lo único que están haciendo los países es darles de comer y con eso no solucionás nada", han precisado.
Según han explicado, la idea de Mujica es alojar a los niños sirios en las instalaciones del entorno de la escuela agraria de la residencia de Anchorena. El Gobierno uruguayo considera que lo más sencillo sería trasladar a niños que vengan con sus madres en lugar de huérfanos.
Asimismo, Mujica estudia trasladar a "tres o cuatro" funcionarios de la residencia oficial de Suárez, donde vive el mandatario en Montevideo, lo que solucionaría una parte de la atención y el cuidado de los pequeños, y de ese modo, saldría "gratis".
La iniciativa, según el semanario, partió del ministro de Exteriores uruguayo, Luis Almagro, tras su gira por varios países de Oriente Próximo durante la que visitó el campo de refugiados de Zaatari, donde viven unos 100.000 sirios que han huido de la guerra civil. Almagro propuso traer entre 50 y 70 niños huérfanos o con sus madres.
Mujica había hecho referencia a la posible acogida de niños sirios en Uruguay la semana pasada durante su programa radiofónico semanal. "¿No podremos hacernos cargo como sociedad de recoger algunos puñados de esos gurises?", se preguntó. "¿No podrá valer la pena que levantemos la cabeza e intentar socorrer en algo a los niños por ahí abandonados que quedan como costo de una formidable guerra que está lejos de detenerse?", añadió.
El presidente uruguayo, José Mujica, ha enviado una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en la que propone dar asilo a 50 niños refugiados sirios en la residencia presidencial de Anchorena, en el departamento de Colonia, en el suroeste del país, según ha adelantado el semanario 'Búsqueda'.
Según las fuentes consultadas por la revista, con este gesto Mujica busca "dar ejemplo al mundo". Si la respuesta de Ban es afirmativa, el presidente uruguayo tiene previsto solicitar a su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, su avión presidencial para poder proceder al traslado de los menores.
Con ello, han explicado las fuentes, se lograría la implicación de Brasil en el caso y se presionaría a "otros países para que hagan lo mismo". "Lo único que están haciendo los países es darles de comer y con eso no solucionás nada", han precisado.
Según han explicado, la idea de Mujica es alojar a los niños sirios en las instalaciones del entorno de la escuela agraria de la residencia de Anchorena. El Gobierno uruguayo considera que lo más sencillo sería trasladar a niños que vengan con sus madres en lugar de huérfanos.
Asimismo, Mujica estudia trasladar a "tres o cuatro" funcionarios de la residencia oficial de Suárez, donde vive el mandatario en Montevideo, lo que solucionaría una parte de la atención y el cuidado de los pequeños, y de ese modo, saldría "gratis".
La iniciativa, según el semanario, partió del ministro de Exteriores uruguayo, Luis Almagro, tras su gira por varios países de Oriente Próximo durante la que visitó el campo de refugiados de Zaatari, donde viven unos 100.000 sirios que han huido de la guerra civil. Almagro propuso traer entre 50 y 70 niños huérfanos o con sus madres.
Mujica había hecho referencia a la posible acogida de niños sirios en Uruguay la semana pasada durante su programa radiofónico semanal. "¿No podremos hacernos cargo como sociedad de recoger algunos puñados de esos gurises?", se preguntó. "¿No podrá valer la pena que levantemos la cabeza e intentar socorrer en algo a los niños por ahí abandonados que quedan como costo de una formidable guerra que está lejos de detenerse?", añadió.