¿El adiós definitivo?
Buenos Aires, Olé
Román ya se despidió de Boca tres veces, aunque sólo fueron salidas temporales. Lo hizo en el 2002, 2007 y 2012, esta última casi definitiva para muchos. A un año y tres meses de su último regreso, el domingo podría decirle otra vez adiós al hincha. Y con sabor a final...
Pasó la primera larga etapa. Y volvió, como era de esperarse, para volver a levantar una Copa Libertadores de América. Pasó la segunda, cortita ella, y regresó rápidamente para iniciar nuevamente otro intenso ciclo. La tercera fue distinta, con motivos distintos y tristes para muchos. Pero Juan Román Riquelme regresó para ponerse la azul y oro de su querido Boca y se reencontró otra vez con su gente, esa a la que podría decirle adiós definitivamente este domingo. ¿Llegó el último día?
Es cierto, no es la primera vez que el 10, el último ídolo vigente, se despide de Boca. Pero aquéllas otras veces fueron sólo un "hasta luego". Román partió de Boca por primera vez en el 2002, tras alcanzar el mayor pico de éxito a nivel internacional, luego de seis años de constante crecimiento. Fue para vivir su primera experiencia en el fútbol europeo, nada menos que en Barcelona, equipo al que fue transferido en 13 millones de euros pero en el que sólo jugó una temporada. En un abrir y cerrar de ojos pasó al Villarreal, el que fue su hogar hasta el 2006.
En 2007 volvió al patio de su casa en calidad de prestado, para levantar una nueva Copa en sólo 123 días. Su regreso a Villarreal no fue positivo: su relación con Pellegrini ya estaba quebrada, y en 2008 Boca lo recibió por segunda vez con los brazos abiertos. Hasta hubo una tercera, esa que todos tienen más presente por su cercanía y sus motivos. Tras caer en la final de la Libertadores de 2012, hizo el anuncio que los hinchas jamás quisieron escuchar. El "me siento vacío" y su tensa relación con Falcioni retumbaron aquí y allá. Pero volvió Carlos Bianchi y él también lo hizo a la par.
Tres despedidas temporales, pero con gustito a revancha. Esta vez, en cambio, tiene sabor a adiós, a final. Si no llega a un acuerdo con la dirigencia en junio, el del domingo sería su despedida formal (eso siente, por eso preparó las 50 camisetas para regalar) de los hinchas. Esos a los que siempre tuvo en un primerísimo primer plano. Esos que quisieran que nunca se termine, pero saben que todo tiene un final.
Las despedidas de Román en Boca:
- En 2002, a Barcelona
- En 2007, regreso a Villarreal
- En 2012, alejamiento temporal de ocho meses
Román ya se despidió de Boca tres veces, aunque sólo fueron salidas temporales. Lo hizo en el 2002, 2007 y 2012, esta última casi definitiva para muchos. A un año y tres meses de su último regreso, el domingo podría decirle otra vez adiós al hincha. Y con sabor a final...
Pasó la primera larga etapa. Y volvió, como era de esperarse, para volver a levantar una Copa Libertadores de América. Pasó la segunda, cortita ella, y regresó rápidamente para iniciar nuevamente otro intenso ciclo. La tercera fue distinta, con motivos distintos y tristes para muchos. Pero Juan Román Riquelme regresó para ponerse la azul y oro de su querido Boca y se reencontró otra vez con su gente, esa a la que podría decirle adiós definitivamente este domingo. ¿Llegó el último día?
Es cierto, no es la primera vez que el 10, el último ídolo vigente, se despide de Boca. Pero aquéllas otras veces fueron sólo un "hasta luego". Román partió de Boca por primera vez en el 2002, tras alcanzar el mayor pico de éxito a nivel internacional, luego de seis años de constante crecimiento. Fue para vivir su primera experiencia en el fútbol europeo, nada menos que en Barcelona, equipo al que fue transferido en 13 millones de euros pero en el que sólo jugó una temporada. En un abrir y cerrar de ojos pasó al Villarreal, el que fue su hogar hasta el 2006.
En 2007 volvió al patio de su casa en calidad de prestado, para levantar una nueva Copa en sólo 123 días. Su regreso a Villarreal no fue positivo: su relación con Pellegrini ya estaba quebrada, y en 2008 Boca lo recibió por segunda vez con los brazos abiertos. Hasta hubo una tercera, esa que todos tienen más presente por su cercanía y sus motivos. Tras caer en la final de la Libertadores de 2012, hizo el anuncio que los hinchas jamás quisieron escuchar. El "me siento vacío" y su tensa relación con Falcioni retumbaron aquí y allá. Pero volvió Carlos Bianchi y él también lo hizo a la par.
Tres despedidas temporales, pero con gustito a revancha. Esta vez, en cambio, tiene sabor a adiós, a final. Si no llega a un acuerdo con la dirigencia en junio, el del domingo sería su despedida formal (eso siente, por eso preparó las 50 camisetas para regalar) de los hinchas. Esos a los que siempre tuvo en un primerísimo primer plano. Esos que quisieran que nunca se termine, pero saben que todo tiene un final.
Las despedidas de Román en Boca:
- En 2002, a Barcelona
- En 2007, regreso a Villarreal
- En 2012, alejamiento temporal de ocho meses