García Linera: “Soy un subversivo irremediable”

Mendoza Online
A sala llena y en medio de una puja electoral interna de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) que se hizo notar en todo momento, a pesar de contar con “visitas”, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera recibió su doctorado honoris causa de esa casa de altos estudios. Lo hizo en un marco de público afín y con una importante cantidad de miembros de la Colectividad Boliviana de Mendoza presentes en el Salón de Grados de la Universidad. Habían dispuesto una pantalla en los jardines de la Facultad de Ciencias Económicas pero no hizo falta. La concurrencia prefirió colmar los dos salones disponibles, uno con el agasajado en vivo y el otro, siguiendo la transmisión simultánea que hicieron el Canal U y Bolivia TV, la televisión pública de ese país.


Al llegar y previo a las formalidades, se reunió con los representantes de la Colectividad Boliviana a solas. Al concluir, rodeado por un operativo de seguridad, igual pudo saludar a sus compatriotas que residen aquí.

La conferencia

García Linera dio una conferencia magistral que inició con un relato histórico en el que puso de relieve que “fue Manuel Belgrano quien, en Potosí, el primero en rendir honores de rey, de líder a un cacique indígena” para de inmediato llegar al presente, al señalar que “un ejército recién volvió a reconocer a un indígena 150 años después de aquello, con Evo Morales, en 2006”.

Su discurso fue de fuerte contenido ideológico y marcó lo que, desde su punto de vista, debe ser el camino a seguir por los países latinoamericanos: un gobierno “plurinacional continental”, con su banca supranacional y “respetando las diferencias y características de cada país”.
Resaltó que “hoy gobernamos los que hace 20 o 30 años éramos considerados como ´terroristas´” y valoró que entre los gobernantes latinoamericanos se encuentran miembros de esa generación. “Antes –subrayó- hubo dos factores comunes en Latinoamérica: primero, los golpes de Estado, y luego el neoliberalismo privatizador”. En cambio, “ahora vivimos una etapa posneoliberal, con gobiernos progresistas y revolucionarios”. Inclusive, mencionó a Cristina Fernández de Kirchner como una “luchadora contra la dictadura militar”.

“Indigenizar”

El vicepresidente de Bolivia recibió su doctorado como “comunista irremediablemente subversivo”. A lo largo de su conferencia pública, partió de la experiencia que lleva adelante en su país junto a Evo Morales para indicar ese proceso como una base válida para el resto de los países latinoamericanos.

Sobre el “Estado plurinacional” que gobierna, dijo que funciona con “una gobernabilidad dual”. Se trata de un paralelo entre el accionar parlamentario, de los que son elegidos por el voto popular y los movimientos sociales, “la calle”, explicó.

Al respecto, informó que con la nueva Constitución “el 70 por ciento de los representantes son de origen plurinacional”. Dijo que esto sobrevino a siglos en los que “se le pedía al boliviano que entregue su cultura a cambio de tierra, o que esconda su identidad a cambio de educación”.
Insistió con el concepto de “indigenizar” Bolivia. Vamos por la "indianización del propio ser boliviano; banderas, simbolos, escuelas, medallas. Se enriquece recogiendo el conjunto", dijo en la UNCuyo.

Lenin y Gramsci

Como teórico del marxismo que es García Linera invitó a la militancia a crear “una nueva hegemonía”. Tras definirla, sostuvo que “hay que llevar de la mano a Gramsci y Lenin”. Indicó que la hegemonía “es la derrota del adversario” y ejemplificó con el gobierno boliviano su teoría puesta en práctica: “Para convencer al enemigo primero hay derrotarlo; después, sumarlo”. “Nosotros –relató- destruimos a los empresarios que no nos dejaban gobernar y ahora el presidente Evo los convoca a dialogar toda vez que hace falta”.

Acto seguido, atento al lugar en el que se encontraba, planteó la relevancia del rol de las universidades. "Al neoliberalismo –sostuvo García Linera- lo derrotamos en el campo de las ideas, en el debate. Demostramos que no nos íbamos a volver europeos como prometían los neoliberales". "Si no gana en el espíritu y en la mente, no se gana en la de la calle", arengó y luego llamó a la reflexión a los claustros en torno a su falta de adaptación a los nuevos tiempos, de los procesos políticos como los tecnológicos.

Dimensión continental

El dirigente boliviano sostuvo que “antes los presidentes latinoamericanos no se llamaban por teléfonos. Esperaban que se los llamara desde el Departamento de Estado (de EEUU) o desde el Comando Sur para saber cómo debían actuar. Hoy está Unasur y de no ser por su intervención, en 2008, el presidente Evo estaría muerto y yo seguramente en alguna cárcel”.

Cumpliendo con los anfitriones políticos de la Universidad, García Linera ponderó largamente a Néstor Kirchner y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sobre el primero, afirmó que sin su respaldo económico, la primera etapa del gobierno de Evo Morales hubiera fracasado. “Siempre se abraza a los que tienen de todo, pero él decidió abrazarnos a nosotros”, dijo.

Al hablar sobre los recursos minerales y económicos latinoamericanos en el contexto mundial, también valoró un dato: “Somos el continente con mayor cantidad de jóvenes en el Mundo”, expresó. Luego insistió en que “Brasil ni Argentina, ni Chile ni Uruguay, ni nadie, por cierto, podrán enfrentar los desafíos globales solos. Hace falta una visión continental”.

En ese punto, reclamó que “México no se nos vaya para el norte” y clamó que “no le entreguemos la costa del Pacífico a EEUU”.

Colombia

Abundó luego sobre el Pacífico, en diálogo con los periodistas. Allí se refirió al triunfo del uribismo en Colombia, pero lo quiso hacer en forma elíptica. Cada país, y el hermano pueblo de Colombia –indicó García Linera- tiene el derecho a elegir a sus gobernantes como mejor desee, se tiene que respetar eso. Pero, en el marco de ese respeto y justamente para ampliar ese respeto, ¡qué hermoso sería que ya no hueran bases norteamericanas en ningún lugar de Latinoamérica! Ese es un hecho fundamental para la soberanía. Nosotros –argumentó- teníamos también una base norteamericana en Bolivia. Teníamos un aeropuerto en donde ni el Presidente podía pisar. Teníamos que pedirle permiso al Departamento de Estado o al Comando Sur. Hemos hecho desaparecer esa base como parte de nuestra soberanía”.

De inmediato, vinculó a Colombia con EEUU, al afirmar, en medio de esa respuesta que “nosotros no estamos en contra de los norteamericanos; estamos en contra del abuso de su Gobierno en contra nuestro, de su intromisión en asuntos internos. Colombia va a ser más soberana, más productiva, más integrada a América Latina, pero la solución está en los colombianos. Esperamos que más pronto que tarde lo hagan los colombianos. Habrá que esperar qué pasa en la segunda vuelta. En todo caso –concluyó- me sorprende el crecimiento de la izquierda que ha duplicado sus votos. Se mueve. Confiamos en ese movimiento que viene de abajo, de los más humildes”.

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