¿Está Las Vegas condenada a desaparecer?
EEUU, BBC
Cualquiera que haya estado en Las Vegas sabe que esta localidad situada en el sur de Nevada, en el suroeste de Estados Unidos, se levanta en medio de la nada en el árido desierto del Mojave como si se tratara de un espejismo… o de un oasis.
Un oasis por las decenas de fuentes, lagos artificiales y piscinas que ornamentan los famosos y extravagantes casinos y hoteles que atraen cada año a cerca de 40 millones de turistas a la “ciudad del pecado”.
Cualquiera que haya estado en Las Vegas sabe que esta localidad situada en el sur de Nevada, en el suroeste de Estados Unidos, se levanta en medio de la nada en el árido desierto del Mojave como si se tratara de un espejismo… o de un oasis.
Un oasis por las decenas de fuentes, lagos artificiales y piscinas que ornamentan los famosos y extravagantes casinos y hoteles que atraen cada año a cerca de 40 millones de turistas a la “ciudad del pecado”.
Pero pese a que al visitante ocasional le pueda parecer que aquí el agua es un recurso ilimitado, la realidad es que Las Vegas -la ciudad más seca de EE.UU. con unas precipitaciones anuales de apenas 1.000 mm- hace tiempo que enfrenta una crisis hídrica que se ha agravado en los últimos meses por culpa de la severa sequía que afecta a la región.
Esta localidad, que tras su fundación en 1905 fue durante años un simple lugar de paso,floreció a partir de los años 30 del siglo pasado con la construcción de la presa Hoover en el río Colorado, que permitió la creación del lago Mead, el mayor embalse artificial de Norteamérica del que Las Vegas obtiene el 90% de su agua y del que también se abastecen Arizona, California y el norte de México.
Ahora ese lago está registrando los niveles más bajos de las últimas décadas y los científicos advierten que, teniendo en cuenta que se prevé que el cambio climático agrave el problema de la falta de agua, la viabilidad de Las Vegas tal y como hoy la conocemos podría estar en peligro.
Programas de ahorro de agua
Pese a que, con unos 1.000 litros por habitante al año, Las Vegas tiene unos de los niveles de consumo de agua per cápita más elevados de EE.UU., lo cierto es que en los últimos años la ciudad ha implementado programas de ahorro de recursos hídricos que han merecido la atención de otros lugares del planeta en los que este liquido también es escaso.
Coincidiendo con el boom que la ciudad ha vivido en las últimas dos décadas, y que ha hecho que su población se duplique hasta alcanzar los dos millones de habitantes, las autoridades han incentivado económicamente a los dueños de propiedades para que remplacen el césped de sus jardines por plantas desérticas que hagan un uso eficiente del agua.
Además, teniendo en cuenta que más del 60% del agua en Las Vegas se dedica al mantenimiento de zonas de recreo exteriores, se han establecido estrictos cronogramas de riego y no se permite que las casas nuevas tengan jardines frontales, mientras que los jardines traseros sólo pueden tener césped en un 50% de su superficie.
A ello hay que sumar que prácticamente todo el agua que se consume en las casas y los hoteles de la ciudad se recicla en plantas potabilizadoras que la bombean de vuelta al lago Mead para que pueda ser reutilizada.
Con estas medidas se ha conseguido reducir el consumo de agua de Las Vegas un tercio en la última década haciendo que, aunque en este tiempo la población haya sumado 400.000 nuevos habitantes, el consumo hídrico se haya mantenido estable.
Pese a todo, la extrema sequía que vive el suroeste de EE.UU. ha hecho que se reduzca el cauce del río Colorado, del que se extrae agua para el consumo de cerca de 40 millones de personas, y por ende, que el lago Mead vea decrecer sus reservas hasta niveles no registrados en décadas.
Conscientes de la crisis hídrica que se avecina, las autoridades de Nevada han impulsado la construcción de una tercera tubería que debería estar acabada en 2015 y que permitirá extraer agua para abastecer Las Vegas de un nivel más profundo del lago Mead.
“Nos tomamos la sequía en serio”
Además, se está trabajando en un controvertido proyecto para construir un acueducto quelleve agua a la “ciudad del pecado” desde los valles del noroeste de Nevada.
El plan, que tendría un costo de unos US$15.000 millones, ha chocado con la oposición frontal de los grupos ambientalistas, que denuncian que Las Vegas está enfrentando una crisis que ha creado ella misma por el manejo irresponsable del agua que se ha hecho en las últimas décadas, algo que las autoridades de la ciudad niegan.
“Además del programa para la sustitución de jardines, todo el agua que se utiliza en el interior de las casas y hoteles se recicla y se envía de nuevo al lago Mead. Por cada galón de agua que devolvemos al lago, podemos sacar otro, así que el agua de consumo residencial puede ser reutilizada de forma ilimitada”, apunta Mack en conversación con BBC Mundo.“Desde el año 2000 el sur de Nevada ha logrado grandes avances en el ahorro de agua estableciendo programas en los que han participado muchos de los residentes y negocios locales”, señala Bronson Mack, portavoz de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada (SNWA, por sus siglas en inglés).
“Nos tomamos la sequía muy en serio. No hay duda de que el sistema hídrico del río Colorado está sintiendo los efectos de la falta de agua. El problema es que hay gente que sugiere que Las Vegas es la que está causando el declive de las reservas del lago Mead porque malbaratamos el agua, lo que no es verdad. (…) Por ejemplo, los casinos y hoteles representan el 70% de nuestra economía y consumen tan sólo un 3% de nuestros recursos hídricos, por lo que creo que son una buena inversión”.
Según el portavoz de la SNWA, es “desalentador” escuchar informaciones que aseguran que Las Vegas se va a secar y va a acabar desapareciendo, “ya que eso no va a suceder, porque nuestra comunidad está siendo muy responsable en el uso del agua, particularmente en los últimos 15 años”.
Esta visión tan positiva de la gestión del agua que presentan los responsables de la SNWA, no es compartida por los científicos y medioambientalistas que llevan años alertando que el crecimiento sin límite de Las Vegas, acompañado de su elevado consumo de agua, son una receta para el desastre.
Además, algunos expertos alertan del peligro de que el suministro hídrico de la ciudad dependa en un 90% de una sola fuente, el lago Mead (el otro 10% proviene del subsuelo), un embalse que, según algunos estudios, podría acabar convertido en “una piscina muerta” en unas décadas.
“Situación desesperada”
“La situación en Las Vegas y en todo el suroeste de EE.UU. es desesperada”,asegura Rob Mrowka, director en Nevada del Centro para la Diversidad Biológica.
“Estoy convencido de que numerosas comunidades y economías locales colapsarán a no ser que se implementen rápidamente políticas del agua inteligentes”, señala Mrowka en conversación con BBC Mundo.
“Las Vegas está situada en el desierto más seco de todo Norteamérica. Todos los modelos indican que el cambio climático hará que el suroeste de EE.UU. sea más seco y caluroso y al mismo tiempo sabemos que el cauce del río Colorado está en declive y va a continuar menguando en los próximos años”.
“Además, cuando se repartió hace décadas el agua del río Colorado se hizo con cálculos erróneos que sobrestimaron su capacidad”.
Mrowka cree que es imperativo limitar el crecimiento de Las Vegas ya que “no tiene ningún sentido que la población de la ciudad siga aumentando mientras la cantidad de agua disponible está disminuyendo”.
“A no ser que se cambien drásticamente las políticas de gestión de los recursos hídricos, Las Vegas podría estar condenada a desaparecer. Tienen que bajar rápidamente el consumo de agua. Pero además, creo que en unas décadas no quedará más remedio que recurrir al agua del océano y a las plantas desalinizadoras”.
“Zona cero del cambio climático”
La solución que ha buscado Las Vegas para asegurar su futuro suministro hídrico pasa por construir un acueducto de 400 kilómetros que traiga agua de los acuíferos de los valles del noreste de Nevada, en la frontera con el estado de Utah, lo que ha puesto en pie de guerra a los grupos ambientalistas.
“Nos oponemos al proyecto porque impactaría severamente en la economía de la región y sus ecosistemas”, explica Steve Erickson, coordinador en Utah de la Great Basin Network, organización que trabaja para asegurar el buen uso de los recursoso hídricos de la Gran Cuenca de Nevada.
“Cuando el agua es extraída, el terreno se seca, las plantas mueren y no hay nada que mantenga la tierra firme. Entonces ocurren las tormentas de polvo y la calidad del aire empeora considerablemente en ciudades como Salt Lake City”, señala Erickson en conversación con BBC Mundo.
“No hay duda de que Las Vegas se está enfrentando ahora a los problemas que se han ido gestando en las últimas décadas. Su crecimiento masivo ha llevado las reservas de agua al límite, a lo que hay que sumar el cambio climático y la sequía”, señala el experto.
“El desierto del Mojave, un lugar que va a ser cada vez más seco y caluroso, no es el sitio adecuado para construir una ciudad habitada por dos millones de personas y que es visitada por 40 millones de turistas cada año. Las vegas es una ‘zona cero’ para el cambio climático”, apunta Green en conversación con BBC Mundo.Emily Green, periodista especializada en temas medioambientales que desde hace años informa sobre la crisis hídrica en el suroeste de EE.UU., coincide con Erickson en que los problemas de Las Vegas son fruto de su crecimiento descontrolado.
“Es cierto que en la última década han adoptado importantes medidas de ahorro de agua, pero no creo que por eso de deba alabar a las autoridades. Es como como felicitar a alguien que ha cavado su propio hoyo y ha logrado salir de él”.
“Creo que Las vegas tiene que hacer todavía mucho para ahorrar más agua,particularmente en el consumo doméstico. Van a llegar a un límite y tendrán que dejar de vivir por encima de sus posibilidades”, asegura la periodista.
“Nadie descarta que algún día el río Colorado acabe secándose y es por eso que es irresponsable permitir que la población de Las Vegas siga aumentado. A este paso la ciudad acabará desapareciendo, igual que sucedió con los pueblos indígenas que habitaron esas tierras. El concepto de Las Vegas pertenece al siglo XX”.