El 76% de los presidentes regionales de Perú afronta acusaciones de corrupción

Lima, EP
La corrupción campa a sus anchas por la política peruana. La epidemia de podredumbre en las instituciones del país andino parece no tener límites, como demuestra, no solo que algunos antiguos jefes de Estado como Alejandro Toledo, Alan García y Alberto Fujimori, sigan enfrentándose a investigaciones y procesos judiciales por sus oscuros tejemanejes, sino también por el hecho de que 19 de los 25 presidentes regionales de todo el país tengan pendientes procesamientos con la Justicia.


El periódico peruano 'La República' ha redactado un informe en el cual se hace un resumen de la actual situación judicial de los presidentes regionales de Perú, estando la mayoría de ellos bajo investigaciones por diversos delitos de corrupción, siendo los de malversación de fondos públicos, colusión, apropiación indebida de fondos reservados del Estado e incompatibilidad de funciones.

La amplia lista de ilegalidades queda completada por las irregularidades cometidas en actos de licitación, adjudicación de obras públicas y contratos con empresas privadas. El documento denuncia que el Estado apenas hace ningún esfuerzo por recuperar los caudales perdidos por los actos de corrupción, además de señalar la facilidad de acceso que los "malos funcionarios" tienen para hacerse con el indebido control de los fondos públicos.

Los titulares de las regiones de Áncash, Tumbes, Pasco, Cusco y Junín son los que acumulan la mayoría de investigaciones fiscales o procesos judiciales, debido principalmente a licitaciones amañadas, obras públicas sin concluir o pagos no autorizados. El Gobierno Regional de Ayacucho tiene el récord de casos de corrupción de funcionarios: 260 en total.

ÁNCASH, A LA CABEZA DE LA CORRUPCIÓN

La negra lista está encabezada por el presidente de Áncash, César Álvarez, quien preside esta rica región del noroeste de Perú desde 2007. El líder del movimiento Cuenta Conmigo afronta 26 procesos judiciales: 22 de la Fiscalía y cuatro por parte del Poder Judicial, además de estar bajo sospecha de haber organizado el asesinato de su principal opositor, Ezequiel Nolasco.

El Gobierno de Áncash es uno de los que más recursos públicos maneja y teniendo en cuenta la tendencia en el país, también es la región en la que más casos de corrupción se han registrado. En 2013, el Ejecutivo de Álvarez gastó un presupuesto superior a los 440 millones de dólares, habiéndole asignado para este año una cifra muy cercana 380 millones.

El segundo lugar es para el presidente de Tumbes, Gerardo Viñas Dioses, sometido a veinte investigaciones por parte de los distintos fiscales de la nación y a cinco procesos judiciales. A ello, se le suma el reciente hallazgo de la Fiscalía General: la venta de un terreno por debajo de su precio real y que le ha acabado ocasionando al Estado una perdida de más de siete millones y medio de dólares.

El Ministerio de Economía y Finanzas ha asegurado que Viñas Dioses ya ha dilapidado el 50 por ciento de los 125 millones de dólares, diez millones menos que en 2013, presupuestados para este curso 2014.

Cierra el podio el presidente de Pasco, Klever Meléndez Gamarra, inmerso en veinte aún sin esclarecer por parte de la Fiscalía, entre ellos, el de haber otorgado a una constructora sin experiencia el proyecto de mejoramiento y ampliación del hospital regional Daniel Alcides Carrión, por 62 millones de dólares.

Pasco, en el centro de Perú gastó en 2013 más de 180 millones de dólares, pese a que es una de las regiones más pequeñas del país. Este año, las partidas destinadas a la región superan por poco los 160 millones de dólares.

El estudio subraya que cuanto más recursos dispone una región, mayor también es la opacidad en sus cuentas y procesos fiscales, pues suelen estar regentadas por figuras políticas con amplios antecedentes corruptos a sus espaldas

En ese sentido, destaca los casos de Cusco y Cajamarca, regiones ricas en gas y recursos mineros, cuyos presidentes, René Concha Lezama y Gregorio Santos, respectivamente, también tienen ante sí hasta diez procesos judiciales en su contra.

LA CORRUPTELA ESTÁ POR TODAS PARTES

El informe ha recordado que las distintas fiscalías anticorrupción han registrado un total de 1.505 funcionarios implicados en supuestas tramas corruptas en los 25 gobiernos regionales de todo el país, siendo especialmente llamativo el Gobierno de Ayacucho, cuya máxima autoridad, Wilfredo Oscorima Núñez, junto a su gabinete, suman en total 260 denuncias.

Una de las actuaciones de proselitismo más vergonzante que se recuerda en Perú la protagonizó Oscorima cuando se postulaba a la Presidencia de Ayacucho, una de las regiones más pobres del país, al captar simpatizantes y votantes a cambio de entregarles en efectivo 35 dólares.

Moquegua, en el sur del país, es la región con el Gobierno más corrupto. Su presidente, Martín Vizcarra Cornejo, y su equipo están siendo investigados por la Fiscalía por 175 casos de presunta corrupción. Cierra la ignominia Áncash, con 147 procesos en marcha.

Otros gobiernos regionales notorios por sus altas tasas de funcionarios implicados en supuestas tramas corruptas son los de Junín, en el centro del país, y el de Ucayali, en el este de Perú, con más de una centena entre procedimientos judiciales e investigaciones.

En relación a la capital del país, el Gobierno de Callao tiene actualmente en curso 45 casos de presunta corrupción, mientras que el Gobierno de Lima cuenta con 15 procesos similares.

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