Luis Enrique se va al Barça y se sube al andamio del Camp Nou
Barcelona, As
El secreto a voces se confirmó ayer por la tarde: Luis Enrique será el próximo entrenador del Barcelona y será presentado como tal mañana miércoles. El técnico asturiano firma por dos temporadas y está por definir su equipo técnico. Tras la fallida apuesta de Sandro Rosell por Martino, el Barça regresa a la opción de un técnico de la casa, que conoce el club y que es un firme partidario de la cultura del esfuerzo que, de nuevo, se ha ido por el sumidero de la corriente de la autocomplacencia en los últimos meses.
Luis Enrique llega con la imagen icónica de dar gritos desde el andamio mientras entrenaba al Celta. El asturiano será el nuevo capataz del Barça. Le reciben con los brazos abiertos. Fue nombrado oficialmente como nuevo técnico del Barcelona en el curso de la reunión extraordinaria que la Junta directiva del Barcelona celebró ayer en la cual Zubizarreta, director deportivo, informó a los directivos del proyecto de cara a la próxima temporada.
A diferencia de la contratación de Martino, que pilló a la mayoría de los aficionados culés a contrapié, el fichaje de Luis Enrique, estaba cantado. El técnico asturiano ya era el preferido de Zubizarreta (por detrás de un Ernesto Valverde con el que no cuadraban los tiempos) para ser el inquilino del banquillo catalán hace un año.
El criterio de Sandro Rosell —ahora en el anonimato— se impuso entonces al del responsable deportivo que en su día impuso a Guardiola y se fichó a Martino. Que más allá de su buena voluntad pegó un petardazo de época si nos atenemos a los números. Ha llegado la hora de Luis Enrique.
El técnico asturiano es un viejo conocido para la afición barcelonista. Ésta será su tercera etapa en el club, después de formar parte como jugador ocho temporadas (entre las temporadas 1996-1997 y 2003-2004) y como entrenador después. Tomó las riendas del filial azulgrana tras el nombramiento de Pep Guardiola como técnico del primer equipo. En su segunda temporada consiguió colocarlo en Segunda División. Posteriormente, en junio de 2011, decidió hacer las maletas y puso rumbo a Italia. La experiencia le curtió, pero los resultados no acompañaron y tuvo que dejar la Roma a final de temporada a pesar de tener firmada una temporada más. Tras un año sabático volvió a los banquillos para hacerse cargo del Celta de Vigo. Allí, hace poco más de una semana, Luis Enrique realizó su primer servicio como entrenador del Barça al apartar al Real Madrid de la lucha por el título de Liga.
El secreto a voces se confirmó ayer por la tarde: Luis Enrique será el próximo entrenador del Barcelona y será presentado como tal mañana miércoles. El técnico asturiano firma por dos temporadas y está por definir su equipo técnico. Tras la fallida apuesta de Sandro Rosell por Martino, el Barça regresa a la opción de un técnico de la casa, que conoce el club y que es un firme partidario de la cultura del esfuerzo que, de nuevo, se ha ido por el sumidero de la corriente de la autocomplacencia en los últimos meses.
Luis Enrique llega con la imagen icónica de dar gritos desde el andamio mientras entrenaba al Celta. El asturiano será el nuevo capataz del Barça. Le reciben con los brazos abiertos. Fue nombrado oficialmente como nuevo técnico del Barcelona en el curso de la reunión extraordinaria que la Junta directiva del Barcelona celebró ayer en la cual Zubizarreta, director deportivo, informó a los directivos del proyecto de cara a la próxima temporada.
A diferencia de la contratación de Martino, que pilló a la mayoría de los aficionados culés a contrapié, el fichaje de Luis Enrique, estaba cantado. El técnico asturiano ya era el preferido de Zubizarreta (por detrás de un Ernesto Valverde con el que no cuadraban los tiempos) para ser el inquilino del banquillo catalán hace un año.
El criterio de Sandro Rosell —ahora en el anonimato— se impuso entonces al del responsable deportivo que en su día impuso a Guardiola y se fichó a Martino. Que más allá de su buena voluntad pegó un petardazo de época si nos atenemos a los números. Ha llegado la hora de Luis Enrique.
El técnico asturiano es un viejo conocido para la afición barcelonista. Ésta será su tercera etapa en el club, después de formar parte como jugador ocho temporadas (entre las temporadas 1996-1997 y 2003-2004) y como entrenador después. Tomó las riendas del filial azulgrana tras el nombramiento de Pep Guardiola como técnico del primer equipo. En su segunda temporada consiguió colocarlo en Segunda División. Posteriormente, en junio de 2011, decidió hacer las maletas y puso rumbo a Italia. La experiencia le curtió, pero los resultados no acompañaron y tuvo que dejar la Roma a final de temporada a pesar de tener firmada una temporada más. Tras un año sabático volvió a los banquillos para hacerse cargo del Celta de Vigo. Allí, hace poco más de una semana, Luis Enrique realizó su primer servicio como entrenador del Barça al apartar al Real Madrid de la lucha por el título de Liga.