Flaquea investigación de ONU de Irán
Viena, AP
El que alguna vez fuera un prometedor intento de la ONU de investigar las sospechas de que Teherán buscaba fabricar armas atómicas está flaqueando, y con él las esperanzas de que Irán y seis potencias mundiales pudieran consolidar un pacto nuclear antes de que venza el plazo en julio.
A partir del miércoles se intentará elaborar el texto de un acuerdo, y las dos partes dicen que aún es posible llegar al plazo informal del 20 de julio. Washington le da un 50% de probabilidades, y el canciller iraní Mohamad Javad Zarif dijo recientemente que las conversaciones avanzan a un "paso inesperadamente rápido".
Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania quieren reducir la capacidad actual de Irán para fabricar armas nucleares. Teherán viene negociando desde hace seis meses el levantamiento total de las sanciones que Occidente le ha aplicado a cambio de ese acuerdo, al tiempo que insiste en que no le interesa fabricar esas armas.
Pero la Organización Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas no ha podido disipar ni confirmar las denuncias persistentes de que Irán ha intentado fabricar armas atómicas en el pasado. Si bien la investigación de la OIEA formalmente se realiza en forma separada a las conversaciones, las potencias occidentales insisten en que Teherán debe dar explicaciones satisfactorias a la agencia de la ONU.
Como parte de un acuerdo alcanzado en noviembre, hace tres meses el gobierno iraní aceptó dar explicaciones más profundas sobre su trabajo con detonadores que tienen diversos usos, entre ellos el de iniciar una explosión nuclear.
Ello no ha sucedido. Tres diplomáticos dijeron a The Associated Press el lunes que, en una respuesta formal reciente, Irán sigue insistiendo en que no hay vínculo nuclear con los detonadores. Teherán dice que los fabricó para explosiones militares convencionales y luego para uso civil.
En un informe de 2011, la OIEA detalló sus sospechas sobre una amplia gama de presuntos experimentos con armas. Dijo entonces que le preocupaba el trabajo de Irán con detonadores, "dada su posible aplicación en un artefacto explosivo nuclear, y el hecho de que las aplicaciones civiles y militares convencionales de esa tecnología son limitadas".
Firmado poco después de la juramentación del gobierno reformista en Teherán, el acuerdo Irán-OIEA de noviembre es considerado una prueba importante de la disposición de ese gobierno a reducir las tensiones en torno a su programa nuclear.
La OIEA y sus miembros occidentales esperaban que el acuerdo finalmente llevaría a Irán a entreabrir la puerta a lo que consideran sus trabajos nucleares secretos.
Pero la respuesta más reciente de Teherán indica que no está dispuesto a modificar su posición.
La OIEA se acercó por primera vez a Irán en torno a los detonadores hace seis años. Cuando le comentaron sobre la respuesta más reciente de los iraníes, Olli Heinonen, que encabezó la investigación de la agencia sobre Irán hasta 2010, dijo que fue "en gran medida como lo explicaron en 2008".
Con el reloj avanzando rumbo al plazo informal en julio sobre un acuerdo amplio, Yukiya Amano, jefe de la OIEA, de todas formas sigue adelante con la investigación.
Las llamadas telefónicas efectuadas a la misión de la OIEA en Irán fueron respondidas por un buzón de voz. Un comunicado del organismo indicó que el lunes "se evaluaron los avances" en torno al detonador y otros asuntos, y que "continúan" las conversaciones sobre nuevos pasos.
Gary Samore, que negoció con Irán hasta el año pasado como principal asesor del presidente estadounidense Barack Obama sobre armas de destrucción masiva, dijo esperar que las conversaciones continúen más allá de julio en momentos en que Irán y la OIEA forcejean en torno a las acusaciones sobre armas nucleares.
Indicó que, a la larga, Irán podría encontrar algo de "ficción útil", por ejemplo, argumentar que científicos insurrectos estaban detrás del programa o que esa investigación fue realizada para comprender la tecnología de armas atómicas que poseen los enemigos de Irán.
"Creo que si todos los otros problemas son resueltos, este problema será resuelto", afirmó. "Pero será el último en ser resuelto".
El que alguna vez fuera un prometedor intento de la ONU de investigar las sospechas de que Teherán buscaba fabricar armas atómicas está flaqueando, y con él las esperanzas de que Irán y seis potencias mundiales pudieran consolidar un pacto nuclear antes de que venza el plazo en julio.
A partir del miércoles se intentará elaborar el texto de un acuerdo, y las dos partes dicen que aún es posible llegar al plazo informal del 20 de julio. Washington le da un 50% de probabilidades, y el canciller iraní Mohamad Javad Zarif dijo recientemente que las conversaciones avanzan a un "paso inesperadamente rápido".
Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania quieren reducir la capacidad actual de Irán para fabricar armas nucleares. Teherán viene negociando desde hace seis meses el levantamiento total de las sanciones que Occidente le ha aplicado a cambio de ese acuerdo, al tiempo que insiste en que no le interesa fabricar esas armas.
Pero la Organización Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas no ha podido disipar ni confirmar las denuncias persistentes de que Irán ha intentado fabricar armas atómicas en el pasado. Si bien la investigación de la OIEA formalmente se realiza en forma separada a las conversaciones, las potencias occidentales insisten en que Teherán debe dar explicaciones satisfactorias a la agencia de la ONU.
Como parte de un acuerdo alcanzado en noviembre, hace tres meses el gobierno iraní aceptó dar explicaciones más profundas sobre su trabajo con detonadores que tienen diversos usos, entre ellos el de iniciar una explosión nuclear.
Ello no ha sucedido. Tres diplomáticos dijeron a The Associated Press el lunes que, en una respuesta formal reciente, Irán sigue insistiendo en que no hay vínculo nuclear con los detonadores. Teherán dice que los fabricó para explosiones militares convencionales y luego para uso civil.
En un informe de 2011, la OIEA detalló sus sospechas sobre una amplia gama de presuntos experimentos con armas. Dijo entonces que le preocupaba el trabajo de Irán con detonadores, "dada su posible aplicación en un artefacto explosivo nuclear, y el hecho de que las aplicaciones civiles y militares convencionales de esa tecnología son limitadas".
Firmado poco después de la juramentación del gobierno reformista en Teherán, el acuerdo Irán-OIEA de noviembre es considerado una prueba importante de la disposición de ese gobierno a reducir las tensiones en torno a su programa nuclear.
La OIEA y sus miembros occidentales esperaban que el acuerdo finalmente llevaría a Irán a entreabrir la puerta a lo que consideran sus trabajos nucleares secretos.
Pero la respuesta más reciente de Teherán indica que no está dispuesto a modificar su posición.
La OIEA se acercó por primera vez a Irán en torno a los detonadores hace seis años. Cuando le comentaron sobre la respuesta más reciente de los iraníes, Olli Heinonen, que encabezó la investigación de la agencia sobre Irán hasta 2010, dijo que fue "en gran medida como lo explicaron en 2008".
Con el reloj avanzando rumbo al plazo informal en julio sobre un acuerdo amplio, Yukiya Amano, jefe de la OIEA, de todas formas sigue adelante con la investigación.
Las llamadas telefónicas efectuadas a la misión de la OIEA en Irán fueron respondidas por un buzón de voz. Un comunicado del organismo indicó que el lunes "se evaluaron los avances" en torno al detonador y otros asuntos, y que "continúan" las conversaciones sobre nuevos pasos.
Gary Samore, que negoció con Irán hasta el año pasado como principal asesor del presidente estadounidense Barack Obama sobre armas de destrucción masiva, dijo esperar que las conversaciones continúen más allá de julio en momentos en que Irán y la OIEA forcejean en torno a las acusaciones sobre armas nucleares.
Indicó que, a la larga, Irán podría encontrar algo de "ficción útil", por ejemplo, argumentar que científicos insurrectos estaban detrás del programa o que esa investigación fue realizada para comprender la tecnología de armas atómicas que poseen los enemigos de Irán.
"Creo que si todos los otros problemas son resueltos, este problema será resuelto", afirmó. "Pero será el último en ser resuelto".