EEUU dejará 9.800 efectivos en Afganistán tras la gran retirada internacional de este año

Wasjington, EP
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado este martes que su Gobierno pretende dejar 9.800 efectivos en Afganistán, una vez que las tropas internacionales abandonen el país centroasiático, algo previsto para finales de este año.


En una rueda de prensa ofrecida desde la Casa Blanca, Obama ha detallado que "al principio de 2015, Estados Unidos tendrá aproximadamente 9.800 efectivos en diferentes partes del país, junto a sus aliados de la OTAN y otros socios".

"Hacia el final de 2015, habremos reducido esta presencia a la mitad y habremos consolidado nuestras tropas en Kabul y en la base área de Bagram. Un año después, hacia el final de 2016, nuestros militares se habrán reducido al nivel de la presencia normal en una Embajada en Kabul, tal y como hemos hecho en Irak", ha detallado.

Obama ha indicado que "2014 es un año crucial" porque "la misión de combate estadounidense (integrada en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán, ISAF) llegará a su fin", tal y como se pactó en la cumbre de la OTAN celebrada en 2012 en Chicago.

A partir de ese momento, "los afganos serán completamente responsable de la seguridad de su propio país". "El personal estadounidense ya no patrullará más ciudades, montañas o valles. Será una tarea del pueblo afgano", ha remachado.

Obama ha detallado que la misión de estos 9.800 efectivos que se irán reduciendo progresivamente en estos dos años será "frustrar las amenazas de Al Qaeda, apoyar a las fuerza de seguridad afganas y dar al pueblo afgano la oportunidad de se tener éxito por sí mismo".

"Estados Unidos está dispuesto a cooperar con Afganistán en dos misiones específicas a partir de 2014: entrenar a las fuerzas de seguridad afganas y apoyar las operaciones antiterroristas contra Al Qaeda", ha concretado.

Así, ha destacado que, "aunque las tropas vuelvan a casa, la comunidad internacional seguirá apoyando a los afganos a construir su país para los próximos años". "Pero ahora nuestra relación no estará definida por la guerra, sino por nuestra asistencia financiera y para el desarrollo, así como por nuestro apoyo diplomático", ha valorado.

En este punto, Obama ha aclarado que, a pesar de que "Estados Unidos seguirá apoyando los esfuerzos afganos para promover la paz en el país a través de la reconciliación, hay que reconocer que Afganistán no será un lugar perfecto". "Y no es responsabilidad de Estados Unidos conseguirlo", ha subrayado.

UNA DECISIÓN AFGANA

Sin embargo, Obama ha recordado que la presencia militar de Estados Unidos, y del resto de sus aliados, depende de que el Gobierno afgano firme el Acuerdo de Seguridad Bilateral que se ha estado negociando durante los últimos dos años.

"Este Acuerdo es esencial para dar a nuestras tropas la autoridad que necesitan para cumplir su misión respetando la soberanía afgana", ha sostenido, indicando que se trata del marco legal para la puesta en marcha de la misma.

A este respecto, ha recordado que "los dos candidatos a las elecciones presidenciales en Afganistán han dicho que firmarán este Acuerdo nada más asumir el cargo". "Así que confío en que esto sea posible", ha dicho desde los jardines de la Casa Blanca.

Por ello, ha considerado que 2014 es también "un año crucial" en términos políticos. "A principios de esta primavera, millones de afganos fueron a las urnas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales --desafiando las amenazas-- y en apenas dos semanas volverán a hacerlo. Los afganos verán su primera transferencia democrática del poder en su historia", ha enfatizado.

"UN FINAL RESPONSABLE"

Obama ha afirmado que esta 'hoja de ruta' "llevará a Estados Unidos hacia un final responsable de la guerra más larga que ha tenido", recordando que el país norteamericano "no buscó esta lucha, sino que fue a Afganistán guiado por la necesidad" tras los atentados del 11-S.

"Fuimos a la guerra contra Al Qaeda y sus aliados con el fuerte apoyo del pueblo estadounidense, de sus representantes en el Congreso, de la comunidad internacional y del pueblo afgano, que dio la bienvenida a la oportunidad de una vida libre de la oscura tiranía del extremismo", ha recordado.

Aunque ha reconocido que Estados Unidos "ha estado en Afganistán más tiempo de lo esperado", ha subrayado que no ha sido en vano, ya que "se han dado duros golpes a la cúpula de Al Qaeda, eliminando a Usama bin Laden, y se ha evitado que Afganistán fuera usado como plataforma para lanzar otros ataques".

"También hemos apoyado al pueblo afgano para que siga su duro trabajo para la construcción de la democracia. Hemos ofrecido más oportunidades a su pueblo, incluidas las mujeres y las niñas", ha añadido el jefe de Estado.

"Ahora estamos acabando el trabajo que comenzamos", ha indicado, recordando que "en los últimos años se ha trabajado en la transición de las responsabilidades de seguridad a las fuerzas afganas", lo que permitió que el año pasado asumieran el liderazgo en las misiones de combate.

"LECCIÓN APRENDIDA"

"Ya es hora de pasar página a más de una década en la que la mayor parte de nuestra política exterior ha estado basada en las guerras en Afganistán y en Irak", ha considerando, señalando que cuando llegó a la Casa Blanca, en 2009, había 180.000 tropas estadounidenses desplegadas en el extranjero.

Obama ha apuntado que "el nuevo capítulo en su política exterior permitirá a Estados Unidos redirigir algunos de los recursos ahorrados poniendo fin a estas guerras para responder más ágilmente a la cambiante amenaza del terrorismo, así como asumir otras prioridades en el resto del mundo".

"Creo que los estadounidenses hemos aprendido la lección de que es más duro poner fin a una guerra que empezarla. Así es como acaban las guerras en el siglo XXI, no con ceremonias de firma (de acuerdos de paz), sino con golpes decisivos a nuestros enemigos y transiciones hacia gobiernos electos", ha concluido.

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